Los partidarios del 'no' a Rajoy asumen que perderán 'por goleada' en el Comité Federal

Los partidarios de mantener el “no” al PP y a Mariano Rajoy en el seno del Comité Federal del PSOE dan por hecho que perderán “por goleada” en la reunión del domingo. Y salvo los siete diputados catalanes del PSC que, según reiteró ayer su recién reelegido primer secretario, Miquel Iceta, votarán en contra de la investidura de Rajoy si así lo decide el Consell Nacional del partido, que se reúne el lunes, los demás reconocen que tendrán que acatar la decisión del Federal. La Ejecutiva del PSOE de Madrid lo ordenó ayer expresamente a los siete diputados de la circunscripción para que no quede ninguna duda de cuál ha de ser el voto de Pedro Sánchez y de la número dos de la lista, la magistrada independiente Margarita Robles.

La reunión del máximo órgano del PSOE, convocada por el presidente de la gestora, Javier Fernández, para el domingo tiene un resultado más previsible que la del 1 de octubre, en la que Sánchez fue derrotado y obligado a dimitir por los barones capitaneados por la presidenta andaluza Susana Díaz. Si el secretario general cayó por 25 votos de diferencia (132-107), ahora los partidarios de facilitar la gobernabilidad con la abstención de los diputados socialistas han ampliado su mayoría, entre otras razones porque el propio Sánchez y 14 de los 16 miembros que le apoyaban en la Ejecutiva han dejado de ser miembros del Federal.

Los otrora críticos a Sánchez como Eduardo Madina hablan de una lista de los miembros del Comité Federal con una cruz delante de los partidarios de la abstención y aseguran que los oponentes, entre los que contabilizan a los 23 delegados catalanes y a los cinco miembros de Izquierda Socialista, pueden quedar reducidos a 80, lo que significa un tercio de los 240 miembros con voz y voto a los que ha quedado reducido el Federal tras la dimisión de los 30 de la Ejecutiva. Los partidarios de mantener el “no” a Rajoy y al PP asumen de antemano la derrota, aunque algunos como Patxi López no creen que la diferencia sea mayor que la registrada el 1 de octubre. Cierto es que si los catalanes no participan en la votación, “nos ganarán por goleada”, comenta un partidario de Sánchez.

Para el exlehendakari y expresidente del Congreso de los Diputados, “con el argumento de evitar unas nuevas elecciones vamos a dejar en manos de Rajoy el arma más poderosa que hay en una democracia, como es la posibilidad de convocar las elecciones cuando le venga bien”. En todo caso, López es partidario de acatar el mandato del Federal y plegarse a la disciplina de voto. Otros diputados no lo tienen tan claro. “Todavía no sabemos lo que haremos”, comenta un valenciano que se siente más cercano a los miles de afiliados que han respaldado con su firma los planteamientos de Sánchez que a la operación de los barones para dejar pasar a Rajoy.

En conversación con este diario, Josep Borrel ha desmentido tajantemente que vaya a optar a la Secretaría General –también lo ha hecho Ángel Gabilondo, cuyo nombre ha estado en círculos del PSOE tras la defenestración de Sánchez-- y ha lamentado la reducción del debate político a una “lucha tribal”. “No se discute la estrategia ni la ideología; lo que hay es una guerra de tribus”, comenta, visiblemente cansado.

Otros compañeros como el diputado valenciano José Luis Ábalos deploran que la estrategia de Rajoy se vaya a imponer, sin hacer nada más que daño desde el poder. Y no faltan los que, recogiendo la metáfora de Fernández ante el grupo socialista --“El edificio del PSOE está muy dañado, pero conservamos el solar”-- se preguntan quiénes y por qué lo han bombardeado. Algunos, como la diputada por Zaragoza, Susana Sumelzo, han decidido no opinar en público, pero tienen claro el nuevo estilo de mando en el PSOE: la imposición.

Muchos de los diputados y miembros del Federal consultados en los últimos días coinciden en que la división se puede visualizar territorialmente: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, parte de Castilla y León y Asturias contra el resto de las federaciones. Pero las luchas intestinas son bastante más complejas y la fragmentación más profunda en el seno de cada federación.

Más allá de la decisión, prácticamente cantada, del Federal a favor de la abstención y el desbloqueo de la gobernabilidad, algunos parlamentarios buscan palabras para expresar su “abstención” con disgusto y porque no les queda más remedio, cuando el sábado, 29 de octubre por la mañana, sean llamados a participar en la segunda votación de investidura de Rajoy, la cuarta en esta legislatura. La votación es nominal y por llamamiento y la sanción más leve a los diputados socialistas por no votar es una multa de 600 euros y la más grave, la expulsión del grupo parlamentario.

Está previsto que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, comunique hoy al rey Felipe VI la decisión de convocar el pleno de investidura para la próxima semana. La sesión comenzará el miércoles por la mañana, una vez finalizada la ronda de consultas del Rey y la primera votación tendrá lugar al mediodía del jueves. Si el candidato no obtiene mayoría absoluta (sólo cuenta con los 170 votos favorables del PP, C's y uno de Coalición Canaria), la votación se repetirá dos días después, el sábado, y bastará con la mayoría simple, es decir, con abstención de los socialistas para quedar investido y poder jurar el cargo el domingo, 30, al regreso del jefe del Estado de la Cumbre Iberoamericana en Cartagena de Indias (Colombia).