Turquía, acusada ante la ONU de ‘crímenes contra la humanidad’ en la región kurda

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Varios blindados del Ejército turco durante su actuación en la ciudad de Nusaybin. / Jinha
Varios blindados del Ejército turco durante su actuación en la ciudad de Nusaybin parcialmente destruida. / Jinha

El pasado 27 de abril, Ozturk Turkdogan, presidente de la Asociación turca de Derechos Humanos (IHD), pidió en Ginebra, ante el Alto Comisionado de la ONU, investigar los “crímenes contra la humanidad” cometidos en las provincias kurdas de Turquía por el Ejército y la Policía.

Tal y como han difundido varias agencias de información, la IHD, la más activa del país en esta materia, está convencida no solo de que se están cometiendo este tipo de delitos sino que en Turquía se vive un clima similar al que en 1915 derivó en el genocidio armenio.

Turkdogan ha pedido expresamente al citado organismo de la ONU que envíe a Turquía una comisión propia al considerar que la Justicia turca no es independiente. Desde hace diez meses, las fuerzas armadas tienen carta blanca para acabar con los movimientos de resistencia armada surgidos en las ciudades kurdas gracias a la instauración de sucesivos “toques de queda”.

De acuerdo con los cálculos gubernamentales, en este periodo más de 4.000 guerrilleros del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) habrían sido “neutralizados”, eufemismo oficial para referirse a los muertos en el transcurso de estos combates. Pese a esta elevada cifra de muertos, prácticamente no constan apresamientos ni tampoco heridos trasladados a hospitales, al menos entre las filas rebeldes, por lo que se considera que muchas de esas “neutralizaciones” en realidad son ejecuciones sumarias imposibles de investigar, debido precisamente a que el toque de queda atribuye toda la autoridad a los mandos militares .

Fotografía de un soldado en una iglesia armenia de Diyarbakir asegurando haber "puesto de rodillas a los infieles". / Armenianweekly
Fotografía de un soldado en una iglesia armenia de Diyarbakir asegurando haber "puesto de rodillas a los infieles". / Armenianweekly

Además, para prevenir acciones legales contra quienes pudieran haber cometido delitos en esta escalada represiva sin precedentes, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del presidente Tayip Erdogán está preparando una nueva ley que impida el procesamiento de los militares sin la previa autorización del ministerio correspondiente. En definitiva, se podrá procesar a un oficial, soldado o policía que hipotéticamente haya cometido un delito siempre que se tenga la autorización de quien le ha dado órdenes para actuar de esa forma.

La IHD asegura que puede presentar ante el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos testimonios de personas que sobrevivieron a la denominada masacre de Cizre, donde murieron unas 150 personas, entre ellas civiles, incluso niños y mujeres no combatientes, al asaltar las fuerzas de seguridad los tres sótanos donde se habían refugiado.

Durante este periodo de recrudecimiento de la violencia en las provincias del sureste de Turquía también se ha denunciado la destrucción de miles de viviendas e incluso de núcleos de población y barrios enteros, como está ocurriendo estos días en Nusaybin y Sirnak, lo que ha provocado que cientos de miles de personas hayan desalojado sus casas, convirtiéndose en refugiados dentro de su propio país. En este sentido, la abogada Eren Keskin, que dirige la IHD junto a Ozturk Turkdogan, el 25 de abril, con motivo de conmemorar el 101 aniversario del genocidio armenio, comparó lo que está ocurriendo en Turquía con las masacres previas al que se considera primer genocidio de la era contemporánea.

Se da la paradójica circunstancia de que muchas de las pintadas realizadas por las unidades especiales en los lugares donde se producen los operativos militares hacen todavía referencia a aquella campaña que supuso el exterminio de más de un millón de cristianos armenios y asirio-caldeos. Un video realizado en medio de edificios destruidas muestra a un miembro de las fuerzas de seguridad asegurando que se encuentran en una nueva campaña contra los armenios y que la solución al problema es "matarles a todos en nombre de Alá".

Como se aprecia en otras fotografías difundidas por internet, los soldados también dejan escrito en los muros que actúan en nombre del islam, incluso amenazando a la población local con la próxima llegada del Estado Islámico.

En una de estas instantáneas, tomada en el interior de una iglesia armenia de Diyarbakir, se puede ver a un soldado fuertemente armado haciendo el saludo de los Lobos Grises junto a una leyenda con el siguiente mensaje: “Los hijos del sultán Alparslan ponen de rodillas a los infieles de la iglesia”. Alparslán es un héroe mítico para la ultraderecha turca porque derrotó a los cristianos bizantinos en la batalla de Manzikert (1071), victoria que permitió a los turcos asentarse y controlar buena parte de la actual Anatolia.

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