La ayuda oficial a las ONG cae a su nivel más bajo en 10 años
Los fondos públicos destinados a las organizaciones para el desarrollo en España se desplomaron en 2015 a menos de 200 millones de euros, su nivel más bajo en diez años. Este recorte en la ayuda oficial contrasta con el aumento de las contribuciones privadas, que se han visto incrementadas un 30% en los últimos dos años que recoge el Informe anual de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo-España que se ha presentado este martes. “La fotografía arroja la imagen de una solidaridad ciudadana que está por encima de los compromisos políticos con la cooperación”, señala la coordinadora.
Los datos más recientes de las 76 ONG que integran la Coordinadora y de sus 17 representaciones autonómicas vienen a poner de manifiesto que los ciudadanos españoles y las entidades privadas ponen más de su bolsillo que el Estado, que ha recortado drásticamente su presupuesto para la ayuda al desarrollo a raíz de la crisis. En este último año (2015) los fondos privados ascendieron a casi 300 millones de euros, mientras los públicos bajaron hasta 198 millones de euros. La ayuda oficial cayó un 73% entre 2009 y 2015 y la canalizada a través de ONG descendió un 84%.
El último Eurobarómetro también mostró que el 93% de la población española apoyaba la cooperación. “La administración pública tiene la obligación de estar a la altura de su ciudadanía y aumentar los fondos de acuerdo a los enormes retos que como humanidad enfrentamos”, reclama la Coordinadora. Actualmente, 2,4 millones de personas contribuyen de alguna manera al trabajo que realizan las ONG de desarrollo, un 20 por ciento más que en 2008. De todas ellas, 20.000 realizan voluntariado (un 65,5% mujeres y un 35,4% hombres), una cifra que se ha visto incrementada en un 7% desde ese mismo año. “El compromiso ciudadano se ha fortalecido en un tiempo en el que los problemas globales se han agudizado”, destaca el informe.
A pesar de la crisis y “los enormes recortes”, destaca el documento, las ONG trabajan con 35 millones de personas en 105 países del mundo, sobre todo en América Latina y África. En total, realizan 3.600 proyectos y se ejecutan 550 millones de euros, de los que un 20 por ciento se destinan a España y el 80 por ciento en los otros países en los que realizan su labor. El trabajo principal de las organizaciones se centra en el género y los Derechos Humanos, aunque hay otras muchas líneas de actuación. “El apoyo público a la cooperación es crucial en un contexto internacional en el que importantes crisis humanitarias, y graves problemas de desarrollo, desigualdad y medioambiente afectan a todo el planeta”, sostiene el documento.
Por otro lado, la cooperación al desarrollo ha sufrido un importante impacto durante la crisis en los puestos de trabajo. “Entre 2008 y 2013 se perdieron 2.440 empleos en España”, subraya el informe. Aunque desde entonces se han recuperado 1.000 empleos, el sector cuenta todavía con 1.500 personas menos contratadas que en 2008.
El presidente de la Coordinadora de ONGD, Andrés Rodríguez Amayuelas, ha indicado que la realidad mundial de múltiples y complejas crisis “exige políticas que garanticen los derechos de las personas y del planeta” y, en este sentido, considera que “la cooperación es parte esencial de la solución y debe ser fortalecida”. Asimismo, el informe subraya que, si España pretende ser un actor internacional relevante, “debería apostar con valentía por la política de cooperación” y que “la tramitación de los próximos Presupuestos Generales del Estado puede ser una excelente oportunidad para demostrarlo”.
