Libertad para las 'novias de la paz'

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Campaña para la liberación de las cuatro jóvenes. / Freedom Days Syria

Sus rostros se están convirtiendo en un nuevo icono del movimiento no violento que impulsó la revolución siria, en un símbolo de los valores que originaron el levantamiento inicial transformado, gracias a la presión del régimen y de las potencias extranjeras, en una guerra civil. La abogada y conocida activista Rima Dali, de 33 años, y sus amigas Rowa Jafar, Kinda y Loubna Zaour, ambas hermanas, tuvieron el atrevimiento de manifestarse el pasado 21 de noviembre en el mercado Medhat Bashra de Damasco vestidas de novia, enarbolando pancartas con las siguientes frases: "Siria es para todos. 100% sirios". "Por el bien de Siria, la sociedad civil pide que cesen todas las operaciones militares. 100% sirios". "Vosotros estáis cansados y nosotros estamos cansados. Queremos vivir. 100% sirios".

Su especial atuendo y el rojo de las pancartas era una forma de atraer toda la atención posible a su mensaje, y reivindicar el carácter no violento de su particular protesta. De nada les valió. Las fuerzas de Seguridad procedieron al arresto inmediato de las cuatro activistas, conocidas por haber dedicado años a la lucha por los Derechos Humanos en su país, por manifestarse y hacer uso de su libertad de expresión. Desde entonces nada se sabe de las cuatro jóvenes, apodadas por círculos de activistas como las novias de la paz.

No es la primera vez que Rima Dali es arrestada por las autoridades sirias. El pasado abril, la abogada alauí, original de Latakia, protagonizó otra original protesta: vestida con atuendo rojo salpicado por manchas blancas que pretendían simbolizar la sangría siria, enarboló otra pancarta delante del Parlamento que rezaba “Detengan los asesinatos. Queremos construir un hogar para todos los sirios”. Fue detenida junto a sus acompañantes y durante dos días estuvo en prisión. La presión mediática -se escribieron numerosos artículos sobre ella, apodada tras el episodio la Caperucita Roja- logró su liberación. Es una de las iniciadoras del movimiento Cesad los asesinatos, que tiene como objetivo poner fin a las muertes  por todas las partes en liza y trata de revitalizar el movimiento de protesta no violento, eclipsado por los enfrentamientos armados.

El hecho de pertenecer a la minoría religiosa del régimen hace temer a los activistas que Rima sufra especialmente por su osadía. Pero ella no es una excepción: las hermanas Zaour son drusas, originarias de Suweida. Rowa Jafar es una artista ismailí de 23 años procedente de Salamiya, y las cuatro reflejan el espíritu secular del levantamiento social contra la dictadura. Ellas también representan a un grupo social cada vez más marginado por la violencia, aquellos manifestantes pacíficos que siguen defendiendo los métodos no violentos. El Grupo de Sirios Libres, una organización surgida en el corazón druso de Siria -de donde proceden Kinda y Loubna- ha emitido un comunicado de apoyo pidiendo la liberación de las activistas, y en las redes sociales varios grupos están extendiendo la noticia de su captura originando un movimiento fotográfico en el que personas de todo el mundo cuelgan fotos de sí mismos vestidos de blanco con pancartas rojas y blancas que reflejan el mensaje de las cuatro detenidas.

"Dado que el número de civiles masacrados por el régimen aumenta a un ritmo espantoso desde que comenzó el levantamiento en marzo de 2011, muchos sirios creen que la resistencia armada no sólo es el único camino para derrocar al régimen, sino que también defienden la necesidad de la autodefensa. Lo que opinamos en Días Libres de Siria, junto a las cuatro novias de la paz, es que hay una alternativa ética a la vía militar de la resistencia, una alternativa que puede derrocar al régimen si se generaliza, organiza y es persistente", se ha pronunciado el citado grupo en Facebook.

Días Libres de Siria, una red que agrupa a diferentes movimientos no violentos en Siria, ha emprendido también diversas campañas para lograr la liberación de las cuatro mujeres y exigir la libertad de todos los presos de conciencia sirios. Las estimaciones más conservadoras hablan de 33.400 personas encarceladas por sus ideas políticas, de las cuales 500 son mujeres. Sin embargo, es imposible tener cifras concretas dado que el Ejecutivo  sirio no las proporciona. En un informe emitido en octubre por Amnistía Internacional, donde pedía la liberación de todos los presos de conciencia, la ONG advertía que "las fuerzas de Seguridad sirias han conducido una vasta y sistemática campaña de tortura de detenidos en todo el país. Antiguos presos, entre ellos desertores, han denunciado torturas, incluidos abusos sexuales, que incluyen violación, aplicación de electroshocks en los genitales así como otras partes del cuerpo, golpes con varas y cables -especialmente en zonas sensibles del cuerpo-, quemaduras y desnudo obligado". 

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