Ahmed Ettanji: “Necesitamos, más que nunca, que se informe de lo que ocurre en el Sáhara”

El periodista Ahmed Ettanji (El Aaiún, Sáhara Occidental, 1988) es el presidente de Equipe Media, un colectivo de comunicadores y periodistas que, desde el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, llevan años intentando romper el bloqueo informativo impuesto por el régimen marroquí sobre lo que ocurre en esta zona. Esta organización ha recibido premios internacionales de periodismo, tales como el Julio Anguita Parrado, el SolidarityPrize o el Llibertat d'Expressió.

Ettanji se casaba el pasado fin de semana con su pareja, la también periodista Nazha El Khalidi en El Aaiún, capital saharaui. Las fuerzas de ocupación rodearon las casas de ambos para evitar que la celebración se llevara a cabo. Por la noche, de madrugada, según nos cuentan, se oficializó el matrimonio en la clandestinidad. La guerra volvía al Sáhara hace unos días, el pasado 13 de noviembre, cuando Marruecos rompía el alto el fuego. Tropas marroquíes entraban en la zona neutral de Guerguerat, en la frontera con Mauritania, para disolver una manifestación de civiles saharauis. En el Sáhara ocupado no había paz, pero ahora la represión se ha agudizado con el retorno de la guerra, según nos cuenta el propio Ettanji.

- ¿Cómo es una boda en una zona ocupada en guerra?

- En el Sáhara ocupado, las bodas no son como deberían ser. Los ocupantes intentan privarnos de nuestro derecho de reunión, también nos limitan la alegría, los momentos de celebración alegría. Desde el primer momento, cuando estábamos con los preparativos de la boda, fuerzas policiales y auxiliares marroquíes rodearon nuestras casas. No dejaban a nadie entrar, tampoco nos dejaban salir a los que allí estábamos.

Todos los aspectos de la vida de los saharauis se ven afectados bajo la ocupación. Algo tan básico como una boda, bajo la ocupación, no se puede celebrar con normalidad. No podemos celebrar con amigos y familiares un paso importante en nuestras vidas. Las fuerzas policiales y auxiliares, como si fuéramos a organizar una manifestación, impidieron que desarrolláramos nuestra celebración.

- Aún así, finalmente se casaron. Enhorabuena. ¿Cómo se celebró la boda?

- La celebramos de madrugada, y con muy pocas personas acompañándonos. Los familiares, seis en total. En el 2020, tuvimos que celebrar la boda de una forma clandestina, en mitad de la noche, sin la gente que queríamos que nos acompañara.

- ¿Cómo ha cambiado la situación en los Territorios Ocupados por Marruecos desde que el pasado 13 de noviembre Marruecos vulnerara el alto el fuego y se retomara el conflicto bélico?

- La vigilancia ha aumentado considerablemente. Si te das un paseo por la ciudad de El Aaiún se nota cómo hay mucha más presencia de las fuerzas de ocupación, policiales o auxiliares. Registran casas de saharauis, allanamientos de casas. Los activistas están más vigilados. Hay redadas para evitar las manifestaciones, registros a la juventud, les confiscan los teléfonos móviles para comprobar si llevan fotos con una bandera de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) o de la manifestación de Guerguerat. Esto pasa, sobre todo, en El Aaiún, pero también en otras ciudades ocupadas, a menor escala, pues hay menos población. Vivimos en una cárcel a cielo abierto.

- ¿Cómo ha vivido la población saharaui el retorno de la guerra en el Sáhara?

- La mayoría de saharauis lo ha vivido con felicidad. Llevábamos muchos años sin paz en el Sáhara, ahora puede que cambie algo. Desde entonces, ha aumentado la represión por parte de las fuerzas de ocupación, como decíamos. Queremos vivir en libertad, y la estrategia de no paz y no guerra no nos lo permite.

- ¿Cómo están informando los periodistas desde el Sáhara de lo que está sucediendo estos días?

- Es muy difícil. Estamos bajo una vigilancia constante y es complicado poder sacar información al extranjero de lo que ocurre en el Sáhara Ocupado. Si siempre ha sido muy difícil, porque nunca ha habido garantizado derecho a la información o libertad para los periodistas, ahora es más complicado todavía. Nos han detenido, nos vigilan para que no se sepa qué pasa en el Sáhara en el resto del mundo. Además, los periodistas de otros medios no pueden informar con libertad de lo que ocurre en el Sáhara. No pueden moverse libremente, Marruecos controla la información a la que acceden y la información que publican en sus medios de comunicación. Esto ha sido siempre así, pero ahora se acentúa más para que no se conozca cuál es la verdadera situación de la guerra o cuál es la situación de represión que vivimos los saharauis en los territorios ocupados.

- ¿Qué mensaje querrías enviar a los periodistas del resto del mundo?

- Quiero agradecer a los medios de todo el mundo, en especial a los españoles, que sacan información de lo que está ocurriendo en el Sáhara. Los periodistas que informan de lo que ocurre aquí, más allá de lo que permite Marruecos. Presionen, para que se pueda ejercer el derecho a la información con libertad aquí. Imagínense lo que significa que, por informar sobre algo que ocurre, por llevar la grabadora o la cámara a, por ejemplo, una manifestación de saharauis te puedan caer años de cárcel. Necesitamos, más que nunca, que se informe sobre lo que de verdad ocurre en el Sáhara.