Behruz Khaligh: «Jamenei impide un acuerdo entre Obama y Ahmadineyad»

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Behruz Khaligh: "En Irán están gobernando los pasdaranes" / Manuel Martorell

Behruz Khaligh es uno de los dirigentes históricos de la oposición iraní. Líder de la Organización de los Fedayines del Pueblo-Mayoría, fue encarcelado primero durante el reinado del Shah Reza Pahlevi y después ya con Jomeini en el poder. Su partido jugó un papel clave en la Revolución de 1979 y actualmente se considera integrante del Movimiento Verde, dentro del cual intenta establecer puentes entre la clase media y el ascendente movimiento obrero iraní. De visita en España para explicar a partidos de izquierda su visión de los actuales acontecimientos en la República Islámica, asegura que la actual polémica nuclear está ampliando la división entre Alí Jamenei y el presidente Ahmadineyad, cuya línea pragmática quedó derrotada en las recientes elecciones iraníes ante la corriente fundamentalista del Guía de la Revolución.

En las últimas elecciones iraníes, Ahmadineyad fue derrotado por Jamenei. ¿Quién está gobernando Irán en estos momentos?

El Gobierno está en manos de los pasdaranes y de Jamenei, que les ha abierto las puertas para que se hagan con el poder político y social del país. Ellos son los que están gobernando en estrecha colaboración con Jamenei. Desde que Jamenei asumió la función del velayat-e-faquih (poder religioso absoluto) se ha apoyado más en los pasdaranes que en el clero. Han asumido un papel que va más allá de lo puramente militar, teniendo un peso determinante en asuntos económicos, culturales… en todos los sentidos; están jugando un papel fundamental sobre todo en materia de seguridad y en los sectores del petróleo y del gas.

¿Qué diferencias hay entre Ahmadineyad y Jamenei?

Al principio de su mandato, Ahmadineyad seguía las directrices de Jamenei. Después ha intentado formar su propia corriente política haciendo una mezcla entre la religión y los sentimientos nacionalistas de los iraníes. Ha ido formando su propio poder a la sombra de Jamenei, colocando sus peones en puestos clave para evitar o dificultar una posible destitución, y esto ha terminado enfrentándole con Jamenei. Es lo que ocurrió cuando Ahmadineyad destituyó al ministro de Inteligencia, Heidar Moslehi. Jamenei le obligó a restituirlo en el cargo y, además, acusó a Mashei, principal asesor de Ahmdineyad, de desviacionismo religioso. Jamenei intenta crear un modelo de Estado religioso para toda la región y sigue considerando a EEUU como el principal enemigo de la Revolución. Ahmadineyad, sin embargo, quiere resolver sus problemas con EEUU, por ejemplo con el asunto del programa nuclear, pero lo quiere hacer según su criterio porque sabe que quien resuelva este problema tendrá una gran fuerza popular.

¿Quiere decir que Jamenei impide un acuerdo entre Obama y Ahmadineyad?

Sí. Jamenei necesita que haya un enemigo exterior, necesita decir que EEUU es la principal amenaza para Irán porque ha creado una cultura antinorteamericana que ha calado sobre todo en las clases más bajas,  a las que puede movilizar contra cualquier intento de regularizar las relaciones con Estados Unidos. Por esta razón todos los mensajes que Obama ha dirigido a Ahmadineyad han tenido una respuesta negativa.

¿Cómo está reaccionando Ahmadineyad?

Ahmadineyad es una persona que surge de la ultraderecha, de los basijis, de los pasdaranes… No tiene una base social como Jamenei. Por eso está intentando formar esa base social a través de medidas populistas como los subsidios o las ayudas a la vivienda. Por otro lado intenta controlar los organismos y puestos clave nombrando a personas de su confianza para preparar las próximas elecciones presidenciales. Ahmadineyad no se puede presentar porque ya ha agotado los dos mandatos presidenciales permitidos, pero puede presentar como candidatos a personas cercanas a sus posiciones, haciendo algo parecido a lo que Putin ha hecho en Rusia con Medvedev… políticos como Malekzadeh, Mashaie u otros ahora no conocidos. Ahmadineyad tampoco era muy conocido cuando fue elegido presidente; los seguidores de Ahmadineyad están “tocados” pero no han sido eliminados.

