Abdulah Arabi: “Unidas Podemos no puede permitir que el Gobierno actúe contra el Derecho Internacional”

El pasado 13 de noviembre Marruecos rompía el alto el fuego en el Sáhara Occidental. Pocas horas después, el Frente Polisario declaraba a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en estado de guerra. Hasta ahora, el conflicto bélico de baja intensidad se traduce en acciones de hostigamiento por parte del ejército saharaui a bases militares marroquíes situadas en el muro que divide el Sáhara. Marruecos intenta restar importancia a esto, mientras acelera su presión sobre España y sobre Europa. El próximo 17 de diciembre está prevista una Reunión de Alto Nivel (RAN) entre Marruecos y España en Rabat, participarán distintos ministerios y, paralelamente, una cumbre de empresarios de ambos países. De todo esto conversamos en cuartopoder con el delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi (El Aaiún, Sáhara Occidental, 1966).

-¿En qué momento se encuentra el conflicto entre Marruecos y el pueblo saharaui, una vez que los primeros violaron el alto el fuego el pasado 13 de noviembre?

-Estamos en una situación de guerra en todo el territorio de la RASD. Estamos expectantes ante una reacción de la comunidad internacional, de la ONU y su Consejo de Seguridad, que todavía no se ha pronunciado. Marruecos sigue ignorando el estado de guerra e intenta hacer ver al mundo que no pasa nada, que simplemente fue una incursión por parte de su ejército, cuando es una violación flagrante de los acuerdos militares recogidos en el plan de arreglo. Una vez más, el ejército marroquí ha agredido los territorios liberados del Sáhara Occidental, está construyendo más kilómetros de muro para llevarlo hasta la frontera de Mauritania con el Sáhara Occidental.

"Estamos en una situación de guerra en todo el territorio de la RASD"

Esta es la situación. Los hostigamientos militares al ejército marroquí están en marcha día tras día por parte del ejército saharaui. La determinación que tenemos es la misma que teníamos cuando apostamos por el plan de arreglo y la vía diplomática. Seguiremos con nuestra lucha hasta conseguir nuestros objetivos por la libertad y la independencia.

-Llega poca información de lo que está sucediendo en el terreno. ¿Es consciente de ello el Frente Polisario? Ya que Marruecos dificulta la llegada de periodistas a la zona, ¿están trabajando ustedes para que haya corresponsales que cuenten en primera mano lo que sucede?

"No solo está en juego la guerra en el Sáhara, también la continuidad de la dinastía en Marruecos"

-La guerra, como he dicho, está en una fase de hostigamiento. Entiendo que el relato de Marruecos es el de contrarrestar diciendo que no hay guerra. Mientras que no lleguen las pruebas fehacientes de que hay una guerra pura y dura, seguirá este interrogante. Somos conscientes de ello. Llegarán en su momento. Vendrá el momento en el que la opinión pública verá lo que está ocurriendo ahí. Lo triste es que todavía la MINURSO (Misión Internacional de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental) sigue presente en el territorio, está al tanto de lo que ocurre y no se ha pronunciado, ni para confirmar ni para desmentir. Una nueva complicidad de la comunidad internacional con la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos.

Entendemos que no solo está en juego la guerra en el Sáhara Occidental, sino también la continuidad de la dinastía de la monarquía en Marruecos. Con lo cual, algunos países protectores de esa monarquía feudal siguen analizando cuáles son los pros y contras de entrar en una guerra en las condiciones actuales que está atravesando la economía de Marruecos y, sobre todo, tras los efectos de la pandemia que está sufriendo.

-¿Ha habido bajas por la parte saharaui o la marroquí?

-Ha habido bajas por parte de Marruecos. Nosotros no tenemos confirmada ninguna baja por nuestra parte.

-¿Qué supone para el pueblo saharaui esta pérdida de confianza en la vía pacífica y diplomática? Ha descrito cómo la MINURSO sigue siendo inútil hasta el día de hoy.

-Siempre hemos dejado claro que el fracaso de la vía diplomática conllevaría a lo contrario, al retorno de las acciones bélicas, donde nos encontramos. Esto significa que los saharauis hemos apostado pacientemente por una solución mediante la aplicación de algo tan elemental y sencillo como un referéndum de autodeterminación, algo que recogen las resoluciones de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad. Eso no ha sido posible, Marruecos no ha querido ni ha tenido voluntad. La MINURSO, que significa Misión Internacional de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental, durante 29 años no ha sido capaz de llevar a cabo ese cometido. La misma determinación que durante todos estos años hemos tenido con la vía diplomática es la que ahora tenemos para seguir con la guerra y nuestra lucha para conseguir nuestros objetivos.

-¿Llevarán la guerra hasta sus últimas consecuencias?

