Chrysogonos: “Syriza no tiene ninguna intención de que Grecia deje el euro"

BRUSELAS.– En diciembre, tras la tercera votación sin acuerdo para elegir presidente, Grecia volvía a convocar elecciones que se celebrarán el próximo 25 de enero y cuentan con un claro favorito: el partido de izquierda radical Syriza, liderado por Alexis Tsipras, cuya campaña se ha visto salpicada por los rumores de una posible salida de Grecia del euro en caso de victoria. De estos rumores, las presiones recibidas desde la Unión Europea, especialmente de Alemania, y de los retos para el posible gobierno heleno ha hablado en una entrevista el eurodiputado de Syriza Kostas Chrysogonos con cuartopoder.es

— Fallaron las negociaciones para elegir presidente, habrá de nuevo elecciones en Grecia y ustedes son los favoritos; ¿qué escenario político esperan?

— El mejor escenario posible sería que Syriza alcanzara la mayoría absoluta en el parlamento y además poder formar un gobierno sin ningún otro partido político.

— Si no alcanzaran la mayoría absoluta, ¿cómo gestionarían entonces la situación?

— Si ningún partido político tuviera la mayoría absoluta, lo mejor sería volver a convocar elecciones en un mes. Sin embargo, no creo que sea necesario porque Syriza es mucho más fuerte que en los anteriores comicios. Hay una clara tendencia en favor de Syriza de parte de muchos votantes que estaban indecisos hasta ahora. En cualquier caso, para Syriza el mejor escenario, insisto, sería una mayoría absoluta.

— Supongamos que Syriza alcanza la mayoría absoluta. La pregunta es obligada: ¿saldrá Grecia del euro?

— No, por supuesto que no. No tenemos ninguna intención de dejar el euro. Sería un desastre para Grecia y para el resto de la Eurozona. No es una opción para nosotros. Lo que está en nuestro programa es la renegociación de las obligaciones con nuestros acreedores ya que no pueden seguir siendo implementadas. Después de cinco años de austeridad, sencillamente, los griegos han tenido suficiente. No es posible seguir aplicando la austeridad a través de medidas parlamentarias. La gente está totalmente en contra. El 40% de los griegos vive bajo el umbral de la pobreza; más del 35% de la población está en paro; hay varios cientos de miles de personas que no pueden permitirse calentar sus casas en invierno… Esta situación es inaceptable. Tenemos que afrontar el desastre humanitario que ha creado la aplicación de las políticas de la Troika.

— Hace unos días, el ministro de Finanzas alemán decía que Alemania no quería que Grecia saliera del euro pero que tampoco iban a dejarse chantajear. ¿Cómo van a manejar esta situación con Alemania?

— No es una cuestión de chantaje. Lo único que decimos es que no podemos seguir sufriendo. Este programa nos ha llevado a una situación de total asfixia y no estamos dispuestos a continuar con él. El ministro de Finanzas alemán no tiene derecho a hablar de chantaje porque Alemania ha sido beneficiaria de la mayor condonación de deuda en la historia de Europa. En 1953, en la Conferencia de Londres, Grecia fue uno de los países que condonó un 62% de la deuda a Alemania. Incuso a pesar de varios años de ocupación y del inmenso sufrimiento que estos supusieron para los griegos y también para su economía, no se hizo pagar a Alemania los daños de guerra. En cualquier caso, dejando a un lado los estragos de la guerra, Alemania no tiene derecho a negar a otros aquello que los otros le concedieron a ella hace 62 años cuando estaba en una situación muy difícil.

— La renegociación de la deuda está entonces sobre la mesa. Algunos economistas han reconocido que no sería un plan tan descabellado y que incluso la UE llegó a planteárselo. Sin embargo, son muchos los mensajes de preocupación desde Bruselas ante un posible gobierno de Syriza en Grecia. ¿Por qué ahora no parece éste un plan posible? ¿Por qué está tan preocupada Europa con su llegada al poder?

— Realmente no sé qué piensan la Comisión o los miembros del Consejo de nuestro programa. Lo que sé es que nuestro programa es necesario para afrontar el desastre humanitario provocado por el programa de la Troika, que contraviene, además, todas las líneas sociales recogidas en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Por ejemplo, los recortes en sanidad han supuesto un aumento dramático de la mortalidad infantil o que varios centenares de griegos enfermos de cáncer no puedan acceder a sus medicinas. Además, hay miles de personas que esperan durante horas para conseguir comida gratis de organizaciones humanitarias. Obviamente estamos viviendo un desastre humanitario que tiene que ser afrontado, y necesitamos otra política para hacerlo.

— ¿Por qué cree entonces que los gobiernos europeos en general y el de Alemania en particular están tratando de redirigir el voto hacia otras opciones? ¿Qué les asusta de ustedes?

— Puede que sea un tema político, porque Syriza es un partido de izquierdas. Tal vez tenga que ver con la posibilidad de una victoria de Syriza en las elecciones parlamentarias y de Podemos en España… Tal vez porque todo esto puede suponer un gran cambio en su conjunto para la Unión Europea. Un cambio que es posible y necesario si los países mediterráneos y sus sociedades tienen la oportunidad de mostrar que existen dentro de la Unión. Todo lo que puedo decir es: ¡denle a Grecia una oportunidad!

— Entonces, ¿cree que la victoria de Syriza en las elecciones en Grecia podría ser el principio de un cambio en Europa? ¿De un viraje hacia la izquierda?

— Podría ser el comienzo de un gran cambio que permitiera a la Unión Europea aumentar la solidaridad entre sus estados miembros y tomarse más en serio los derechos sociales de sus ciudadanos. Estamos hablando de derechos sociales que están recogidos en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión y que la Unión olvida.

— En caso de que Syriza gane las próximas elecciones, ¿cómo será la Grecia de Syriza? ¿Cómo pretenden manejar esta situación tras años de políticas de austeridad?

— Nos vamos a concentrar en el crecimiento y en la creación de empleo. Por supuesto no vamos a hacer movimientos unilaterales. Queremos mantener las relaciones con nuestros socios de la Unión, pero necesitamos que entiendan que el camino que nos han impuesto seguir hasta ahora, desde el principio de la crisis, está acabado. No tenemos intención de continuar por esta senda nunca más. Nuestros socios tienen que dejar al gobierno griego, al pueblo griego, encontrar su propia manera de salir de la crisis, reconstruir la economía y la sociedad griegas que se están colapsando por culpa de la medicina, la austeridad, que está resultando ser peor que la enfermedad, la crisis.

(*) Beatriz Ríos es periodista.