Solo un profundo cambio constitucional puede evitar un escenario libio en Siria

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Monumento en el centro de Damasco dedicado a Saladino, el príncipe kurdo que frenó a los cruzados. / Manuel Martorell

Hace cinco años, en una cafetería de Damasco,  mantuve una interesante conversación con un periodista sirio de confesión cristiana. Él mostraba sus fundados temores de que una crisis como la que actualmente vive Siria termine provocando un vacío de poder que precipite al país por el abismo de la guerra civil. Ya entonces, este colega anticipaba que solo con el levantamiento del estado de emergencia, anunciado este sábado por el presidente Bachar al Asad, no se reconduciría la situación.

Para evitar un escenario que podría ser similar al de Libia, era imprescindible en su opinión introducir cambios constitucionales sobre todo en dos aspectos. El primero de ellos era eliminar de la Carta Magna el “liderazgo” que permite al Baas (Partido Socialista del Renacimiento Árabe) controlar todo el sistema político; en segundo lugar, se deberían introducir garantías jurídicas que, de forma indiscutible, permitieran ejercer las libertades de reunión, organización y expresión sin el temor a que intervengan los numerosos y omnipotentes servicios secretos.

La realidad es que todavía se dan en Siria las condiciones para un enfrentamiento confesional o étnico. Aún no se ha borrado, por ejemplo,  el recuerdo de la brutal represión, a comienzos de los 80, contra los Hermanos Musulmanes, de gran influencia entre los árabes suníes. Tampoco el de las humillaciones que esta población mayoritaria sufrió a manos de los alawíes, la corriente herética del Islam que controla el partido Baas y la columna vertebral del Estado. Entonces, el hierático e impasible Hafez al Asad, padre del actual presidente, tuvo que pedir perdón públicamente por el comportamiento de sus milicias que entraron victoriosas en Hama abriendo los escotes y quitando el hiyab a todas las mujeres que encontraban a su paso.

Manifestación en Kamisli con banderas del partido ilegal PYD. / Actualidad Kurda

Igualmente, se acumulan los agravios en la combativa comunidad kurda, cuyos dos millones de habitantes se extienden por la zona fronteriza de Turquía pero que también se han asentado en barrios de las grandes ciudades, como Latakia, Hama, Homs, Alepo o Damasco. Su presencia se remonta al periodo ayubida, en la que el príncipe kurdo Saladino mantuvo a raya a los cruzados europeos. Héroe nacional, la tumba de Salah al Din, hijo de Ayub, es uno de los lugares más visitados de la capital junto a la grandiosa mezquita de los omeyas.

Durante medio siglo, los kurdos de Siria solo han recibido afrenta tras afrenta. Cerca de 200.000 fueron desplazados a otras regiones a la fuerza; a una cifra superior ni siquiera se les reconocía la nacionalidad, convirtiéndose en eternos apátridas. La prohibición de bautizar con nombres kurdos a sus hijos, de cualquier edición en su idioma, de abrir escuelas, ni siquiera privadas, en la lengua materna, la nueva rotulación en árabe de calles y pueblos, las constantes humillaciones en la Administración o en el servicio militar han abierto unas heridas difíciles de cerrar. Se cuentan por decenas las denuncias de soldados kurdos muertos en “accidentes” mientras cumplían la mili obligatoria.

"Sigue afirmando que es kurdo", dice el oficial. "Poned que murió en unas maniobras", contesta Bachar al Asad. / Actualidad Kurda

Los kurdos de Siria han demostrado una fuerte capacidad de organización y movilización, llegando a colocar en el Parlamento a representantes “independientes” cuando el Baas se lo ha permitido. Su media docena de partidos clandestinos están jugando ahora un papel trascendental en el proceso transitorio que comienza a perfilarse. El Gobierno intentó, al comenzar la crisis, que no se volvieran a lanzar a la calle como lo hicieron en marzo de 2004; prometió resolver el problema de los indocumentados; el gobernador de Hasaka se reunió con representantes de estos grupos ilegales asegurándoles más concesiones si se quedaban en casa y hasta el propio Bachar al Asad les ha llamado a palacio.

Pero los partidos kurdos, finalmente, han decidido unirse a las protestas que ya jalonan toda la geografía siria sumando al mapa de las revueltas los nombres de Kamisli, Amuda, Derik, Hasaka, Derbasiye o la propia Alepo, que cuenta con varios barrios y una notable presencia kurda en su Universidad,  la mayor de Siria. En algunas ciudades se han podido ver, según muestran los vídeos difundidos por Internet, por ejemplo por Actualidad Kurda, a manifestantes blandiendo banderas con el símbolo y las siglas del Partiya Yekitiya Demokrat (Partido de la Unión Democrática), una imagen impensable hace solo unas semanas. Los gritos de ¡¡Azadi, azadi…!! (Libertad, libertad…) se confundían con los de solidaridad con Daraa, Latakia o Banias y el de “Ni kurdos, ni árabes; Siria es una sola”, consigna que simboliza la confluencia de los dos grandes movimientos de oposición para poner fin al Gobierno de Bachar al Asad.

3 Comments
  1. mabu says

    El problema kurdo no abarca solo a Siria, sino que hay poblaciones kurdas importantes en Turquía, Irán, Irak y Siria. Los únicos que lograron un simulacro de independencia son los de Irak.

    No creo que la unificación del pueblo kurdo haga parte del plan americano del Nuevo Oriente Medio. No olvidemos tampoco las ambiciones territoriales de Israel.

    Mi impresión es que Bachar al Asad es un fino jugador de ajedrez que tiene que lidiar en varios frentes a la vez. Se le echó del Líbano, para el cual era una garantía contra los israelíes. Se le quiere implicar como sea en el juicio del Tribunal Internacional sobre el asesinato de Rafik Hariri, cuando está aflorando poco a poco la implicación en este asunto de Israel y la CIA.

    Dictador quizas, pero qué sabemos de esta realidad. Hay que ver lo que está pasando en Libia, donde la sedicente rebelión está conformada por un montón de personajes dubiosos, apoyados por la «comunidad internacional», pero ¿y donde está el pueblo?

    Como dice Carmen Gurruchaga en su artículo, sabemos muy poco de lo que realmente pasa en estos países, a los cuales nos empeñamos a aplicar nuestra escala de valores que no tiene nada que ver con la de ellos. Cuidadin con esto!

  2. nira says

    ana NIRA a3icho fi españa wa asli amazighiya min maghreb wa atamana min koli 9albi an tantadiro 3ala al3arab li anahom cha3b 3indahom 9olobohom mohajara homa istawlaw 3ala chamal ifri9ya wa aydan istawlaw 3ala soria nchalah alah yansorkom

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