AGENCIA EFE
La Comisión Europea ha propuesto este miércoles que los gobiernos de la Unión Europea que no quieran participar del nuevo mecanismo de emergencia para repartir la carga de la acogida de refugiados en casos de crisis puedan eludir esta responsabilidad a cambio de pagar 250.000 euros por cada uno que no acepte (ver vídeo). La cantidad a pagar por cada plaza rechazada se ha calculado muy por encima de la ayuda que prevé actualmente el programa europeo de reubicación (6.000 euros por persona) y del coste habitual del asilo a un inmigrante.
El objetivo, según recalcan los servicios de la Comisión, es permitir que los países contribuyan de otra manera a la "solidaridad" necesaria para asistir a los miles de refugiados que llegan a países como Grecia, pero sobre todo que tenga un efecto "disuasorio" y "desincentive" la no participación. La cantidad recaudada se redirigirá a los Estados miembros que cubran las plazas que el país que se dé de baja temporalmente no acepte.
"Todo el que tenga derecho a la protección internacional debe tenerla en la UE. Es una obligación moral y una responsabilidad legal", ha declarado el vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, al defender la propuesta en una rueda de prensa en Bruselas.
Que se los lleve el mesias negro.