Más allá del campamento

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Imagen de la acampada 'Ocuppy Wall Street' en Nueva York el pasado viernes. / Justin Lane (Efe)

Han aguantado el acoso policial, las amenazas de desalojo y hasta una prematura nevada de Octubre. ¿Pero cuánto más podrán resistir los "ocupantes" de Wall Street si las condiciones del Parque Zuccotti continúan deteroriorándose?

"Despreciable", es como calificó el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg los informes que apuntaban la semana pasada a que los manifestantes acampados no reportan a las autoridades supuestos delitos cometidos en el parque. De ser verdad, decía Bloomberg, los manifestantes están poniendo en peligro la seguridad de Nueva York.

Bloomberg continúa apoyando el derecho de los manifestantes a expresarse. Sin embargo, sus órdenes municipales no van encaminadas a facilitar una acampada duradera que no para de darle dolores de cabeza. Y es que no son sólo los vecinos los que se quejan; ahora también los negocios de la zona, que dicen haber perdido clientela y ya comenzaron a despedir a muchos de sus empleados.

El acoso también se sufre desde algún sector de la prensa. Día tras día, el tabloide New York Post -propiedad del magnate de medios Rupert Murdoch- ataca en sus páginas el movimiento popular con relatos de violaciones nocturnas, peleas sangrientas y anarquía absoluta. La noble acampada se deteriora con el tiempo, y muchos ven necesario un rápido cambio de rumbo en la estrategia de presión.

"Sí, O. W. S. ha 'cambiado la conversación'", escribía la semana pasada Hendrik Hertzberg en la revista New Yorker. "Pero los hechos valen más que las palabras, por muy necesarias que éstas sean. Al final, inevitablemente, la ruta para un cambio real tiene que pasar por la política -la política estadounidense de un sistema electoral de dos partidos, roto, terrible e inmutable, el único que tenemos. El Partido del Té lo sabe. ¿Y los 'ocupantes'?"

Quizá no, podría ser la respuesta. Los datos de un reciente sondeo del canal de noticias NY1 muestran que un 48% de votantes registrados en el Estado de Nueva York piensa que el Partido del Té tendrá más influencia en los comicios presidenciales de 2012, frente a un 38% que opina que tendrá más impacto "Occupy Wall Street". Y si bien los acampados dicen representar al 99% de la población, este sondeo parece restarles unos cuantos puntos: sólo un 44% de estos votantes dice apoyar el movimiento.

Ese apoyo podría ir disminuyendo si no se levantan pronto las tiendas de campaña, algo que no tendría que significar el final de la lucha.

"No es un movimiento que está basado sólo en un parque", dice Ángelo Falcón, presidente del Instituto Nacional de Política Latina. "Yo creo que es una cosa más amplia", añade. "Eso es lo interesante, las ideas que están saliendo de este movimiento en término de la crítica a la de la sociedad americana y de la economía americana, de las corporaciones".

En estas siete semanas de acampada, "Occupy Wall Street" y sus movimientos paralelos por todo Estados Unidos han actuado de pizarra blanca donde millones de ciudadanos han plasmado sus frustraciones con el sistema económico y social. La perseverancia de unos cientos de acampados en un puñado de ciudades ha mantenido viva la llama de la protesta y ha provocado continuas adhesiones.

"La cosa es ver si se ha arraigado el movimiento lo suficiente como para tener otras estrategias de manifestación política", sentencia el investigador de Hunter College Carlos Vargas Ramos.

1 Comment
  1. Jonatan says

    Los OWS se creen autores de un invento genial y pasan de documentarse y ponerse de acuerdo con los primeros en manifestarse: el 15M. La sociedad norteamericana tiene tan asumido que no hay nada de valor fuera de los USA que ni siquiera sus elementos rebeldes critican tal pensamiento. Si fracasan, les estará bien empleado; claro que es una pena porque fracasamos todos con ellos.

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