Los parlamentos catalán, vasco y navarro se suman al clamor internacional por Kobani

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Concentración, el 11 de octubre, frente al consulado turco de Barcelona en apoyo de Kobani. / kurdiscat.blogspot.com

Definitivamente, Kobani, la ciudad asediada por los yihadistas y defendida por las YPG (Unidades de Defensa Popular), se ha convertido en el símbolo mundial de la lucha contra el Estado Islámico.

Pocas crisis internacionales han unido en una misma causa a países con intereses tan distintos como EEUU, Rusia e Irán, u organizaciones y políticos con posiciones ideológicas tan enfrentadas, tal y como se ha plasmado en las últimas resoluciones de los parlamentos de Cataluña, País Vasco y Navarra, cámaras autonómicas que precisamente no se prodigan en votaciones unitarias. En todas estas declaraciones, se hace una referencia explícita al pueblo kurdo, a las otras minorías religiosas o étnicas víctimas del yihadismo y a la propia ciudad de Kobani, solicitando a las distintas instancias internacionales, a la Unión Europea y al Gobierno español que actúen en defensa del pueblo kurdo.

La última declaración ha sido aprobada por todos los grupos parlamentarios de la Comunidad Autónoma Vasca, constatando que “la guerra que se está librando en Irak y Siria no es un enfrentamiento entre religiones sino que constituye una batalla entre la civilización y la barbarie” y subrayando que “el principal objetivo del Estado Islámico consiste en la destrucción del pueblo kurdo”. Por esta razón, se solicita al Gobierno Vasco “que atienda positivamente a los llamamientos de ayuda humanitaria cursadas por las autoridades kurdas”, trasladando este acuerdo también a las Naciones Unidas, a la Unión Europea y al Gobierno Español.

También se han unido sendas declaraciones de los parlamentos de Cataluña y de Navarra que han aprobado resoluciones en la misma línea. En la suscrita por los partidos catalanes se llama la atención sobre los “crímenes contra la Humanidad” perpetrados en Irak y Siria por el Estado Islámico con el objetivo de acabar con la minoría yezidi y los cristianos de Irak, además de referirse al “asedio de la ciudad de Kobani en el norte de Siria”. Por los mismos motivos, el Parlamento de Cataluña solicita a la comunidad internacional “acciones urgentes para frenar los nuevos genocidios y persecuciones masivas” contras estas minorías en Irak y Siria y la ciudad de Kobani.

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Saleh Muslim, presidente del PYD, en el Parlamento de Navarra. / Manuel Martorell

Por su parte, el Parlamento de Navarra, también por unanimidad, aprobó el 13 de octubre su tercera declaración institucional sobre esta crisis humanitaria, ya que el 17 de marzo se había adelantado recibiendo oficialmente a Saleh Muslim, presidente del Partido de la Unidad Democrática (PYD), organizador de las Unidades de Defensa Popular (YPG) e impulsor de la autonomía kurda en Rojava, como se denomina a la región kurda de Siria.

Si en esa declaración se hacían votos por el modelo de diversidad y pluralismo religioso y cultural defendido por el PYD, en la segunda resolución, el mes de septiembre, se pedía expresamente al Gobierno español que pusiera en marcha “los recursos humanos, materiales y logísticos necesarios para asistir con ayuda humanitaria” a los campamentos que se estaban estableciendo en las regiones kurdas de Irak y Siria, mientras que en la aprobada, igualmente por unanimidad, el pasado 13 de octubre se hacía una referencia explícita a la solidaridad con la ciudad de Kobani.

Dos días antes, doscientas personas se concentraban frente al Consulado turco de Barcelona protestando por la actitud de Turquía, que impedía cualquier apoyo a los sitiados hasta que tuvo que cambiar de posición debido a las presiones de sus aliados en la OTAN.

El mismo objetivo y también con fuertes críticas hacia Turquía han tenido las declaraciones realizadas por europarlamentarios, como el francés Arnaud Danjean –del Partido Popular Europeo-, el rumano Victor Bostinaru –socialdemócrata-, el conservador británico Charles Tannock, Marie-Christine Vegiat (Frente de Izquierdas), Barbara Lochbihler (Verdes), el italiano Fabio Massino Castaldo, del grupo Cinco Estrellas o el español Javier Couso, de Izquierda Unida.

Como reflejo de esta inquietud internacional, también se ha puesto en marcha una campaña mundial de solidaridad encabezada por los Premios Nobel de la Paz Desmont Tutu, Adolfo Pérez Esquivel, el filósofo norteamericano Noam Chomsky y el conocido activista australiano por los derechos humanos Peter Tatchell. Cientos de intelectuales, escritores y políticos han suscrito este llamamiento para realizar concentraciones en todas los lugares donde se pueda contra del Estado Islámico y en solidaridad con la ciudad de Kobani el 1 de noviembre.

Entre los firmantes se reproduce igualmente esa diversidad ideológica ya que entre ellos figuran tanto parlamentarios de Bildu, como Jon Iñarritu o Urko Aiartza, o Pedro Eza, senador autonómico de Unión del Pueblo Navarro. Precisamente fue Pedro Eza quien el 9 de septiembre preguntó en el Senado al ministro de Exteriores, sobre las medidas que estaba tomando el Gobierno en relación con esta crisis.

La respuesta consistió en dar unas cifras de acción humanitaria a la zona antes de la actual crisis y sobre el problema específico del Kurdistán, informar de que se estaba en contacto con la Cruz Roja. De acuerdo con la Agencia de Cooperación Internacional, se habrían destinado a los campamentos de refugiados 500.000 euros, una modesta cifra si se tiene en cuenta la magnitud del drama, con cerca de un millón de nuevos refugiados.

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