Tras las grandes movilizaciones de 2009 y 2010, da la impresión de que el Movimiento Verde se ha desintegrado…

El Gobierno logró reprimir al Movimiento Verde con la ayuda de los pasdaranes y los basijis pero eso no quiere decir que haya desaparecido o haya perdido fuerza. Utilizan otras formas de protesta y están a la espera de una nueva ocasión para salir a la calle. Nosotros nos consideramos integrantes del Movimiento Verde y estamos intentando establecer una relación entre el Movimiento Verde y el Movimiento Obrero, porque el Movimiento Verde, que está integrado fundamentalmente por gente de la clase media, no se puede enfrentar solo con el régimen.

Behruz Khaligh, durante la entrevista en Madrid. / M. M.

Ha calificado a Ahmadineyad como de ultraderecha, pero desde posiciones de izquierda, sobre todo en América Latina, se le apoya incondicionalmente. ¿Qué opina de esto?

Lamentablemente es cierto. El apoyo de la izquierda radical a Ahmadineyad se debe, fundamentalmente, a su política antinorteamericana y anti-israelí. Creo que esta izquierda radical no está bien informada. Lo consideran como una persona de izquierdas cuando, en realidad, sus posiciones políticas y socioeconómicas están en la ultraderecha, son totalitarias. Por ejemplo, a nivel cultural mantiene un poder absoluto. Muchos medios de comunicación han sido clausurados, libros que ya eran legales en Irán han sido censurados; en el cine y en el teatro pasa lo mismo. En las universidades hay un terrible ambiente de represión…; la mayoría de las organizaciones no gubernamentales han sido prohibidas.

 ¿Qué les diría a dirigentes que mantienen esta posición, como Fidel Castro, Hugo Chaves, Rafael Correa o Daniel Ortega?

Hemos mandado una carta precisamente a las personas que ha citado preguntándoles por qué defienden un régimen que reprime a la izquierda y a los movimientos sociales, que detiene y ejecuta a sus activistas, que ha ejecutado a cientos de militantes de izquierda. En esa carta les hemos pedido que dejen de apoyar a Ahmadineyad.

¿Por qué un país con tantas reservas de petróleo y gas necesita la energía nuclear?

Irán tiene otros recursos para sustituir a la energía nuclear. La polémica es una operación para encubrir sus intenciones militares. El objetivo fundamental de este programa es militar. No es algo nuevo. La idea de construir la bomba atómica ya se planteó durante la guerra entre Irán e Irak. Entonces el comandante en jefe de los Pasdaranes, Mohsen Rezai, escribió una carta a Jomeini proponiendo su fabricación. En diferentes ocasiones se ha hablado de este proyecto, que continuó con Rafsanyani y Jatami; incluso se contrataron científicos rusos y paquistaníes de forma clandestina. Si realmente se tratara de un programa para uso civil, Irán debiera facilitar la información y permitir la supervisión de la ONU.

¿Qué puede hacer la comunidad internacional para evitar que Irán fabrique la bomba atómica?

Debe haber una presión política, por ejemplo en las negociaciones 5+1 que Irán ha aceptado de nuevo. Desde luego, la solución no es un ataque militar. Tampoco es segura la destrucción de todas las instalaciones militares porque no hay solo una; además, son secretas y subterráneas. Tampoco se quedaría en una acción limitada porque la República Islámica responderá, existiendo el peligro de una guerra regional, con efectos destructivos para todos los países de la zona, no solo para Irán. Por estas razones, toda la oposición y la mayoría del pueblo iraní están en contra de una acción militar.

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