-Claro, salvo que la comunidad internacional reaccione y reconozca que estamos ante un territorio ocupado ilegalmente por Marruecos, que figura en la agenda de Naciones Unidas como territorio no autónomo pendiente de descolonización, donde España sigue siendo la potencia de iure administradora del territorio. Si la comunidad internacional reacciona y puede imponer a Marruecos que se retire de ese territorio que ocupa ilegalmente y que deje de saquear nuestros recursos, continuar con la guerra no tendría mucho sentido, habríamos conseguido nuestros objetivos.

-“La superioridad militar de Marruecos es evidente”. ¿Comparte esta afirmación?

"Las relaciones que Marruecos tiene con Europa funcionan mediante el chantaje"

-Esta guerra no es una cuestión de superioridad, Marruecos no ha dejado de armarse nunca, pues es un país que tiene problemas con todos los países vecinos. Marruecos se ha caracterizado por tener sus fronteras terrestres cerradas con Argelia y con Mauritania.

Además, las relaciones que tiene con Europa son conflictivas y funcionan mediante la manipulación y el chantaje que Marruecos hace a Europa en materias como la inmigración. Ante este contexto, Marruecos ha seguido armándose.

Esta cuestión no es de poderío armamentístico, los analistas siempre han de recurrir a estos enfoques para intentar definir las fuerzas de cada uno de los contendientes. Nosotros entendemos que la parte de la determinación que empuja al pueblo saharaui y su ejército a participar en esta guerra nada tiene que ver con la del ejército marroquí, que está atrincherado detrás del muro y a la defensiva. Nosotros tenemos la libertad y capacidad de atacarles, ellos solo están a la defensiva tras el muro para protegerse. Un muro construido para protegerse de nuestros ataques en la anterior fase de la guerra, hay que recordar.

Es una cuestión de voluntad y de determinación, y también de moral. La cuestión moral que mueve a un ejército y otro no tiene nada que ver. Cuando el ejército marroquí vea que la guerra va a más y se den ataques que afecten directamente a algunas bases del ejército marroquí, veremos grupos de sus soldados desertando. Eso lo ha demostrado la historia y es el análisis que nosotros hacemos. La moral y determinación de los saharauis supera con creces a la del ejército marroquí.

-¿Con qué apoyos cuenta la RASD en esta guerra?

-Seguimos contando con todos los apoyos que hemos tenido siempre. No se pueden analizar los apoyos en función de la guerra, los apoyos son los mismos. Somos integrantes de la Unión Africana, tenemos relaciones excelentes con Argelia, con Nigeria, con Angola, con países muy influyentes en la escena internacional.

Evidentemente, Marruecos está recurriendo a los impactos mediáticos, como la apertura de consulados en los territorios ocupados del Sáhara Occidental de países que le conceden financiación. Así, venden al exterior que esos países reconocen la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental cuando en realidad no es así. El Sáhara Occidental es un territorio no autónomo pendiente de descolonización y desde el Derecho Internacional no es concebible la apertura de ningún consulado ni legación diplomática en un territorio que está bajo ocupación. Es contradictorio abrir un consulado en un territorio cuya naturaleza política y jurídica no está resuelta.

-Hace unos días, Argelia desarrollaba un cambio en su Constitución que permite a su ejército actuar fuera de las propias fronteras argelinas. ¿Esto tiene algo que ver con el conflicto del Sáhara Occidental? 

"El apoyo argelino es incondicional desde los principios de la revolución argelina"

-Argelia necesitaba, dentro del marco de la Unión Africana, cambiar un procedimiento de su Constitución por el cual su ejército no podía actuar más allá de sus fronteras en maniobras y actividades compartidas a nivel multilateral. Esto se venía hablando y debatiendo y su aprobación ha coincidido casualmente con esta situación.

Creo que el papel de Argelia y su apoyo a la causa saharaui data de la época de los países no alineados y es un principio de su política exterior. Así, ha apoyado a otros movimientos de liberación cuando lo han requerido a lo largo de la historia y cuando sus causas son justas. El Frente Polisario es un movimiento de liberación. El apoyo argelino es incondicional desde los principios de la revolución argelina que siguen guiando su política exterior. La postura de Argelia es inamovible con respecto a la causa y lucha del pueblo saharaui.

-¿Cuál es la situación ahora mismo en los campamentos de población refugiada, nos llega la noticia de que están muchos jóvenes alistándose al ejército?

"La lucha del pueblo saharaui es una lucha por la existencia o no existencia de un pueblo"

-Los 29 años de espera no solo han sido una apuesta del Frente Polisario por la paz, es la espera de todo el pueblo saharaui por la celebración de un referéndum de autodeterminación. El pueblo saharaui ha depositado una enorme confianza en la comunidad internacional. Hemos visto cómo, en los últimos años se ha alejado la posibilidad de aplicar la legalidad internacional y las Naciones Unidas y la MINURSO se han convertido en una especie de garantía a la ocupación ilegal de nuestro territorio para mantener el statu quo y garantizar a Marruecos el saqueo de nuestros recursos naturales.

