Mashal Tamo: «Seguiremos luchando por la libertad en Siria asesinéis a quien asesinéis»

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Manifestantes con retratos de Tamo y banderas kurdas, frente a la Embajada siria en Berlín. / Joerg Carstensen (Efe)

El asesinato de Mashal Tamo abre una nueva etapa en la rebelión popular de Siria. Tamo, que fue tiroteado el viernes en su casa en Qamisli, era uno de los principales líderes del recientemente creado Consejo Nacional, el principal organismo aglutinante de la oposición al Gobierno de Bachar al Asad. Incluso, en círculos opositores, se mencionaba su nombre como una de las personas que podría ponerse al frente en un hipotético proceso de transición.

Pero, sobre todo, Tamo representaba en el Consejo Nacional a los partidos kurdos, una población que, con más de dos millones de habitantes, suponen, aproximadamente, el 10 por ciento del total. Esta comunidad se ha distinguido siempre por su resistencia al régimen baasista, ha protagonizado en varias ocasiones revueltas generales, como la del año 2004, y cuenta con media docena de partidos clandestinos bien estructurados y con gran capacidad de movilización.

Tamo, ingeniero de profesión, tenía 53 años y seis hijos (cuatro chicos y dos chicas), uno de los cuales, Marcel, también resultó herido en el atentado. Igualmente fue alcanzada por los disparos Zahida Rashkilo, otra activista del Movimiento Futuro, el partido kurdo que Tamo dirigía y por cuyas actividades fue condenado el año 2008 a tres años de prisión.

Entre los partidos kurdos, el de Tamo se caracteriza por ser un firme defensor del Consejo Nacional, alianza a la que otros partidos acusan de no recoger entre sus reivindicaciones los derechos culturales y políticos de este pueblo. Estas diferencias han provocado que grupos árabes e islamistas integrantes del Consejo Nacional acusen, a su vez, a estos partidos de no participar con suficiente determinación en las protestas y de “hacer la guerra” por su cuenta.

Estatua de Hafez al Asad en Amuda, una de las destruidas en los nuevos disturbios. / Actualidad Kurda

Sin embargo, tras el asesinato de este dirigente, la población de la práctica totalidad de las ciudades norteñas, por donde se extiende esta minoría, se ha echado a la calle. En Qamisli, Mauda, Derbasiya, Hasaka, Malkiye, Kobani y en los barrios kurdos de Alepo, se han registrado violentos enfrentamientos con las fuerzas del orden, según informan varios sitios web de la oposición, que también informan de choques entre fuerzas militares y un denominado Ejército Libre de Siria. De acuerdo con estos medios, al menos una docena de estatuas de Hafez al Asad, padre del actual presidente, habrían sido destruidas por los manifestantes, y catorce personas habrían muerto en los diferentes funerales celebrados este sábado.

Las protestas también se han extendido a varias ciudades europeas, donde se han registrado concentraciones de protesta frente a las embajadas de Bruselas, Londres, Viena, Ginebra, Hamburgo y Berlín, al mismo tiempo que la Unión Europea y el Gobierno norteamericano condenaban el atentado y la escalada represiva de Damasco.

Por su parte, Actualidad Kurda  reproduce este vídeo (abajo) en el que se ve a Mashal Tamo en una de sus últimas intervenciones públicas. Tamo dice que se siente orgulloso de formar parte de la Revolución siria junto a los jóvenes kurdos y que esta revolución supone el deseo de construir una nueva Siria “moderna, civil, social… una siria para todos los sirios”. Después rechaza cualquier diálogo con el régimen, “con los que disparan contra el pueblo”. “No vamos a dialogar con los asesinos de Hamza”, enfatiza refiriéndose al niño cuya muerte desencadenó la actual oleada de revueltas, que ya se ha cobrado la vida de cerca de 3.000 personas. “Daríamos nuestra sangre y nuestra alma por ti, Hamza. Seguiremos luchando por nuestra libertad… hagáis lo que hagáis, asesinéis a quien asesinéis”.

Y, mientras en Siria se extienden las manifestaciones de ira por el nuevo asesinato, en una nueva muestra de apoyo a los regímenes dictatoriales de Oriente Medio, llega a Damasco una delegación compuesta por representantes de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua para manifestar su apoyo al régimen sirio. Según ha manifestado el ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, que, junto con el cubano Bruno Rodríguez, encabeza la delegación, quieren “rechazar todas las formas de intervencionismo que el imperio está realizando para aplicar el formato de Libia e ir a un proceso violento de cambio de régimen”.

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