La primera intervención internacional contra un país árabe desde el año 2003 se consagra en estos momentos en suelo libio, donde barcos y aviones franceses, norteamericanos y británicos se reparten los objetivos militares del dictador en cumplimiento de la resolución 1973 de Naciones Unidas, destinada a crear una zona de exclusión aérea que proteja a los civiles libios, alzados en armas contra su dictador.
Francia tomó la iniciativa en la Operación Odisea del Amanecer, como ha sido bautizada, ayer a las 17.45 hora española cuando sus fuerzas atacaron varios vehículos blindados del Ejército libio en las proximidades de Bengasi, la capital insurrecta, que está siendo duramente golpeada por el régimen de Tripoli en especial desde que el Consejo de Seguridad diera luz verde a la intervención. A París le siguió Estados Unidos, que ha lanzado en las últimas horas 112 Tomahawk destinados a los sistemas de defensa antiaérea, estaciones de radar y centros de comunicaciones libios. Gran Bretaña, por su parte, está empleando sus aviones Tornado para inutilizar las baterías antiaéreas de Tripoli, las mismas que anoche disparaban contra los aviones internacionales que sobrevolaban la capital libia.
Todo -menos la entrada de tropas terrestres, como se especifica en la resolución- para impedir que las huestes de Muammar Gaddafi sigan masacrando a los manifestantes convertidos en rebeldes, lo cual fue calificado anoche por el dictador en un discurso radiado de “una simple agresión colonial cruzada que puede detonar otra guerra cruzada de gran alcance”. Gaddafi, que advirtió que “todo el Mediterráneo será campo de batalla” intenta así jugar la baza religiosa pero es poco probable que eso le gane ninguna simpatía en el mundo árabe, donde las poblaciones de todos los países, desde Marruecos hasta Omán, se están levantando contra dictadores de la talla del libio con una sola consigna: basta de tiranías.
En otro discurso ofrecido hace tan solo unos minutos, el líder libio ha insistido en el argumento de que la intervención es una guerra contra el Islam y que su único objetivo es apropiarse del petróleo libio. “No vamos a dejar estos cristianos tomar nuestro petróleo”, ha asegurado. “Dios está de nuestro lado. A vuestro lado tenéis el diablo”, ha continuado Gadafi. “El pueblo libio va a tomar las armas, las bombas. Todo el pueblo libio va a tomar las armas”. “Os vamos a matar si nos invadís”.
En una nueva muestra de su escaso sentido de la realidad, el tirano libio ha cargado en exclusiva contra los norteamericanos. “Nosotros sabemos que los pueblos de África, de Asia, de América Latina e incluso de Europa están con nosotros. Vais a perder”, ha llegado a decir antes de concluir que “vamos a armar a las mujeres, venid a luchar contra nuestras mujeres, panda de cobardes”. “Bengasi se va a levantar. Hasta las mujeres van a protestar contra los cruzados”, ha llegado a aventurar. “No va a caer en las manos de Francia, Reino Unido y EE UU”.
Lo más probable es que si arma a las mujeres de Bengasi éstas se dirijan contra Tripoli tras enterrar a los hombres de la ciudad, asesinados por la artillería y la aviación de Gaddafi en las últimas semanas. Bengasi está pagando un altísimo precio en esta revuelta: según fuentes médicas citadas por Al Jazeera, en los dos últimos días la ofensiva del régimen contra la segunda ciudad del país ha costado la vida a un centenar de personas. El régimen denuncia que los bombardeos de ayer han costado 48 muertos y 150 heridos civiles: una información no contrastada.
En estas circunstancias, Francia se mostró orgullosa de ser el primer país en golpear suelo libio, pese a que semejante motivo de orgullo puede ser un arma de doble filo: si bien hoy es vista con cierta simpatía en el mundo árabe, podría ser considerada como una agresión externa si se gestiona mal o termina teniendo objetivos diferentes a la mera protección de las convenciones internacionales. “Intervenimos en Libia, bajo el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, con nuestros aliados, y especialmente con nuestros aliados árabes. Y lo hacemos para proteger a la población civil de la locura criminal de un régimen que, asesinando a su propio pueblo, ha perdido toda legitimad”, dijo el presidente francés Nicolas Sarkozy durante el encuentro celebrado en París para definir la estrategia a seguir y los objetivos a perseguir en la intervención internacional.
“Era necesario demostrar que los actos tienen consecuencias”, explicó por su parte el líder estadounidense, Barack Obama, porque en su opinión no se puede permanecer callado ante “los actos de brutalidad cometidos por Muammar Gaddafi contra su propio pueblo”. Obama afirmó que su país no entrará por tierra en Libia, el escenario más temido por los escépticos de esta acción internacional, que ven una posible invasión militar detrás.
Se confirma así una intervención que poco recuerda a la iraquí, salvo en el objetivo común de derrocar un dictador, pero con la sustancial diferencia de que la población libia, que lucha denodadamente por derrocar al régimen, lleva semanas pidiendo ayuda a la comunidad internacional para minimizar la masacre acometida por el régimen, que bombardea desde tierra y aire a su propia población civil, y que hay una resolución de Naciones Unidas de obligado cumplimiento.
Estas declaraciones -particularmente, las de Sarko- me parecen muy hipócritas. Las razones de Francia, y de su presidente en particular, para atacar a la Libia de Gadafi son muy claras; petróleo mejor y más barato, enseñorearse del norte de Africa y del petróleo del Chad, y no tener que dar explicaciones al hecho de que Gadafi le costeara la campaña electoral. ¿Cómo actúa Francia cuando se trata de defender los intereses de España en Marruecos o el Sáhara? De otra forma. ¿Por qué ayudamos los españoles a que Francia se salga con la suya? ¿Qué sacamos en claro de esta sangienta aventura? Y no me vengan con que estamos ahí para defender los derechos humanos de los libios, por favor. Que no cuela.
Houton tenemos un problema. Aquí alguien miente… La blog de la psicóloga Leonor esta rompiendo el bloqueo informativo y la manipulación goebbeliana.
http://leonorenlibia.blogspot.com/2011/03/resumen-de-la-libia-actual.html
El gobierno y el asesino de Zapatero tienen un problema. Se a roto el monopolio de la información y el contraste informativo fluye libre por la red.
En twitter el NO A LA GUERRA arrasa
Un hospital bombardeado y 100 muertos o liberados.
http://leonorenlibia.blogspot.com/2011/03/resumen-de-la-libia-actual.html
La intervención «aliada» en Libia no es más que otra muestra más del cinismo e hipocresía que domina la política occidental. Esa «coalición» tiene el más mínimo argumento moral para justificar su actuación. No pueden decir que su preocupación es el bienestar del pueblo líbio y el derecho de este a elegir su futuro, cuando al mismo tiempo no dicen nada, o incluso colaboran en ella, de la represión que por ejemplo en estos mismos días sufre el publo yemení o barheriní, los cuales al parecer no deben tener derecho a elegir su futuro (tal vez porque los regímenes de estos países sean fieles aliados de los EE.UU.).
No tienen el más mínimo argumento moral quienes dicen que bombardean para impedir que Qaddafi bombardee a su publo, los mismos que cuando el ente sionista de Israel bombardea libano o palestina, acuden raudos en su apoyo y cobertura.
En fin, milongas lo llaman por algún sitio. Lo que se cuece en Libia puede ser cualquier cosa menos una; puede ser cualquier cosa menos el interés por el pueblo libio.