Larache, Granada, Boadilla; tres lecturas con historia y política

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Entre el aflorar de almendros y el florecer de cerezos han visto la luz tres relatos extraordinarios. El primero, La Ciudad del Lucus, es una novela de realismo galdosiano estupendamente escrita y documentada que nos traslada al Larache de principios del siglo XX y narra la inmigración de un puñado de españoles a la zona noroccidental de Marruecos. Eran gentes esperanzadas con las posibilidades económicas que les abrían aquellas tierras. Sus peripecias vitales y su labor colonizadora, poco conocida, dota de un gran interés histórico al relato, que transcurre entre 1904 y 1912 en Larache –la ciudad del río Lucus--, Tánger, Tetuán, Arcila y Alcazalquivir. En ese territorio del posterior Protectorado español en Marruecos se desarrolla una tupida trama de intereses y sentimientos que dan una gran tensión dramática al relato. (Editorial Almuzara).

El autor, Luis María Cazorla, es mucho más conocido y reconocido en el mundo del derecho que en el literario. Cazorla es abogado del Estado, ha sido letrado del Congreso de los Diputados, es catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Rey Juan Carlos y ejerce en la actualidad como secretario general del Consejo de Bolsas y Mercados Españoles. Siendo además Académico de Número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y vicepresidente del consejo editorial de Aranzadi, se comprenderá que la presentación de su novela en la Sociedad General de Autores haya estado concurridísima. No cabía un alfiler en los pasillos y en la sala.

Acomodados y malditos

Otra novela singular es La conjura de los Poetas, de Felipe Alcaraz, también publicada por la editorial andaluza Almuzara. El autor nos ofrece un primoroso recorrido literario por la Granada de los poetas oficiales y malditos de los años setenta. Luis García Montero, Joaquín Sabina y otros amigos, estudiantes, profesores y poetas, desviven sus encuentros y desencuentros perseguidos por la Nube. El afán de autenticidad y de coherencia humana y poética perfila la figura de Javier Egea, al que Felipe dedica la novela diciendo que “no quiso normalizar ni su vida ni su poesía”, como el personaje central y dramático del relato. Su final fue el suicidio, algo que siempre impresionó a su amigo Alcaraz, quien utiliza la metáfora de La Nube como aquella sombra maldita que perseguía a los auténticos de la pléyade, los esenciales.

Felipe, natural de Granada y miembro de aquel grupo, opta por respetar el nombre propio de los personajes, algo que siempre entraña el riesgo de reproche entre vencedores y vencidos y viceversa. Su lenguaje poético, originalísimo, no exento de localismos y de vocablos singulares nos permite paladear las palabras a medida que vamos leyendo. No en vano Alcaraz, doctor en filología románica y profesor de la Universidad de Jaén hasta que 1986 la política le alejó de las aulas --dirigente del PCE, diputado de IU por Sevilla y portavoz parlamentario hasta 2004-- es autor de poemarios como Azahar y caballo, Conspiración del olvido y Navegación del silencio.  Después de sus dos últimas novelas prepara un libro de poemas que titulará La espalda azul del exterminio.

Guerra y juventud

La tercera novela, más singular si cabe que las anteriores es Boadilla, de Esmond Romilly, traducida e introducida por el catedrático de Filología de la Universidad de Salamanca Antonio R. Celada y publicada por Ediciones Amaru. Romilly era sobrino de Winston Churchill, tenía 18 años cuando decidió alistarse voluntario para combatir en la Guerra Civil española al lado de los republicanos contra el totalitarismo nazi y fascista que encarnaban los militares sublevados. Recorrió en bicicleta los mil kilómetros que separan Dieppe de Marsella y llegó a Valencia a bordo del buque Mar Caspio. La novela narra su experiencia bélica en los combates de la defensa de Madrid –luchó en el Cerro de los Ángeles, Boadilla del Monte y la Ciudad Universitaria-- y además de ser un singular homenaje a sus 18 amigos internacionalistas muertos en la contienda, posee la agilidad y la frescura del que si no hubiera muerto a bordo de un avión militar canadiense en el Mar del Norte en 1941, durante la II Guerra Mundial, habría sido un gran escritor.

7 Comments
  1. celine says

    Me he quedado con muchas ganas de leer la primera, Luis. La busco inmediatamente. Gracias.

  2. A Celine says

    Si no la encuentras –vale 25 euros– yo la tengo y te la dejo. Un abrazo.

  3. rafael gomez luque says

    me gustaria encontrar a Mª margarita rafaela del sagrado corazon (RAFI) Diaz

  4. rafael gomez luque says

    Rafi donde estas

  5. rafael gomez luque says

    pedir perdon

  6. rafael gomez luque says

    DINERO DINERO DINERO !!QUE ASCO!!

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