Lo veníamos denunciando, lo veníamos diciendo y el Frente Polisario en 2019 dio un ultimátum al Consejo de Seguridad, reclamándole que diera señales para que el pueblo saharaui pudiera mantener un hilo de esperanza en que la comunidad internacional quería resolver el conflicto mediante la legalidad. El pueblo estaba unido por esa opción. Ahora, la situación de guerra ha unido más si cabe al pueblo saharaui en sus objetivos de liberación. Por lo tanto, los jóvenes estaban cansados, no veían perspectivas de futuro, y el retorno a las acciones bélicas se ha convertido para el pueblo saharaui en esperanza. Esto dice mucho, para que un pueblo pacífico vea en la guerra un hilo de esperanza, hay que entender la desesperación y la intranquilidad en las que ha vivido los últimos 29 años.

La lucha del pueblo saharaui es una lucha por la existencia o no existencia de un pueblo. No es una lucha al uso, no se trata de quién tiene más material bélico o capacidad militar, es una lucha de subsistencia, no tenemos otra alternativa: o recuperar nuestro país o perecer en el intento.

-¿Cuál es la situación en los territorios ocupados por Marruecos? ¿Le preocupa la situación de indefensión de la población saharaui?

-Nosotros en los campamentos de población refugiada y en los territorios liberados nos movilizamos en torno a este hecho, pero tenemos una parte de nuestro pueblo que está viviendo bajo la ocupación y está sufriendo las consecuencias de esta decisión. Esta parte de nuestro pueblo está en una situación de asedio y de represión y vigilancia permanente, no pueden ni salir de sus casas.

Marruecos está intentando evitar cualquier tipo de manifestación en la parte ocupada en consonancia con lo que está ocurriendo en los campamentos. Ese hilo de esperanza que se ha despertado no es ajeno a la parte ocupada que lleva 45 años también asfixiada, viviendo en la atrocidad, con la ausencia de medios de comunicación y observadores internacionales, por ello, quieren manifestarse también. Marruecos está reprimiendo brutalmente a los informadores, a periodistas, activistas de derechos humanos… Está intentando imponer un estado de terror en la parte ocupada. Por ello, apelamos al Comité Internacional de Cruz Roja y a las organizaciones defensoras de derechos humanos a intervenir en favor de la libertad de opinión, manifestación y expresión de nuestra población. Es una situación terrible, están sufriendo las consecuencias directas de esta ruptura del alto el fuego por Marruecos.

-¿Pueden los saharauis que viven en la diáspora alistarse al ejército para combatir en la guerra?

"La guerra no nos gusta, pero no nos han dejado otra alternativa"

-Nuestro ejército es un ejército estructurado. Tenemos nuestras escuelas de formación militar que siempre han existido. En los anteriores años de ni paz ni guerra había voluntarios que se formaban porque querían engrosar las filas del ejército saharaui. Ahora mismo, hay una gran solicitud por parte de esos jóvenes que están asentados en Europa y en España de formarse y de formar parte del ejército, voluntariamente quieren, creo que no hay ningún joven saharaui que no deseé participar en esta fase final de nuestra lucha.

Repito, es una cuestión de existencia o no existencia de un pueblo, no hay ninguna ilusión en participar en la guerra. La guerra no nos gusta, pero no nos han dejado otra alternativa. Habíamos apostado por la paz y nos han subestimado. La comunidad internacional tiene que entender la determinación del pueblo saharaui en mantener su lucha, lo hemos repetido muchísimas veces durante estos 29 años.

-¿Cómo valora el papel del Gobierno del Estado español desde que ha comenzado esta nueva fase en el conflicto?

"Lo que se esperaría de cualquier Gobierno español es que asumiera sus compromisos y actuara en consecuencia"

-Decepcionante. No concuerda con los compromisos que tiene el Estado español ante la comunidad internacional. Sigue siendo la potencia administradora de iure del territorio no autónomo del Sáhara Occidental, sigue figurando como tal en la agenda de las Naciones Unidas. Lo que se esperaría de cualquier Gobierno español es que asumiera sus compromisos y actuara en consecuencia y, en caso de que sea incapaz para asumir sus compromisos, por lo menos que no intente colaborar con la potencia agresora y ocupante que es Marruecos. Que no intente transformar la ilegalidad dándole normalidad. Eso no ayuda, y menos en una zona de vital importancia para los intereses de España.

