Gerardo Iglesias: «Me alegro de que IU forme parte de la alternativa y no sea sólo algo testimonial»

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Gerardo Iglesias durante una entrevista en el programa televisivo 'Salvados' de La Sexta en 2014. / LaSexta (YouTube)

Gerardo Iglesias (La Cerezal, Mieres, Asturias, 1945) habla al teléfono pausadamente, pero destilando una fina ironía y socarronería. El que fuera el primer líder de IU y uno de los principales artífices de su nacimiento hace 30 años se muestra ilusionado con Unidos Podemos, ve en esta iniciativa política y en las confluencias territoriales la conjunción de la izquierda que él intentó con IU. El que también fuera secretario general del PCE durante 6 años y dirigente sindical de CCOO ve en la suma de IU y Podemos una alternativa sólida que puede cambiar el país. Dice que esta campaña electoral "puede cambiar el rumbo de la historia". Tras abandonar los cargos de IU y el PCE, volvió a la mina a trabajar hasta que por culpa de un accidente laboral tuvo que retirarse. Últimamente había manifestado su simpatía por Podemos en varias ocasiones, pero la candidatura conjunta le apasiona como forma de ganar al PSOE, e incluso al PP. Iglesias recorre, en esta entrevista con cuartopoder.es parte de la historia de la izquierda en la democracia española; analiza la actualidad política; recuerda que hace 80 años del golpe de estado franquista y exige terminar con la impunidad de este régimen. Durante los últimos años, se ha dedicado a escribir y a dar conferencias sobre memoria democrática y sobre las víctimas del franquismo. En el año 2011 escribió Por qué estorba la memoria y en 2015, La amnesia de los cómplices.

— ¿Le recuerda Unidos Podemos a la idea que usted tenía para IU hace 30 años?

— Encuentro un gran paralelismo. Por lo menos, en lo que respecta a la intención de entonces. Pero ya no es un propósito, es una realidad, efectivamente. Entonces IU nacía para convertirse en un aglutinador de izquierdas que ofreciera a la sociedad española una alternativa realmente progresista y avanzada. No pudo ser, entre otras razones porque la inercia de la vieja cultura política del PCE no lo permitió. Aquella idea quería superar los lastres de los partidos tradicionales y también renovar el discurso político porque estábamos en una situación nueva. En aquel momento se empezaba a hablar de globalización... Unos cambios espectaculares se estaban dando en la sociedad y muchos lo entendieron no como una oportunidad, sino como algo meramente instrumental para superar los límites que evidentemente tenía el PCE. IU se convirtió muy pronto en una fuerza más de tipo tradicional. Por esto se perdieron muchos años. Es verdad que hace 30 años no había las circunstancias de ahora, pero el intento de entonces se concreta hoy en Unidos Podemos.

— Y si no se pudo hacer en un principio... ¿Por qué durante 30 años tampoco lo consiguió IU?

"Hacer de las siglas y de una bandera una cuestión central no tiene ningún sentido"

— Tiene que ver con la dinámica y las inercias del PCE. Yo nací en una familia comunista, mamé el comunismo antes de llegar al mundo. Tuve una primera etapa de militancia motivada por razones sentimentales, por razones del entorno social en el que nací, pero pronto me di cuenta de que el partido político sólo es una herramienta para llevar a cabo las ideas que tienes. Hacer de las siglas y de una bandera una cuestión central no tiene sentido. Creía ya en aquel momento, cuando se crea IU, en la idea central de superar, de la forma más suave, sin herir y sin que nadie se tuviera que marchar, a un partido que no tenía pujanza. No tenía pujanza por razones varias: por 40 años de anticomunismo feroz, por todo lo que había sucedido en la URSS, el estalinismo... Yo lamento que lo que yo intenté no llegara pronto, pero afortunadamente llegó Alberto Garzón y ha colocado a IU en una senda de avance hacia el cambio de las políticas sociales y económicas de este país. Y lo ha conseguido con obstáculos visibles. Me alegro de que IU hoy forme parte de la alternativa real y no sea sólo algo testimonial. IU era una fuerza política que estaba ahí, pero que no era capaz de promover los cambios necesarios. IU está en el buen camino. Tiene todo mi apoyo, desde luego, aunque no esté en las mejores condiciones físicas, Unidos Podemos.

— ¿Cree que esta confluencia entre Podemos e IU se debe a un contexto meramente electoral o considera que puede ser un movimiento político que vaya más allá?

