Bodas neoyorquinas

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Phyllis Siegel (dcha.), de 76 años, besa a Connie Kopelov, de 84, en la boda civil celebrada el domingo. / M. Appleton (Efe)

Una pareja de ancianas hizo historia este domingo al convertirse en el primer matrimonio homosexual de Manhattan. Phyllis Siegel, bibliotecaria jubilada de 76 años, y su ya esposa Connie Kopelov, activista y educadora laboral, también jubilada, de 84, sellaron legalmente una relación de más de 23 años.

"Estoy sin aliento. Casi ni puedo respirar", decía Siegel tras la ceremonia, realizada en la Oficina de la Administración Municipal de Manhattan. "Es alucinante, el hecho de que esto nos esté ocurriendo - que finalmente somos legales y podemos hacer esto como todo el mundo".

"Un día muy, muy feliz", decía con dificultad Kopelov, apoyándose en su andador.

Fueron 484 matrimonios los celebrados este domingo -de 659 licencias matrimoniales expedidas- en los cinco condados de la Ciudad de Nueva York durante el primer día de vigencia de la conocida como "Ley de Igualdad Matrimonial", aprobada por la Legislatura de Albany hace un mes.

Las oficinas municipales abrieron de manera extraordinaria por decisión del alcalde Michael Bloomberg, cuyo apoyo político y económico fue decisivo a la hora de aprobar la ley.

"Para mí, Estados Unidos siempre ha defendido la libertad de practicar la religión de cada uno", afirmaba en una entrevista con Christiane Amanpour, "de decir lo que se quiera decir, de hacer lo que uno quiera siempre y cuando no haga daño a otros".

Este domingo ofició su tercera boda como alcalde, después de casi una década al frente de la ciudad. A las ceremonias de su hija Emma y de su predecesor Rudy Giuliani, Bloomberg sumó la de dos de sus subordinados: Jonathan Mintz, comisionado de Asuntos del Consumidor, y John Feinblatt, asesor de política. Llevan 14 años juntos y son padres de dos niñas. Animados por el mismo Bloomberg intercambiaron votos frente a él en Gracie Mansion, residencia oficial del alcalde neoyorquino.

"Nueva York siempre ha significado igualdad", decía por su parte el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo. "Ha significado aceptación". Cumpliendo una promesa de campaña, Cuomo fue el principal artífice de la aprobación de esta ley en junio, mediante una cuidadosa y agresiva estrategia que convenció a un puñado de senadores estatales a cambiar de opinión en el tema e inclinar la balanza de manera decisiva.

Frente a sus oficinas de Manhattan, cientos de manifestantes mostraron su rechazo a estos matrimonios. "Le quiero decir al gobernador que ha traído la ira de dios a todo el Estado", decía una representante de la Iglesia Bautista Westboro, grupo extremista en contra de los derechos de la comunidad homosexual.

Nueva York es el sexto estado del país donde existe el matrimonio homosexual y el de mayor población donde se permiten.

Días antes de la entrada en vigor de esta ley en el Estado de Nueva York, el Senado en Washington comenzó una serie de audiencias para estudiar la revocación de la Ley de Defensa del Matrimonio, legislación aprobada por Bill Clinton que impide por el momento que estas uniones entre personas del mismo sexo tengan reconocimiento a nivel federal.

1 Comment
  1. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    ¡Ya era hora que, en el tan cacareado país más libre de la tierra -‘y parte del extranjero’- aquellos que deseen vivir su vida, a su manera, puedan hacerlo!
    Claro que, ese país de apariencias, en el que la única libertad, a mi entender, se traduce a la religiosa.
    Usted, yo o el vecino del quinto puede montarse un vaticano a su medida, que se le llenará de ciegos fanáticos, hasta los límites.
    De otra libertad que no sea la expresada, poco o nada puede contarse.
    Pues, amén.

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