El PSOE prescindirá de 40 trabajadores al perder el 50% de la subvención

El PSOE no se libra de la reestructuración de plantilla, aunque según explica su vicesecretaria general Elena Valenciano a cuartopoder.es, “se hará con mucho cuidado y con todo el cariño, y desde luego, no aplicaremos la reforma laboral del PP”. La negociación con el comité de empresa, asesorado por la UGT, comenzó hace dos semanas y se espera que en un mes se alcance un acuerdo sobre la reducción de trabajadores en la sede federal y en los grupos parlamentarios.

La bajada en votos (de 11 a 7 millones) y escaños (de 169 a 110 diputados) en las últimas elecciones generales, como continuación de la tendencia iniciada en las municipales y autonómicas de mayo de 2011, ha provocado una reducción de los ingresos electorales y de la financiación ordinaria estimada en torno al 50% del presupuesto anual.

Esa mengua incluye la reducción general del 20% de la subvención ordinaria a todos los partidos con representación parlamentaria que está tramitando el Congreso. Aunque los cargos públicos socialistas han de aportar un 10% de sus retribuciones al partido en el nivel territorial que les corresponda, la organización federal sufrirá una reducción presupuestaria en torno a 18 millones de euros anuales.

Para que no falte de nada, esa reducción de los ingresos por subvenciones se ve agravada por el coste de una deuda acumulada a medio y largo plazo de unos 22 millones de euros como consecuencia de los distintos créditos electorales de bancos y cajas de ahorros, incluido el grupo Bankia.

Sin embargo, la reducción de la plantilla, que actualmente es de 160 trabajadores entre la sede federal de Ferraz, las distintas fundaciones (algunos colaboradores de la Fundación Ideas que dirige Jesús Caldera no cobran desde el mes de marzo) y los grupos parlamentarios, no se producirá en la misma proporción de los ingresos, según asegura la vicesecretaria general. Aunque Valenciano evita adelantar cuántos trabajadores quedarán sin empleo, otras fuentes estiman que la reestructuración afectará a unos 40.

Además del recorte de los gastos corrientes y de funcionamiento, las direcciones del partido y los grupos parlamentarios manejan un amplio menú de opciones para que el perjuicio humano sea el menor posible: reparto del empleo con reducciones salariales y de jornada, bajas incentivadas, prejubilaciones y, en último término, despidos con el reconocimiento indemnizatorio de todos los derechos adquiridos.