«Me llamo Zanyar Moradi, tengo 21 años y me encuentro en el corredor de la muerte»

13
Cartel para detener las ejecuciones de Zanyar (izquierda) y Loghman Moradi (derecha). / Freedom Messanger

Así inicia Zanyar Moradi su llamamiento “a todas las personas del mundo con mi edad” para evitar lo que considera una inminente ejecución de la sentencia a muerte junto a su primo Loghman Moradi por ser “enemigos de Dios” y bajo la acusación de haber asesinado al hijo del imam responsable de la plegaria de los viernes en la localidad iraní de Marivan.

“Me desespero pensando en la muerte; no quiero ser enterrado con mis sueños. Me llamo Zanyar Moradi y en estos momentos me encuentro en el corredor de la muerte, en mi celda de la prisión de Karaj (Irán). Quisiera dirigirme a vosotros, jóvenes de Europa y América, jóvenes que vivís en Japón, Australia, Francia, África y en otras partes del mundo. ¡Por favor, no permitáis que me cuelguen!”, dice en su dramática carta abierta.

Después este joven se pregunta: “¿Este mundo puede ser tan cruel como para presenciar cómo quedamos colgados los dos, mi primo y yo, de una grúa en plena calle y no decir nada, y no hacer nada? Soy consciente de que solamente estoy expresando mi miedo y mis ruegos a través de internet. Pero dadme unos minutos, unos segundos de vuestro tiempo y escuchadme. Resulta muy duro hacer frente a la muerte con 21 años, vivir cada día con la pesadilla de la muerte, echarse a temblar cada vez que oigo unos pasos que vienen para llevarme”.

Zanyar y Loghman fueron detenidos a finales de 2009 pero durante meses solo fueron acusados de contactos con agentes británicos y de militar en la organización Komala (Sociedad), la rama kurda del Partido Comunista de Irán. Cuando había transcurrido casi un año y medio de su detención, se les añadió a estos cargos iniciales el asesinato de Said, hijo de Mustafa Shirzadi, principal clérigo musulmán de Mariván, ciudad situada en la región del Kurdistán iraní, muy próxima a la frontera de Irak.

Según han reiterado tanto los dos reos como sus respectivas familias, firmaron la declaración inculpatoria al no poder soportar las torturas. El 22 de diciembre de 2010 fueron condenados a muerte por el juez Salavati, de la Sección 15 del Tribunal Revolucionario de Teherán en una sesión judicial que apenas duró un cuarto de hora; el abogado defensor no pudo hacer nada para demostrar su inocencia.

Eqbal Moradi, denunciando la venganza del régimen iraní al condenar a muerte a su hijo Zanyar. / Iranhrdc

Eqbal Moradi, el padre de Zanyar, ha explicado también en varias ocasiones que en Mariván todo el mundo, incluido el propio imam Shirzadi, sabe que estos jóvenes no cometieron el crimen, que a los responsables hay que buscarlos entre los mandos locales del régimen.  De hecho, cuando el imam fue llamado por el tribunal para comunicarle la sentencia, se negó a recogerla alegando sus dudas de que los detenidos fueran los asesinos de su hijo.

Osman Moradi, el padre de Loghman, ha explicado que durante los primeros 16 meses en la cárcel nunca oyeron la acusación de asesinato. Después, trasladados una vez más al Ministerio de Inteligencia, continuaron las torturas durante 25 días hasta que confesaron el  nuevo “delito”.

Zanyar Moradi también se refiere en su misiva a las torturas que les infligieron para que firmaran la declaración usada como prueba en el juicio: “Fui encarcelado hace tres años. Fuimos torturados durante nueve meses. Nos golpearon tanto que no podíamos andar. Aun me quedan secuelas de la tortura; tengo dolores de espalda y dos vértebras fracturadas. Los torturadores nos dijeron que si no lo confesábamos todo nos violarían. Terminamos por firmar lo que nos pusieron delante. Ahora estamos a la espera de ser colgados de una cuerda hasta la muerte en una calle de Teherán o de Urmie.”

A continuación habla de su convencimiento de que la ejecución está próxima: “Nos han dicho que todo está listo para la ejecución pero que el verdugo ha estado enfermo los cuatro últimos días. No puedo dormir por la noche y por eso he decidido ayudarme escribiendo esta carta. Haced algo, por favor; no dejéis que nos ejecuten. Usad vuestra juventud, vuestra creatividad; que el régimen sepa que no estamos solos. Por favor, mostrad vuestra repulsa contra esta sentencia; si protestáis, si expresáis vuestras quejas, nosotros las oiremos”.

