Batalla campal en El Cairo entre seguidores y detractores de Mubarak

(Actualización de las 07:45 horas del jueves 3 de febrero con el balance de muertos y heridos, según el canal Al Yazira)

Comenzaron a aparecer a las 10.00 de la mañana, algunos con palos y otros con cuchillos, pero en grupos menores. Un par de horas después, los vándalos, como los califican los egipcios, ya se habían infiltrado entre los manifestantes instalados en la Plaza Tahrir para exigir el final del régimen de Hosni Mubarak, y otras dos horas después, ya tenían una presencia suficiente para arremeter contra los protestantes.

La violencia estalló finalmente en Egipto tras diez días de marchas masivas cuando miles de seguidores de Mubarak se organizaron para atacar a sus detractores en una batalla campal de proporciones considerables que se desarrolló hasta bien entrada la madrugada de hoy jueves en la Plaza Tahrir y sus alrededores. Según Al Yazira, el número de muertos se eleva ya a ocho; tres de ellos fallecieron en los enfrentamientos de la tarde del miércoles y otros cinco en la madrugada hoy. Los heridos suman varios centenares. Tanto esta cadena de televisión como la agencia France Presse han constatado el uso de armas de fuego y botes de gas lacrimógeno -habitualmente usado por la policía-. Varios cócteles molotov  fueron lanzados contra los manifestantes.Hay que recordar la proximidad del Museo Nacional Egipcio al escenario de los combates y el riesgo que eso representa para las piezas de valor incalculable que alberga.

Algunos de los progubernamentales aparecieron a lomos de caballos y camellos, cargando contra los manifestantes desde los animales. Los integrantes del bando anti Mubarak lograron detener a algunos de ellos y arrebatarles acreditaciones que han enseñado a las cámaras de televisión: son credenciales de agentes de la Policía. A estas alturas, nadie en Egipto duda que el régimen está enviando a agentes de paisano a aplastar la revolución social. “El mensaje es 'o yo o el caos'”, explicaba un líder de la oposición a Al Yazira.

El líder opositor Mohamed ElBaradei advierte que la situación puede derivar en una masacre y exige al Ejército que actúe para garantizar la seguridad. “Temo que degenere en un baño de sangre”, afirmó ElBaradei, premio Nobel de la Paz 2005, en declaraciones a la BBC. El régimen, dijo “está utilizando la táctica del miedo”. Como el resto de los egipcios, el antiguo director de la Organización Internacional de la Energía Atómica no duda que los violentos han sido enviados por el régimen para reprimir a los manifestantes que osaron humillar al rais.

“Estoy extremadamente preocupado. Esto es otro síntoma, otra prueba de que es un régimen criminal usando métodos criminales”, dijo. Los manifestantes anti Mubarak, que han respondido a la agresión con pedradas, han pedido que mujeres y niños se retiren de la plaza.

El Ejército, que esta mañana llamó a los egipcios a regresar a sus casas ahora que “su mensaje ha sido oído”, está apostado en los alrededores pero ha optado, por el momento, por no actuar. Lo único que ha hecho es disparar al aire para tratar de dispersar a los bandos. Las batallas que se pueden observar en Al Yazira, que mantiene su cobertura en directo sobre los acontecimientos en Egipto, muestran a dos bandos muy nutridos que avanzan y pierden posiciones de forma consecutiva. El caos es absoluto: es difícil saber si un bando se ha impuesto a otro. Lo único que está claro es que el toque de queda, que hoy fue aliviado por las autoridades -entre las 17.00 y las 07.00- sigue siendo ignorado.

Las escenas violentas de hoy en El Cairo tuvieron su precedente anoche en Alejandría, cuando tras el discurso de Hosni Mubarak, por el cual anunciaba que seguirá en el poder hasta las próximas elecciones presidenciales rechazando de facto la exigencia de sus detractores, que le exigen una inmediata retirada, salieron a las calles miles de manifestantes progubernamentales y se aproximaron a sus detractores. Varias ráfagas de armas automáticas generaron el caos, según pudo observarse en directo gracias a Al Yazira, y obligaron a un carro armado del Ejército a interponerse entre los bandos.

Al principio, el vehículo tomó partido claramente por los opositores, girando su cañón hacia el bando contrario. Esta mañana, los manifestantes de Alejandría se han visto obligados a retirarse de la plaza principal ante la presencia masiva de seguidores de Mubarak que amenazaban con emplear la violencia contra ellos. Fuentes localizadas en la ciudad, una de las principales del país de los faraones, advertían que los manifestantes pretendían volver a ocupar la plaza de forma inminente.

La única consecuencia positiva del brote de violencia es que está obligando a los actores internacionales a pronunciarse de una manera más rotunda que en las jornadas previas. El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha calificado los acontecimientos de “inaceptables”. Un miembro de los Hermanos Musulmanes citado por Al Yazira, Mohamed el-Belgati, ha explicado que el origen de la violencia está en el discurso de Mubarak, “muy provocativo porque utilizó palabras muy sentimentales. Desde la mañana, centenares de esos vándalos pagados comenzaron a manifestarse pretendiendo apoyar al presidente”.

La organización islamista ha rechazado todo diálogo con el régimen mientras Mubarak no se retire de su cargo y ha rechazado “todas las medidas parciales propuestas por el cabeza del régimen, porque no aceptamos alternativa alguna a su salida”. ElBaradei parece deacuerdo. “Incluso si Mubarak cumpliese su palabra [de no volver a presentarse en las elecciones], ¿por qué habría que mantener al portavoz de un régimen que se ha convertido en una banda de criminales? ¿Por qué los egipcios tendrían que soportar siete meses de inestabilidad, inseguridad e intimidación?”. Para evitarlo, las protestas siguen en pie: este viernes, día festivo, la oposición ha convocado otra protesta multitudinaria, bautizada la marcha de la salida, con la que se espera que Mubarak comprenda por fin que debe abandonar el cargo.