Urkullu y Feijóo utilizan el 'sin gobierno' español para pedir mayorías el domingo

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Alberto Núñez Feijóo junto a Mariano Rajoy, la pasada madrugada, durante el acto de cierre de campaña que el PP ha celebrado en Vigo. / Salvador Sas (Efe)
Alberto Núñez Feijóo junto a Mariano Rajoy, la pasada madrugada, durante el acto de cierre de campaña que el PP ha celebrado en Vigo. / Salvador Sas (Efe)

Con los últimos llamamientos de los líderes y candidatos para movilizar al electorado, terminó la medianoche del viernes la campaña electoral en Euskadi y en Galicia. Según el censo, 1.783.411 ciudadanos vascos mayores de 18 años, de los que 69.130 residen en el extranjero, están llamados a decidir en las urnas la composición del nuevo Parlamento de Vitoria, que cuenta con 75 representantes, y el color del futuro gobierno. En Galicia la decisión corresponde a 2.701.837 ciudadanos, de los que 336.235 viven fuera de España, la mitad de ellos en Argentina y Uruguay, también conocida como la “quinta provincia”. El 'sin gobierno' en Madrid ha sido utilizado por el PP y el PNV para pedir el voto útil contra una situación similar en ambas comunidades.

La campaña ha estado salpicada de referencias diarias al 'sin gobierno' estatal. Los dirigentes nacionales, desde el jefe del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pasando por Pablo Iglesias, de Podemos, y terminando con Albert Ribera, de C's, han aprovechado los mítines y ruedas de prensa para exponer sus planteamientos sobre la gobernabilidad y lo contrario. Gracias a las elecciones en ambas nacionalidades históricas sabemos que Rajoy no piensa mover un dedo para sumar más apoyos de los 170 votos que obtuvo en las dos votaciones de su no investidura, el 31 de agosto y el 2 de septiembre, y ya mentaliza a sus huestes para las terceras elecciones.

También sabemos que de la anunciada “ronda de contactos” de Sánchez no hay más resultado que la invitación a Iglesias y Rivera a que dejen de vetarse y se sumen a la ciclópea operación de enviar al PP de Rajoy a la oposición. Pero la sola mención de un eventual acuerdo con Podemos y el rumor de que habría algún trato con los catalanes ha agitado a los barones socialistas hasta el punto de exigir a Sánchez la capacidad sobrehumana de soplar y sorber al mismo tiempo.

Y por esos mítines, casi todos de bolsillo, entre el Miño y el Bidasoa, nos hemos enterado que Rivera pide a Sánchez la armonía de Orfeón Donostiarra con sus barones y que Iglesias no le va a firmar un cheque en blanco, si bien, en Podemos surgen voces como Iñigo Errejón y Carolina Bescansa que no descartan el apoyo a un gobierno del PSOE en minoría mediante un pacto parlamentario “a la portuguesa”. Por cierto que Sánchez, que se ha pasado la campaña reprochando a Iglesias su “no” en la investidura, recibió el apoyo del primer ministro portugués Antonio Costa. Se lo transmitió el dirigente del PSP Joaquim Bouza en el mitin de cierre de campaña en Santiago.

El lehendakari y candidato a la reelección por el PNV, Iñigo Urkullu, a la izquierda, junto al presidente del partido Andoni Ortuzar en el acto de cierre de la campaña electoral celebrado en El Arenal de Bilbao. / Luis Tejido (Efe)
El lehendakari y candidato a la reelección por el PNV, Iñigo Urkullu, a la izquierda, junto al presidente del partido Andoni Ortuzar en el acto de cierre de la campaña electoral celebrado en El Arenal de Bilbao. / Luis Tejido (Efe)

La influencia del no gobierno estatal ha sido grande en la campaña en el País Vasco y en Galicia, como puede colegirse de las constantes invocaciones del lehendakari Iñigo Urkullu al “desastre español”. En su mitin de cierre de campaña en Bilbao, donde compareció con el exlehendakari Juan José Ibarretxe, dijo que no quiere para el País Vasco la falta de gobierno y el barullo de Madrid. Lógico. Tampoco desea una situación similar el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien aspira a revalidar por tercera vez la mayoría absoluta y no se ha cansado de repetir que “el ganador debe gobernar” y que para que no ocurra lo de Madrid lo mejor es no distraer el voto a formaciones “tan dudosas” como Ciudadanos.

Urkullu parece tener garantizada la reelección con los 28 escaños que le da el último sondeo de El Correo, aunque necesitará el apoyo del PP (8 escaños) o del PSE-EE (9 ó 10 diputados) si la suma de Podemos (15-16) y de EH-Bildu (14-15) pusiera en peligro su investidura o hiciera tambalear a su Gobierno. Su último mensaje de campaña consistió anoche en pedir a los jóvenes que acudan a votar al PNV. Unos 70.000 jóvenes han cumplido 18 años desde las anteriores elecciones de 2012 y podrán votar por vez primera en estas autonómicas.

La expectativa de Podemos de repetir los resultados de las dos últimas elecciones generales y erigirse en primera fuerza política en el País Vasco es tan remota que su candidata, Pilar Zabala, la descarta y prefiere hablar de “un resultado histórico el domingo”. De hecho, lo será porque la formación morada pasará de no tener representación a conseguir al menos 15 escaños, derivados de la caída en picado de los socialistas y también de la otrora izquierda abertzale, cuyo dirigente, Arnaldo Otegi, cerró la campaña en Álava.

¿'Sorpasso' al PP en Galicia?

En Galicia, donde Feijóo ha prescindido del logo del PP y realizado una campaña personalista y lo más alejada posible de la presencia de Rajoy y los casos de corrupción, el candidato de la derecha cuenta con la ventaja de que sus rivales son poco conocidos. A eso se suma el hecho de que el más significado entre los socialistas, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se ha desentendido de la campaña. El presidenciable del PSdG-PSOE, el economista Xoaquín Fernández Leiceaga, antiguo colaborador del expresidente Emilio Pérez Touriño, ha hecho una campaña fofa y sin gancho, lo que no quita para que haya denunciado el favoritismo y las concesiones de última hora de Feijóo desde la Xunta para atraer votos.

Los socialistas y En Marea (el partido instrumental de la izquierda galega que agrupa a Anova, Izquierda Unida, Podemos y otras asociaciones del tejido político) han evitado las descalificaciones verbales durante la campaña, aun sabiendo que se disputan el mismo espacio y que en las elecciones del 26J quedaron empatados. El objetivo repetido una y otra vez por el candidato de En Marea, el magistrado Luís Villares, es “el sorpasso al PP”.

Para ello Villares, que cuenta con el respaldo de “los alcaldes del cambio”, es decir, de Xulio Ferreiro (A Coruña), Jorge Suárez (Ferrol) y Martiño Noriega (Santiago) tendrá que pactar con Leiceaga y sumar al BNG, cuya candidata, la lucense Ana Portón, ha demostrado en los debates electorales y parlamentarios que le tiene cogida la medida a Feijóo. A la espera de si C's entra en el Parlamento de Galicia –su candidata, Cristina Losada, de 62 años fue militante de la Liga Comunista Revolucionaria en sus años mozos-- sólo cabe añadir alea jacta est.

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