El presidente de Estados Unidos Barack Obama anunció este viernes la retirada total de las tropas estadounidenses de Irak antes de final de año. Pondría así punto y final a un conflicto que comenzó su antecesor George W. Bush con la invasión de ese país en Marzo de 2003 en busca de unas armas de destrucción masiva que nunca se encontraron. En Diciembre de ese mismo año fue capturado su presidente Saddam Hussein, acusado por el gobierno estadounidense de vínculos terroristas. Tres años más tarde fue ejecutado tras ser condenado a muerte por un tribunal de ese país.
El fin de la guerra de Irak fue una de las promesas de campaña de Obama en 2008. Ya en el año 2002, antes de pasar por Washington, aún como senador estatal de Illinois, pronunció un discurso en contra de la intervención militar: "No me opongo a todas las guerras. Me opongo a las guerras tontas".
Obama, premio Nobel de la Paz, ha declarado el fin de esta guerra en otras dos ocasiones: el 27 de Febrero de 2009 y el 31 de Agosto de 2010. La guerra de Afganistán, que comenzó en 2001, tendrá que esperar unos años más, si bien Obama se comprometió a continuar con una retirada progresiva de las tropas de ese país.
"Al principio de mi presidencia, había aproximadamente 180,000 tropas desplegadas en las dos guerras. Para el final de este año, esta cifra se habrá reducido a la mitad, y no tengan dudas: Seguirá bajando".
Este último anuncio ocurría un día después de la muerte del líder libio Muamar Gadafi, después de una intervención militar de meses por parte de tropas rebeldes ayudadas por Estados Unidos y las fuerzas de la OTAN.
"El hecho de que puedo hacerme creer que al menos en Iraq no tendremos ningún otro estadounidense herido o muerto, es una buena noticia", dijo el legendario congresista demócrata de Harlem -y héroe de la guerra de Corea- Charles Rangel. "No sé que va a pasar con Afganistán, no sé a dónde vamos con Libia. No me gusta la idea de que haya gente que decida quién muere o quién vive sin que los estadounidenses al menos voten sí o no".
La relación de Estados Unidos e Irak, dijo Obama, "a partir del 1 de enero, y en consonancia con nuestro Acuerdo Marco Estratégico con Irak, será una relación normal entre estados soberanos, una alianza de igualdad basada en intereses mutuos y respeto mutuo".
Recientemente, algunos miembros del Congreso habían defendido mantener un reducido grupo de combate en Irak una vez concluido el conflicto. Sin embargo, no pudieron obtener del Parlamento iraquí garantías de inmunidad judicial para estos soldados. Eso sí, Obama dejó abierta la posibilidad de una prolongada presencia estadounidense que entrene a las fuerzas iraquíes.
Se estima que la guerra de Irak termina con un saldo de 4400 soldados muertos y un gasto de un billón de dólares para Estados Unidos.
Por fin!
Un billón de dólares para luchar contra la pobreza en los E.U.A. que van para los bolsillos de los elegidos. Empresas de armamento, seguridad, reconstrucción, etc.
Y, mientras tanto, coger una gripe es un auténtico drama para ciertos estadounidenses, que han de elegir entre un seguro médico o comer.
El fin de la clase media americana, ya consumado, sólo augura lo que está empezando a pasar en España.Por lo visto, no aprendemos del mal ajeno, desviada como está la atención hacia el pan y el circo. Esto demuestra que el «progreso» no siempre es a mejor.