Las perlas del ponente Ollero: "el aborto es un acto de guerra de la madre contra su hijo"

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Andrés Ollero durante su comparecencia ante la Comisión Consultiva de Nombramientos del Congreso, que le examinó como candidato al Tribunal Constitucional. / Efe

El nuevo magistrado del Tribunal Constitucional Andrés Ollero Tarrasa tildó de “criminales de guerra” a las mujeres que se veían abocadas a abortar. Aquello fue hace treinta años. Desde entonces ha perseverado en su convicción con una perlería desenfocada y contundente: “España es el paraíso del turismo abortista”, “las madres dejan destrozar a sus hijos antes de nacer”, “un ser humano inocente e indefenso es un contenido innegociable”. Ferviente seguidor de la “santa intolerancia” de Escrivá de Balaguer y destacado miembro del Opus Dei, este hombre sin más familia que la religiosa, diputado del PP durante 17 años, se convirtió el martes pasado, con la agosticidad del caso, en el ponente del recurso de inconstitucionalidad contra la ley de plazos de interrupción del embarazo.

Ya en 1983 Ollero se anticipó a la despenalización parcial del aborto con estas palabras: “Despenalizar el aborto no es simplemente tolerarlo, sino que equivale a normalizarlo, ya que algo que no es rechazable jurídicamente se convierte en un derecho” (Recogidas por Gerardo Hernández Rodríguez en El aborto en España: análisis de un proceso sociopolítico. Edt. Universidad Pontificia de Comillas). En aquel momento una de cada cuatro mujeres reclusas había sido encarcelada por abortar y la producción judicial alcanzaba doscientas condenas anuales.

Incidía tiempo después el ahora ponente: “Somos muchos los que consideramos que la vida de un ser  humano inocente e indefenso es contenido innegociable del mínimo éxito de una sociedad que merezca el nombre de humana” (Despotismo moral, Ya, 18 de marzo de 1987). Y sin importarle las circunstancias personales y sociales de miles de mujeres abocadas a interrumpir su embarazo, añadía: “Es preciso cambiar en su raíz una sociedad que, para mantener su lógica, se ve obligada a permitir e, incluso a promocionar, que las madres dejen destrozar a sus hijos antes de nacer”.

Para que quedara claro, con el título Democracia y sofisma elevaba más si cabe la dogmática proclama en un artículo en El País: “Si hay un ser humano, dejar a su madre en paz supone autorizar un acto de guerra contra su hijo, permitiéndole que se desembarace de él”.

Y como prueba de su evolución intelectual, excretaba: “Cinco lustros después, la situación es de aborto libre, lo que ha convertido a España en un paraíso del turismo abortista y el lugar donde más crece el número de abortos en la Unión Europea. Entre los que se despreocuparon de su protección y los que no se atrevieron a protegerlos, los no nacidos no han ganado para sustos”. (El aborto y el Tribunal Constitucional, en Diario Médico, enero de 2012).

En el ínterin, y para hacerse acreedor de la alta magistratura a la que finalmente ha sido elevado, Ollero publicó en 1994 un libro sobre Derecho a la vida y derecho a la muerte. El ajetreado desarrollo del artículo 15 de la Constitución” (Edt. Rialp). Y para que no se olvidaran de él cuando ya había dejado de ser diputado y se hallaba acomodado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, aportó a su producción Bioderecho (Edt. Aranzadi), un volumen con el propósito de vestir las creencias, dogmas y misterios de apariencia científica y metodológica. Al tiempo, en tono menor, aunque no gratuito, brindó a la FAES de Aznar el estupendo opúsculo El fraude del buenismo contra los avances de los derechos civiles impulsados por Rodríguez Zapatero.

Desde IU y desde el PSOE le han pedido que tenga la decencia de inhibirse como ponente, pero Ollero se ha negado. La diputada socialista Rosa Aguilar le considera inhabilitado “ética, política y moralmente” para dictaminar sobre la ley de plazos, pero él asegura ser capaz de deslindar la dogmática militante de la que ha hecho oficio del procedimiento jurídico para determinar si una ley es constitucional. “No tiene sentido imaginar que los magistrados llegamos al TC con recetas precocinadas”, ha escrito como si el inconsciente se le hubiera ido por la tecla. Y pues no cabe “imaginar” que esté políticamente infestado por los anuncios involutivos del ministro Alberto Ruíz Gallardón ni intelectualmente contaminado por el Opus Dei, habrá que considerar que nos hallamos ante un suceso inevitable que se debe a la acción de las inmutables leyes de la naturaleza. Sin embargo, ni es ni parece un accidente el ponente Ollero.

