Represión preventiva a la saudí

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El rey Abdullah de Arabia Saudí. / Wikipeida

Arabia Saudí ha optado por blindarse ante cualquier conato de revolución social mediante leyes que pueden costar penas de cárcel a cualquiera que haga uso de su libertad de expresión para criticar a la monarquía wahabí. Más que para proteger a sus ciudadanos, el nuevo proyecto de legislación antiterrorista redactado en junio parece expresamente diseñado para proteger a la dictadura y prevenir cualquier tipo de disidencia interna. Las ONG internacionales han emitido comunicados de condena. Y en lugar de mirar a otro lado, mentir o disimular sobre sus intenciones, el régimen saudí opta por boicotear a las ONG.

Le ha ocurrido a Amnistía Internacional, que obtuvo mediante una filtración una copia del plan legislativo y elaboró una dura crítica hacia el mismo: su web fue bloqueada por la dictadura del Golfo. "El acceso a la página web de Amnistía ha sido bloqueado por Arabia Saudí tras las críticas de la organización hacia un proyecto de ley antiterrorista que reprime cualquier protesta en el reino", lamentaba la ONG en un comunicado.

No le faltaban motivos a Amnistía para preocuparse. Según el proyecto saudí de Ley sobre Crímenes Terroristas y Terrorismo Financiero obtenido por AI, las autoridades pueden detener "potencialmente de forma indefinida" a sospechosos sin que haya cargos ni se prepare un juicio contra ellos. Eso les permitiría secuestrar ciudadanos mediante meras sospechas. Del mismo modo, el reino wahabí podría encarcelar hasta 10 años a cualquiera que cuestione la "integridad del rey Abdallah o del príncipe heredero Sultan bin Abdul Aziz".

Se trata de un proyecto de ley, según Amnistía, que "implica una seria amenaza contra la libertad de expresión en el Reino con la excusa de prevenir el terrorismo", denunciaba Philip Luther, viceresponsable de la organización para Oriente Próximo y el Norte de Africa. "Si es aprobada, se facilitará la vía para que incluso el menor acto de disidencia pacífica sea catalogado de terrorista y se arriesgue una masiva violación de los derechos humanos".

Además, la definición de "crímenes terroristas" resulta tan amplia que podría dar lugar a los abusos, a juicio de la organización, ya que se incluye en esa categoría acciones como "poner en peligro la unidad nacional", "saltarse la ley básica o alguno de sus artículos" o "dañar la reputación del Estado o sus posiciones". Es decir, estar en desacuerdo con la política del Gobierno saudí pasa a ser delito de terrorismo.

Cuando el documento original, en árabe, fue colgado en su página web, las autoridades saudíes bloquearon la página en el reino. También emitieron un comunicado tachando las preocupaciones de la ONG de "infundadas", "meras suposiciones" y "completamente sin fundamento", y justificando la necesidad de una nueva ley antiterrorista porque "los disturbios regionales poporcionan un caldo de cultivo para nuevas amenazas", en referencia a Al Qaeda. El fundador de esta organización fundamentalista, Osama bin Laden, era saudí.

Amnistía no tardó en encontrar la vía para propagar el inquietante texto en el reino de los Saud: colgarlo en su edición británica. Lejos de acallar el texto, la medida tuvo el efecto contrario. El bloqueo de la web de Amnistía se antoja ahora una medida contraproducente, ya que el reino petrolero de Arabia Saudí, aliado estratégico de Estados Unidos y Europa en Oriente Próximo, ha quedado así en el punto de mira de otras muchas organizaciones internacionales, que se dedican ahora a desglosar el proyecto de ley y criticar a las autoridades wahabíes. Es el caso de la Red Arabe de Información sobre Derechos Humanos, que ha emitido un duro comunicado al respecto.

Las violaciones de los Derechos Humanos son comunes en el reino wahabí -el único del mundo donde es oficial la interpretación más fundamentalista del Islam suní- donde las mujeres carecen de derechos, las torturas son habituales y la ley está supeditada a la Sharia o ley islámica, según denuncian las ONG. El poder de sus servicios de Inteligencia, empleados en la persecución de cualquier posible disidencia interna, explica que apenas se hayan registrado protestas en el reino durante la primavera árabe.

1 Comment
  1. Arnedo says

    Poco está en nuestra mano. Tal vez Europa pueda convertirse en un ejemplo para el mundo si consigue acoger y gestionar adecuadamente a los inmigrantes, y que éstos hagan de puente entre civilizaciones – Maalouf, Le Déréglement du Monde.

    http://josearnedo.blogspot.com/2011/07/jacques-attali-una-breve-historia-del.html

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