La oposición iraní se une al Movimiento Verde para derribar a Ahmadineyad

Prácticamente todos los partidos de la oposición iraní coinciden en considerar al Movimiento Verde, surgido hace un año para denunciar el fraude en las elecciones presidenciales,  como la plataforma adecuada para derribar el actual régimen. Desde los Muyahidines y Fedayines del Pueblo hasta los que reclaman la restauración monárquica, pasando por los liberales del Frente Nacional, los nacionalistas kurdos, árabes, baluches o azeríes, y los comunistas del Tudeh, todos están de acuerdo en que este movimiento popular, surgido espontáneamente, se está convirtiendo en el organismo unitario de la oposición que todos desean.

Una año después de las elecciones presidenciales, cuyos resultados fraudulentos permitieron a Ahmadineyad seguir presidiendo Irán, estos partidos han exteriorizado su apoyo al Movimiento Verde sumándose a las manifestaciones que por todo el mundo se han celebrado para conmemorar las masivas protestas por el “pucherazo” del 12 de junio de 2009.

Madrid no ha sido una excepción. Decenas de iraníes se concentraron la víspera –el viernes día 11- frente al Ministerio de Asuntos Exteriores. Con pancartas y carteles, en los que figuraban fotos de los últimos presos políticos ejecutados, los concentrados volvieron a recordar que Ahmadineyad había “robado los votos de la gente para mantenerse en el poder”. “Ese día fue el comienzo de una revuelta general y popular que comenzó preguntando ´´¿dónde está mi voto?´´ y ha terminado gritando ``¡¡abajo Jamenei!!´´ y ``¡¡abajo el régimen!!´´, explicó Hamid Hosseini. Entre los participantes, había representantes del Frente Nacional (tendencia liberal), monárquicos, grupos de izquierda, como las dos ramas de los Fedayines, nacionalistas kurdos, simpatizantes de los Muyahidines Jalq (socialistas islámicos) y seguidores de los candidatos reformistas Karrubi y Musavi.

Concentraciones como la de Madrid se han convocado por toda Europa y dentro de Irán se han registrado enfrentamientos entre jóvenes y la policía. Coincidiendo con el acto de Madrid, según informaron los concentrados, habían estallado choques en el centro de Teherán cuando unos policías golpearon a una chica por no ir vestida de acuerdo con las normas morales vigentes.

También informaron los concentrados que sus militantes y simpatizantes dentro de Irán están colaborando en el fortalecimiento del Movimiento Verde para que se convierta en el esperado elemento catalizador de todos los que desean un cambio político democrático. Según comentaron a Cuartopoder.es, Musavi y Karrubi difundieron hace varios días un llamamiento para desconvocar la gran manifestación prevista en Teherán debido a que tenían informaciones, facilitadas incluso por pasdaranes (guardianes de la Revolución), según las cuales los sectores duros del Gobierno estaban dispuestos a provocar una verdadera carnicería entre los manifestantes.

Por esta razón, en su comunicado, Musari y Karrubi insisten en que, aunque las protestas no sean multitudinarias, el Movimiento Verde “sigue vivo” y muy pronto llegará el “luminoso amanecer” que los dos líderes reformistas identifican con la  conquista de la libertad. Salvando las distancias, la actual situación política de Irán se asemeja al periodo previo a la transición española pero con la diferencia de que en Irán el “búnker” se habría impuesto a los sectores que llamados a conducir el pacífico cambio a la democracia.

Todos los dirigentes reformistas de relevancia se han sumado ya al Movimiento Verde y animan a sus seguidores a continuar la lucha. Un claro ejemplo de ello son las palabras de ánimo que Rafsanyani dirigió a cerca de ochenta presos, detenidos durante las protestas populares, que han sido puestos en libertad tras el correspondiente indulto de Jamenei, el Guía de la Revolución.

Como Rafsanyani, que ha ocupado los máximos cargos dentro de la República Islámica, otras destacadas autoridades que ha ocupado cargos relevantes en diferentes gobiernos, están respaldando al Movimiento Verde. Debido a esta circunstancia, estaría en condiciones, en caso de que se produjera un imprevisto desplome del régimen, de ofrecer un gabinete de transición para dirigir el país.

Por ejemplo, entre sus “activos” políticos, cuentan con el filósofo Shuruz, referencia en temas teológicos y colaborador del ayatolá Jomeini cuando se elaboró la constitución islámica. En estos momentos, debido a su posición política, ha sido declarado “mortat” (hereje) por los partidarios de Ahmadineyad. Entre los apoyos del Movimiento Verde, hay personas que han ocupado diversos ministerios, como Nababi (Industria), Takhzadé (Interior), Mahajerani (Cultura), Salamatian (Agricultura), Shamkhani (Defensa) y Abtahi (Vicepresidencia y Portavoz), mientras que Alviri, antiguo embajador de Irán en España, podría asumir perfectamente el Ministerio de Exteriores en un hipotético gobierno provisional.

De acuerdo con estos sectores, el Gobierno de Ahmadineyad se encuentra totalmente aislado de la población y su radicalismo ha hecho que Irán sea, paradójicamente, uno de los países donde la práctica de la religión está cayendo en picado tal y como reconocen los propios ayatolás del régimen que, continuamente, se quejan de que “las mezquitas se han quedado vacías”.