 

13 Comments
  1. Angel says

    Ese militante activo del Opus y la caverna rechazó la eutanasia, la investigación con células madre, la creación de una ponencia sobre el derecho a una muerte digna, pero nunca se le oyo condenar la agresión militar y ocupación de Irak a sangre y fuego, con matanzas de civiles y crimenes de guerra. No habla de embriones sino de «niños» el muy sagaz. Sepulcros blanqueados les llamó Cristo de Judea.

  2. Domingo says

    ¿Como un tipejo así ha podido llegar al tribunal constitucional?

  3. luis galo says

    Que jodio… pero su familia si ke ha ido a abortar fuera seguro…. estos son d los que. me gasto el dinero d la familia en la obra… y las arruina… el que crea en una religion como esa… mas vale que no naciera

  4. Ciudadanocan says

    ¿Como ha llegado un anormal semejante al TC?

  5. loki01 says

    No hay nadie que esté habilitado para recusar a este señor? Está claro que carece de la imparcialidad necesaria para participar en este debate, y mucho menos para ser ponente. Tengan en cuenta que el TC es el órgano que se encarga de controlar la constitucionalidad de las leyes y contra sus resoluciones poco o nada se puede hacer. Si se comete un error o una injusticia, afectaría a todo el Estado de Derecho y esto sería casi insalvable.

  6. Krish says

    Considero al Opus una organización manipuladora y tengo muchas cosas en contra, pero celebro que defiendan la vida de los que no pueden defenderse.Los niños en el vientre (embriones ) que no dejan de ser niños por no haber salido del vientre todavía. (mira el video de National Geografic, Angel, y verás que este diferencia entre embrion y niño viene de la otra caverna, la de la izquierda ,que es tan caverna como la anterior).Tómate la molestia de mirar a un niño de 10 semanas en el vientre y lo entenderás .Y yo si estoy denunciando todas las masacres de Iraq,etc ,etc ,pero ninguna masacre justifica otra masacre. (en 30 años han sido abortados en todo el mundo mas de MIL DOSCIENTOS MILLONES DE NIÑOS, mucho mas que todas las demás masacres juntas.Aporto mi opinión desde mi corazón y denuncio que hay un denominador común de mucho ODIO, entre ma mayoria de los defensores del aborto. Atentamente.

  7. jage says

    soy un hombre de sesenta años …y si de algo stoy orgulloso es de respectar la libertad de los demas, aunque no coincida con mi

  8. Smaug says

    El que esté libre de contaminación intelectual que tire la primera piedra… (vivimos en una sociedad que mama intelecto de los medios de comunicación y lo que se salga de ahi a la hoguera) Perdón parece ser que el autor de semejante artículo se cree agua destilada…

  9. El Ruso says

    No siento el menor respeto intelectual ni jurídico por esos que se proclaman interpretes de un ente superior llamado «dios» para mandar sobre los demás, los de abajo, con leyes que siempre han sido enemigas de los progresos científicos beneficiosos para los humanos. No es la vida sino el poder (y la pasta) lo que les importa. Y no entro en la pederastia de esos córvidos.

  10. Román says

    Los responsables de interpretar las leyes en las más altas instancias, son, obviamente, seres humanos, con sus limitaciones, sus formaciones y condicionamientos ideológicos y también sus militancias expresas o tácitas, a las que ningún ser racional que viva en el mundo y mire a su alerededor puede sustraerse. Pero cuando se ocupa un cargo de tan alta responsabilidad y trascendencia para la vida de muchos ciudadanos (ciudadanas en este caso concreto), debería evitarse que una trayectoria marcadamente ideológica, o religiosa, o… acabara por abrir las puertas a cargos de notoria relevancia. No deberían ser nombradas personas cuyas actuaciones en el desarrollo de sus competencias son, a juzgar por el curriculum, cuando menos, previsibles. Así no se configura una sociedad higiénica, transparente y limpia desde el punto de vista democrático. Otra cosa es la cruda realidad, me temo, en la que hay cada personaje ostentanto (o más bien detentando) según qué cargo… ¿Pero es que no hay gente sensata y cabal, razonable, sin viscerales apasionamientos ideológicos (políticos o religiosos) en los que la sociedad pueda verse reflejada en un espejo de pluralidad sin encanallados extremismos? No sé si serán las calorinas de agosto, pero cada vez entiendo menos… Parafraseando a Cervantes en «El coloquio de los perros», «con gran dificultad el día de hoy halla un hombre de bien señor a quien servir». Pero alguno habrá. ¿O no?

  11. El Ruso says

    Román, suscribo su ponderado y magnífico comentario y me pongo a reeler a Cipión ¿se llama así? y el otro can del dialogo perruno, tan razonable.

  12. José says

    De un opusáureo como éste no se podría esperar otra cosa. Llamar «criminales de guerra» a quienes se ven obligadas a interriumpir un embarzo, le desalifica para ser incluso conserje de un juzgado. Urge reformar esta semidemocracia que promociona a puestos de responsabilidad a cretinos de este tamaño.

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