Zanyar se despide con la esperanza de que esas protestas paren in extremis la ejecución y firma la carta el 4 de enero de 2013 en la prisión de Rajaei-Shahr, un centro penitenciario situado en la ciudad de Karaj, a una veintena de kilómetros de Teherán y de siniestra fama por la continua ejecución de presos políticos. (La página web que reproduce la carta, facilita los e-mail de Catherine Ashton, responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea y del Guía de la Revolución, Alí Jamenei para dirigir los mensajes contra esta ejecución de la sentencia)

Tras la sentencia, a comienzos de 2011, fueron llevados de nuevo ante el juez, quien intentó que reconocieran el delito, ofreciéndoles la posibilidad de arrepentirse y solicitar el indulto, una maniobra a la que se negaron ya que eso suponía reconocer los cargos. “¿Cómo vamos a arrepentirnos y solicitar el indulto cuando no hemos cometido ningún crimen?”, contestaron. Según informaron en su momento sus familiares, fueron devueltos en medio de insultos a la celda, donde continuarían las presiones para que presentaran la solicitud de clemencia y el consiguiente arrepentimiento.

El 2 de febrero de 2011 presentaron recurso de casación ante el Tribunal Supremo y el 24 de abril se presentó en la cárcel un agente judicial para que ampliaran su declaración. Tampoco sirvió de nada porque la sentencia fue ratificada por la máxima instancia judicial.

En opinión de Eqbal Moradi, se trata de una venganza del régimen porque su familia es muy conocida por su oposición a la República Islámica. Él mismo estuvo cinco años en la prisión de Sanandaj; puesto en libertad, cruzó la frontera y se asentó en la región kurda de Irak, donde vive exiliado desde hace más de una década. Incluso ha sufrido varios intentos de asesinato de agentes iraníes, que ahora quieren vengarse en su hijo. “El Ministerio de Inteligencia quiere ejecutarlos sea como sea, incluso aunque el padre de la víctima dude de que Zanyar y Loghman sean los asesinos”.

13 Comments
  1. Unitario says

    Aunque hubieran cometido ese crimen, no merecen una condena semejante.

    En fin, ¿qué añadir? Todo régimen totalitario es criminal por naturaleza. Si ese totalitarismo es, además, de base religiosa, su crueldad crece exponencialmente.

  2. VendeHumo says

    Que malos son los Iranies…. Cuidado con esto porque en otros paises entran a colonizarlos matando a niños indefensos por mentiras y nadie dice nada.

  3. Elvira Tricás says

    ¡No a la pena de muerte!! ¡¡En cualquier país y por cualquier causa!!

  4. Julios san says

    La muerte de la inocencia,será contada por los verdaderos culpable,no se puede permitir
    No a la pena de muerte en un mundo rica en ella y pobre en humanidad

  5. yolanda olivares says

    Muy buen reportaje, Manuel demos a conocer como se violan los derechos humanos de los iranies de una forma tan comun e impune, un saludo.

  6. Libertad says

    Si en cada país o cultura quieren colgar a alguien es decisión de sus ciudadanos y de nadie más.
    Un poco más de justicia no vendría mal en ciertas partes del mundo.

  7. janet says

    por favor estan cometiendo injusticia denle oportunidad no sean crueles ustedes pueblo no permitan tal injusticia que mañana se la pueden aplicar a usted!….. tomen axion.

  8. janet says

    pueblo ciego abran sus ojos y actúen por que día de mañana te puede tocar a ti,

  9. paco otero says

    No, no es una de mis bufonadas,ni tampoco la primera vez que me pasa.me siento culpable de todos los perseguidos,y asesinados en Iran,mujeres, homosexuales ateos etc etc.Si,me siento responsable cuando con una ligereza estúpida y pretendiendo ser moderno y muy revolucionario,apoye apoyamos al movimiento integrista de Jomeini…HOY en nuestro país muchos jóvenes con buena intención están siendo manipulados por integrismos laicos disfrazados de revolucionarios.

  10. paco otero says

    EN aquel PARIS de los años setenta cuestionar a JOMEINI desde nuestras posturas de izquierda era un sacrilegio (laico), de la misma manera que simplemente cuestionar hoy la estrategia del 15-M O EL 25-S.como escribía H. Teglen…la historia no se repite, pero se parece.

  11. Javier Dominguez gonzalez says

    No es de extrañar que el regimen Irani, utilece el miedo y la venganza para poder afianzarse en el poder, ultimamente he estado en Iran (Teheran) y veo que las mezquitas ya no atraen a las personas, por lo que el poder de los ayatolas a pesar de la gran propaganda que se gastan, no dudo que los jueces formen parte de esta mascarada, y en lugar de jueces sean ejecutores aparados por la «LEY».

  12. Juan Santos Matin says

    En el año 1975 tuvimos las últimas ejecuciones políticas en España. El mundo entero fue un clamor de protesta. Ello no impidió al dictador moribundo y su corte de llevar a cabo la sentencia. Nosotros esperamos que este ejemplo detenga la mano del verdugo y no se repita porque la sangre de las víctimas inocentes caerá, tarde o temprano sobre ellos.

Leave A Reply