Erdogán se enfrenta al mayor movimiento de desobediencia civil en Turquía

0
Concentración multitudinaria en Diyarbakir para reclamar los derechos culturales del pueblo kurdo. / Manuel Martorell

Tayip Erdogán, el primer ministro turco, se enfrenta estos días al mayor movimiento de desobediencia civil que se conoce en este país desde que llegó al Gobierno hace una década. En carpas y grandes tiendas de campaña, miles de personas se están movilizando en todo el país para exigir una “solución democrática” a las reivindicaciones del pueblo kurdo que, con cerca de 20 millones de personas, es el principal problema político de orden interno al que vienen haciendo frente todos los gobiernos de Turquía.

Bien realizando sentadas, cortando carreteras y vías públicas de todo tipo, pero, sobre todo, montando cobertizos de lona de gran tamaño, los plantes por esta “solución democrática” se han ido extendiendo por importantes ciudades turcas, como Istanbul, Izmir, Adana, Aydín o Antalya, y, de forma especial, por otras situadas en las provincias orientales, entre ellas Diyarbakir, Batman, Van, Cizre, Igdir, Idil, Sirnak, Dersim, Mus, Bitlis, Silopi, Kiziltepe, Hakkari o Dogubayazit.

Ahmet Turk y Aysel Tugluk, dirigentes del DTK. / M. M.

Con el apoyo del denominado Congreso de la Sociedad Democrática (DTK) y del Partido por la Paz y la Democracia (BDP), las manifestaciones y concentraciones se repiten todos los días exigiendo cuatro medidas concretas al Gobierno de Ankara: garantías constitucionales para usar la lengua kurda en la enseñanza y de forma pública, libertad de todos los presos políticos, derogación del 10 por ciento mínimo de votos a nivel nacional para obtener representación parlamentaria, y fin de las operaciones policiales y militares en el Kurdistán.

Esta última exigencia está relacionada con el aumento de la actividad del Ejército turco en zonas fronterizas con Irak (Hakkari, Sirnak y Semdinli) y en la región de Dersim, en la Anatolia central, con el objetivo de combatir a las guerrillas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Tanto Ahmet Turk como Aysel Tugluk, altos dirigentes del DTK, anunciaron este vasto movimiento de protesta contra la política de Erdogán durante una conferencia de prensa el pasado 23 de marzo, según informó Kurdish Info. Al día siguiente, cargos políticos del BDP protagonizaron sendas sentadas en las calles de Batman y Diyarbakir. A partir de ese momento, los actos de “desobediencia civil” no han dejado de multiplicarse, gegistrándose también violentos enfrentamientos cuando la policía, utilizando cañones de agua y gases lacrimógenos, ha intentado abortar estas iniciativas.

Mujeres con vestidos tradicionales observan la colocación de un pancarta. / M. M.

El actual movimiento de protesta hay que relacionarlo con la masiva celebración del Newruz (el Año Nuevo kurdo) los días 20 y 21 de marzo. Según han relatado a Cuartopoder testigos presenciales, un impresionante despliegue policial vigiló esta festividad, en la que, según señalan todas las fuentes consultadas, han participado cientos de miles de personas. Al parecer, esta demostración de fuerza y un llamamiento de Abdulá Ocalán -líder del PKK- para trasladar  también  a Turquía el espíritu revolucionario de Túnez, Egipto y Libia, ha llevado a los dirigentes kurdos a lanzar, solo dos días después de la multitudinaria celebración del Newruz, la actual campaña de “desobediencia civil”.

Ahmet Turk ha vinculado de forma expresa esta sucesión de protestas a la llamada huelga de los “lápices caídos”, con la que muchos escolares y estudiantes kurdos se han negado a realizar algunas actividades académicas para exigir el derecho a tener educación en su lengua materna. En este sentido y como declaró este político, se pide desobedecer la norma que les obliga a todos los escolares, antes de comenzar las clases diarias, a manifestar en voz alta su orgullo de “ser turcos”. El partido convocante de estos actos, que tiene cerca de 2.000 cuadros y militantes en prisión, ha elevado un peldaño más el desafío al Gobierno de Erdogán convocando otra concentración multitudinaria en el pueblo natal de Abdulá Ocalán.

Ocalán es el fundador del PKK, una organización armada que lucha desde 1984 contra el Ejército turco. En febrero de 1999 fue apresado por los servicios secretos turcos en Kenya. Juzgado por un tribunal especial, su sentencia a la horca fue conmutada por la cadena perpetua, que cumple en la prisión de máxima seguridad de la isla de Imrali (mar de Mármara), donde es el único recluso de la cárcel. Considerado principal responsable de una organización incluida en la lista de grupos terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea, sin embargo es considerado un líder entre los cerca de 20 millones de kurdos de Turquía, que han sido llamados hoy, 4 de abril, a celebrar el 61 aniversario de su nacimiento en la pequeña aldea de Amara, próxima a Urfa.

Leave A Reply