El próximo 1 de enero Colorado se convertirá en el primer estado en consentir el consumo recreacional de marihuana abriendo la puerta a un negocio millonario. La legalización de la marihuana ha sido durante décadas un motivo de debate en los EEUU. Desde Roosevelt a Jimmy Carter, pasando por el propio Nixon, pocos presidentes se han librado de enfrentarse a un debate que Reagan consiguió llevar hasta su máximo esplendor tras aprobar una ley que permitía la cadena perpetua para pequeños camellos reincidentes.
Pero si hace veinte años el 80% de los estadounidenses le hubieran dado la razón a Reagan, las últimas encuestas demuestran que la mayoría del país cree que ha llegado la hora de legalizar esta droga. Un cambio paulatino que comenzaba en 1993, cuando California se convertía en el primer estado en aprobar la venta de marihuana medicinal, y que terminaba el pasado 5 de Noviembre tras el triunfo de varios referendums por todo el país.
La legislación de Denver es histórica porque regula todo el proceso de la venta, desde la semillas al dispensario, y porque es la primera que tasa la droga. Empeñados en sacar beneficio a su legislación, los habitantes de Denver aprobaban el mes pasado un altísimo impuesto sobre la venta de cannabis cuyos beneficios serán destinados a construir escuelas.
Denver espera convertirse también en el Disneyworld de la droga blanda con cientos de negocios floreciendo alrededor de la marihuana y nuevas formas de consumo en camino. Las ofertas para los cana-turistas incluyen ya desde clases de cocina para hacer galletas de marihuana hasta una nueva línea de cigarrillos electrónicos que permitirán a los usuarios controlar la dosis de cannabis que quieren en el cuerpo. En números exactos se calcula que en el 2014 los negocios relacionados con la marihuana crecerán en Colorado un 1600%, generando una bolsa de diez mil millones de dólares en los próximos cuatro años.
Imponer impuestos sobre la marihuana legal ha sido durante décadas una de las soluciones lanzadas desde los grupos de apoyo a esta droga que defienden que la despenalización ahorraría al Estado dinero y dolores de cabeza.
Según un estudio de la Universidad de George Mason, si EEUU legalizara el consumo de cannabis el gobierno podría ahorrarse en policías trece mil millones de dólares al años y ganaría otros mil trescientos millones adicionales con impuestos. Otros estudios creen que los impuestos sobre el cannabis nunca cubrirían los efectos de la droga, del mismo modo que el gravamen sobre el tabaco sólo alcanza para pagar un 20% de las enfermedades derivadas de la nicotina.
En el caso de Denver la llegada de la marihuana viene acompañada de una mejora del mercado laboral. Este mes el periódico local The Denver Post contrataba al primer editor de la historia en temas de marihuana e iniciaba una búsqueda para conseguir un crítico de cannabis. El puesto, por cierto, sigue abierto…
lo veo muy bien la legalización
asi se les acaba el chollo a los traficantes–
Tienen sentido práctico, a pesar de todo. Pero los impuestos se gravan, no se «imponen». Y «adicionales» es una palabreja que encanta a los anglohablantes y que nosotros no necesitamos en la frase. El post, muy interesante.
Puedo escribir en Inglés pero intentare primero en español..que es mi lengua materna…Tal vez pueda ayudarlos con el trabajo de Editor en esos temas sobre marihuana…si se puede argumentar y muy bien en contra del consumo de marihuana..trabajo como Psicólogo en esa área..tengo 20 años de experiencia…y puedo afirmar y sostener con argumentos que no es inocuo el consumo de marihuana..y que es irresponsable afirmar lo contrario..Bueno tratare de comunicarme…por este y otros medios…