Nosotros pensamos que España podría tener las mejores relaciones bilaterales con Marruecos y que ese podría ser un marco ideal para exigirle a Marruecos el cumplimiento de la legalidad internacional, pero no es así. Entendemos que hay intereses económicos, también entendemos que Marruecos nunca va a permitir a ningún gobierno español mantener unas buenas relaciones bilaterales si este le exige el cumplimiento de la legalidad internacional respecto al Sáhara Occidental.

Un gobierno tiene que mantener sus intereses, pero no puede dañar los intereses de otro pueblo como el saharaui. Hasta ahora, lo que ha hecho es garantizar sus intereses con Marruecos aunque sea en detrimento de las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui. Prefieren sacrificar las aspiraciones del pueblo saharaui en aras de mantener las relaciones económicas con Marruecos, y eso no concuerda ni con el papel de una potencia administradora, ni con la legalidad internacional o el respeto del Derecho Internacional, ni con velar por los derechos humanos. No es capaz ni siquiera de pedir que se vele por el respeto de los derechos humanos, que están siendo violados a diario, en los territorios ocupados.

Delegaciones españolas de cargos públicos de todo tipo han viajado en los últimos años a ese territorio ocupado y se les ha expulsado de allí y los distintos gobiernos no han pedido a Marruecos ninguna explicación. Nunca ha habido contrapartidas en los acuerdos económicos entre Marruecos y España, sabiendo que esos acuerdos incluyen ilegalmente recursos naturales del Sáhara Occidental. Por todo esto, esperamos simplemente que, si son incapaces para ser un actor en favor de la legalidad internacional, que entorpezca la labor de otros que lo quieren intentar.

-¿Cómo valora el papel de Unidas Podemos, por primera vez en el Gobierno, y que, hasta ahora, siempre ha apoyado la causa del pueblo saharaui?

"Es una situación de justicia o injusticia, no hay neutralidad posible, o están con el agresor o el agredido"

-Esta situación ha coincidido en las fechas del 45 aniversario de lo sucedido en 1975. En el año 1975, había otro Gobierno, evidentemente, había otro régimen. Como consecuencia de aquella coyuntura, se firmaron unos acuerdos ilegales en Madrid, España se retiró y abandonó el territorio y Marruecos lo ocupó militarmente. 45 años después nos encontramos con que Marruecos vuelve a agredir al pueblo saharaui, viola el alto el fuego y estamos en una situación de guerra. Ahora, está el Gobierno de coalición.

Algunos de los partidos que integran esa coalición han destacado siempre por el compromiso y apoyo a las aspiraciones legítimas del pueblo saharaui. Se encuentran ante la historia: o apuestan por ser coherentes con esos compromisos adquiridos y esa militancia que tienen, situándose al lado de la legalidad internacional, o apuestan por posicionarse al lado del agresor. Es una situación de justicia o injusticia, no hay neutralidad posible, o están con el agresor o el agredido. No pueden pedir a agresor y agredido que lleguemos a un acuerdo aceptable. Igual piensan que los saharauis no somos capaces de entender lo que pasa, que nos lo expliquen. ¿Qué es un acuerdo aceptable? O es legal o no es legal. Si es legal, que nos apoyen, si no, que nos lo digan.

Esta es la situación. Unidas Podemos tiene cinco ministerios y entendemos que no tienen mucha influencia en la política exterior de España, pero sí tienen influencia en la toma de decisiones como Gobierno. Unidas Podemos no puede permitir que el Gobierno actúe contra el Derecho Internacional. No pueden exigir el respeto a los derechos humanos en algunos sitios y en el Sáhara Occidental, no. Estamos viendo cómo el mero hecho de que algunos ministros de Unidas Podemos apoyen el referéndum públicamente es motivo de una campaña mediática contra ellos, lo único que se ha hecho es citar una resolución de Naciones Unidas. Creemos que apoyar la legalidad internacional no es estar en contra de Marruecos, contentar a Marruecos no puede significar sacrificar al pueblo saharaui.

-A mediados de este mes de diciembre se celebrará una cumbre bilateral entre Marruecos y España. ¿Cómo puede afectar a la resolución del conflicto saharaui esta cumbre?

-No vamos a juzgar que el Gobierno de España celebre cumbres bilaterales con los países que considere, como en este caso es Marruecos. Lo que no vamos a tolerar, y Marruecos lo va a intentar, es que en esa cumbre se incluya algo de la naturaleza jurídica y política del Sáhara Occidental y en detrimento de las legítimas aspiraciones saharauis. Vamos a estar muy vigilantes. Tampoco aceptaremos nada que afecte a nuestros recursos naturales, protegidos por el Derecho Internacional, ni a la situación actual del territorio, un territorio que está en guerra, que Marruecos lo ocupa. Lo advertimos ya, no lo va a tolerar ni el Frente Polisario ni el pueblo saharaui.

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