Nuevo gobernador, mensaje reciclado

2
David Paterson, ex gobernador de Nueva York. / J. M. B.

El sábado 1 de enero, un nuevo gobernador volvió a reciclar la eterna promesa reformista que llevamos años escuchando pero no viendo.

El demócrata Andrew Cuomo es el cuarto gobernador del Estado de Nueva York en los últimos cinco años. Es hijo de Mario, que desempeñó el mismo puesto durante doce, hasta 1994. Con una contundente victoria electoral, viene a salvar este estado de una profunda crisis ética, económica y fiscal.

No sé si describir mi actitud de cínica o cautelosa.

Hace cuatro años nos llegó otro que hizo el mismo trayecto desde la Fiscalía General del Estado a la Gobernación. Con su estrella de sheriff de Wall Street en la solapa, y sus ideas progresistas y algo polémicas, el también demócrata Eliot Spitzer había arrasado en una elección facilona. Su grandilocuente toma de posesión al aire libre, en las escalinatas del Capitolio Estatal, en una gélida tarde de primero de enero en Albany, quiso que fuera símbolo de su grandeza y ambición política, que muchos dijeron no pararía hasta llegar a las puertas de la Casa Blanca. Los periódicos más respetables no escatimaron tinta para elogiar su firmeza e intelecto... los mismos que luego desenterraron sus pecados -y delitos- más profundos.

Porque Spitzer no sólo pecó; también delinquió. Como fiscal había endurecido leyes contra la prostitución que él mismo se estaba saltando -cliente habitual de una red de prostutición de lujo- por mucho que ahora se empeñen algunos en minimizar sus faltas. Lo que vino después fue su dimisión inminente, en marzo de 2008, y dos años y pico más tarde, un puesto de presentador en la cada vez más perdida (porque ya no saben qué hacer para subir la audiencia) cadena de noticias CNN.

Le sustituyó otro político de carrera que venía haciendo historia. De la noche a la mañana, tras la dimisión de Spitzer, su vicegobernador tuvo que tomar las riendas del Estado. David Paterson, que durante muchos años había representado al barrio de Harlem en el Senado Estatal, se convertía en el primer gobernador afroamericano de Nueva York. Además, invidente. Tan sincero quiso ser con el público, que su primera rueda de prensa la dedicó, junto a su mujer, a confirmar unas infidelidades matrimoniales que nadie le había preguntado. Por si no fuera poco, en una entrevista televisiva fue más allá, reconociendo consumo de drogas. Quiso redimirse como férreo guardián de las cuentas públicas, anunciando día tras día un apocalipsis financiero causado por un déficit que hoy se sitúa en unos nueve mil millones de dólares. Nadie le hizo caso. Obama le quitó del medio (aunque él en ésta y otras entrevistas lo negara).

Fue la historia de Eliot Spitzer y David Paterson, el tándem electoral que prometió "Day 1, Everything Changes" ("el primer día, todo cambia"). Que si cambió.

Y ahora llega Cuomo. Spizter dijo de él hace unos meses que "tras bastidores, es uno de los políticos más sucios, más desagradables". Se curtió como jefe de campañas electorales de su padre, labor que comenzó cuando todavía era un chaval de veintipocos. Contrario a lo que es tradicional en este país, ganó la elección del pasado noviembre sin realizar entrevistas de televisión de fondo. Sólo participó en un debate electoral, aquel que resultó todo un circo. Y cuidado con pillarlo sin permiso, como aquí, en Puerto Rico, que te puedes llevar una bronca de alguno de sus asistentes. Le gusta hablar, y mucho, off the record. Normalmente sólo concede entrevistas a sus periodistas amigos.

Cuomo propone congelar los sueldos de los empleados públicos este año. El suyo se lo ha bajado un 5%. Además, pretende reducir el tamaño de la administración en un 20%. La batalla con los influyentes sindicatos del sector público no ha hecho más que comenzar. Y no será la única: sus colegas demócratas, que dominan la Asamblea (la cámara baja) ya le miran con recelo; los republicanos, con mayoría en el Senado Estatal, ya hacen su lista de contrapartidas.

Con un poco de suerte nos durará cuatro años. Veremos.

2 Comments
  1. el zurdo says

    Tipos como el tal Cuomo me traen a la memoria ‘Gangs of New York’ y el Tammany Hall.

Leave A Reply