«Mis hijos fueron a comprar gasolina y el Gobierno turco los ha matado sin piedad»

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Numerosas personas fueron a recibir los cuerpos, cubiertos de mantas y transportados en mulos desde el lugar en el que se produjo el ataque. / Efe-Ihlas

La muerte de al menos 35 jóvenes contrabandistas debido a un “error operacional” de la aviación turca ha provocado una oleada de protestas tanto en Turquía como en otros países donde hay importantes comunidades kurdas. El Partido por la Paz y la Democracia (BDP), que defiende los intereses de este pueblo y que controla numerosos ayuntamientos en el sureste de Turquía, ha declarado tres días de luto y ha responsabilizado al Gobierno del islamista AKP (Partido del Desarrollo y la Justica) de lo ocurrido.

Nada más conocerse la masacre, se registraron enfrentamientos con la Policía en varias ciudades, de forma especial en Istanbul, Diyarbakir, Yuksekova, Sirnak y Uledere, estas dos últimas muy próximas a Ortasu, la localidad fronteriza con Irak de la que procedía la práctica totalidad de los muertos. El diario turco de lengua inglesa Turkish Daily News, en su versión digital, hace referencia al cierre de comercios en las provincias de mayoría kurda y otras informaciones se refieren al boicot a las clases por los estudiantes de primaria y secundaria. Por su parte, el primer ministro de la región autónoma kurda de Irak, Barham Saleh, ha calificado este ataque de “aberrante” y ha pedido al Gobierno turco que ponga fin a “este trágico conflicto sin sentido”. En esta región de Irak, igualmente habitada por población kurda, se han registrado varias manifestaciones, una de ellas frente al Parlamento regional, en la ciudad de Arbil, y organizaciones del exilio han convocado concentraciones de protesta.

A medida que se van conociendo los detalles de lo que el AKP califica de “error operacional” aumenta la magnitud de la tragedia. De acuerdo con los datos facilitados por las agencias Firat y AK News, ambas especializadas en esta zona de Oriente Medio, prácticamente todos los muertos eran jóvenes y pertenecientes a una misma familia. De los 35 cuerpos identificados, 29 llevan el mismo apellido (Encu) y 13 de ellos serían menores de edad, algunos incluso con solo 12 años.

La Policía persigue a un manifestante en Istanbul tras la masacre. / Efe-Tolga Bozoglu

La caravana de contrabandistas, que suelen utilizar mulos para transportar las mercancías, estaba compuesta por 50 personas y regresaban de Irak durante la madrugada del 29 de diciembre cuando fueron alcanzados por las bombas. Varios de los cuerpos habrían quedado fragmentados por las rocas y al menos dos de los jóvenes habrían sobrevivido.

Según la explicación dada por el Ejército, el grupo fue detectado por uno de los aviones espía no tripulados, que están capacitados para detectar fuentes de calor en cuerpos de humanos y animales. Una vez contrastada esta información con los datos en posesión de los servicios de inteligencia, se llegó a la conclusión de que se trataba de una columna de terroristas, como se denomina oficialmente a los guerrilleros del PKK, que se disponía a atacar puestos y bases fronterizas, por lo que se dio la orden de bombardearles. En otro comunicado oficial, uno de los comandantes del PKK, Bahoz Erdal, ha negado este extremo, asegurando que ninguna de sus unidades estaba actuando por esa zona.

Como han explicado las autoridades locales y los familiares de los muertos, en esta parte de Turquía no existe otra forma de ganar dinero que el contrabando con Irak, un hecho suficientemente conocido por el Ejército y la Policía. La agencia Firat News revela el detalle de que uno de los niños muertos, Aslan Encu (12 años), se había unido a la caravana para poder comprar, con el dinero que ganara, una prótesis para su hermano mayor, de 14 años, ya que había perdido una pierna al estallarle una de las numerosas minas antipersonal sembradas a lo largo de la línea divisoria. “Tenemos que hacer contrabando; aquí no hay otra posibilidad”, dice Zahide Encu, su madre, que fue incapaz de reconocer a su hijo debido a que estaba totalmente calcinado, igual que la mayoría de los otros cuerpos. Para ella, quienes han matado a estos jóvenes “no creen en Dios ni son musulmanes porque el islam no permite matar a la gente con aviones de combate”.

Mercu Encu, madre de Servan Encu y de Nevzat Encu –ambos también menores de edad-, se lamentaba llorando de la muerte de sus hijos: “Mis hijos fueron a comprar gasolina y el Gobierno les ha matado sin piedad; están calcinados. ¿Por cuál de ellos lloro ahora?” Ayaz Encu, otro de los familiares, realizaba un llamamiento para que el resto del mundo viera “el verdadero rostro de Turquía y del AKP”, el partido que Gobierna el país bajo el liderazgo del primer ministro Tayip Erdogán.

La familia iraquí muerta en el bombardeo turco de agosto. / Kurdistanonline

Aunque el Ejército y el Gobierno turco se esfuerzan en presentar la matanza como un hecho aislado y excepcional, la realidad es que son numerosas las denuncias por los contrabandistas, pastores o simples civiles muertos debido a los disparos o bombardeos de la aviación turca sobre toda la franja fronteriza iraquí que limita con Turquía.

En un reciente informe de Human Rights Watch se citan nueve localidades del norte de Irak que han quedado prácticamente deshabitadas por temor a estos bombardeos, obligando a sus habitantes a instalarse en campamentos o residencias provisionales. También recuerda esta organización humanitaria que otro avión turco alcanzó el 21 de agosto pasado un vehículo en el que viajaban siete miembros de una misma familia, cuando se trasladaban de la localidad de Bole a la ciudad de Rania, pereciendo todos en el ataque. Esta matanza provocó que en la ciudad de Arbil se creara un comité legal con el objeto de presentar una denuncia internacional contra el Gobierno turco por “crímenes contra la Humanidad”.

En términos parecidos se refería, en el verano de 2010, el alcalde de Hakkari a las continuas muertes de contrabandistas tanto en los pasos fronterizos con Iran como con Irak, teniendo el convencimiento de que muchas de estas muertes, que por lo general pasan desapercibidas y que también son frecuentes en la frontera entre Irán e Irak, no son accidentales.

2 Comments
  1. rick says

    Si es peligroso andar por ahi, que no vayan!!!, que tienen que hacer los curdos esos en carreteras que usan los terroristas?: voy a descifrar una Verdad que el Ejercito Turco no se atreve a decir : algunos de esos contrabandistas son terroristas, y usaban esa ruta proque la conocen bien.

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