— Estoy convencido, plenamente convencido, de que irá más allá. Podemos supo interpretar lo que significaba el 15M y todos los movimientos sociales. Pero Podemos no se presenta a las elecciones municipales porque era un gran riesgo hacerlo sin tener estructuras en todos los sitios, sin conocer a la gente de su propio partido, y entonces se organizan candidaturas de unidad popular, con nombres distintos, municipalistas. Aquello da un nuevo impulso a lo que había emergido el 15M, eso de que es posible unir a toda una masa heterogénea con un objetivo común. La experiencia municipal es la que permite que Podemos y otras fuerzas reflexionen y entiendan mejor cómo se construye la alternativa desde la izquierda. Y esto no puede ser de otra manera que respetando la amplia pluralidad y permitiendo la autonomía de los movimientos sociales. Creo que estamos ante un hecho que va más allá de las elecciones. No me imagino que Unidos Podemos se vaya a romper mañana, se llame como se llame. Y en este proceso incluyo a Compromís, En Marea y En Comú Podem… Todo este movimiento será el que determine que en este país cuaje una alternativa de izquierdas. Esta era la idea con la que nació IU.

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El ex líder de IU y del PCE, en otra imagen. / LaSexta (Youtube)

— Su sucesor al frente de IU y del PCE, Julio Anguita, participará en la campaña de Unidos de Podemos y está tomando un protagonisto político como hace años. ¿Qué opina al respecto? ¿Hará usted campaña?

— Julio Anguita nunca abandonó IU como hice yo. A mí me alegra mucho que Anguita esté con esta posición unitaria, pero es un caso distinto al mío. Yo me aparté de la militancia de IU y del PCE, él no. Yo le felicito por esta decisión. En cuanto a si haré campaña, no tengo nada previsto, pero no lo descarto.

— Decía usted que "mamó del comunismo antes de llegar a este mundo". ¿Qué cree que puede aportar una opción política como el comunismo hoy en día a la sociedad?

— El comunismo tiene valores e ideas esenciales que siguen absolutamente vigentes. Yo me refiero que dejé el partido, la sigla. Yo milité muchos años en el PCE y no he hecho otra cosa más que luchar contra el franquismo, por una democracia. Yo no reniego de nada, si yo volviera a tener 15 años y la situación fuera la misma, volvería a ingresar en el PCE. No es renunciar, lo mío es entender que la sociedad cambia y los partidos y las formas de hacer política tienen que cambiar. Es muy difícil de cambiar una estructura como la del PCE, que prácticamente se crea durante la Guerra Civil, donde desarrolló un gran papel, aunque existía desde 1920, y luego vivió 40 años de clandestinidad. El PCE es un partido que se crea en esas condiciones, lo que genera una cultura muy de resistencia, muy cerrada, y que hace que sea muy difícil renovarse desde dentro. Creo que el gran mérito de Alberto Garzón es haber podido hacer desde dentro lo que yo no pude hacer en su día.

"El gran mérito de Alberto Garzón es haber podido hacer desde dentro lo que yo no pude hacer en su día"

— Usted destacó como un dirigente de IU y del PCE que confrontaba con las políticas y los líderes del PSOE. ¿Cómo ve al PSOE actualmente?

— En aquel momento cualquier acercamiento al PSOE era muy difícil, porque yo representaba a un partido minoritario, el PCE, y a las minorías nos trataban como apestados. Particularmente yo he sufrido el acoso y derribo de Felipe González y de Alfonso Guerra de la forma más descarada. Llegaron a decir incluso que yo iba borracho a los mítines. En mi vida he cogido una borrachera porque no soy bebedor. Mi desencuentro con el PSOE se produce en la primera y única entrevista que tuve con Felipe González en la Moncloa. Me vino a decir que si era condescendiente con el poder que él ejercía, tendría un cierto protagonismo en la vida política y si no, me pasaría lo que le pasó a Carrillo. Carrillo, mientras estuvo en la política de consenso con el PSOE, tuvo un gran protagonismo, después pasó a no tenerlo y representar a una fuerza testimonial. Yo le dije que había venido a Madrid para otra cosa, que no me vendía por un plato de lentejas. El PCE iba a estar absolutamente al servicio de la democracia, pero en política económica e internacional nos tendrían en frente en todo momento.

— ¿Qué le queda al PSOE de izquierdas? 

— No parece que le quede mucho, según lo percibe la sociedad y según mi propia percepción. Creo que se equivoca, pero es muy difícil que una fuerza con tanta historia detrás… Desde la segunda mitad de los gobiernos de Felipe González, cuando la corrupción era tremenda, tendrían que haber emprendido una renovación. Han ido cambiando de cara pero no ha habido renovación, y lo que han hecho se les está volviendo en contra. Han querido echar la culpa a Podemos de que hoy no hubiera pacto para gobernar, pero el PSOE lo primero que hizo fue, desde la Mesa del Congreso, echar a Podemos al gallinero. ¿Cómo van a culpar a Podemos si desde el primer momento han tratado de marginarlos y humillarlos? El PSOE está en una encrucijada y tendrá que decidir de qué lado está. Según las opiniones que leo en la prensa, la mayoría de los barones tienden a la gran coalición, que como el propio González decía el otro día, ya no será tan grande. Si se deciden por ahí, yo creo que van a la pasokización. Sería una decisión acertada para el PSOE si se deciden a gobernar con Podemos, pero esto no va a ocurrir, salvo que haya una rebelión interna en el PSOE. Si los resultados son peores que los de diciembre, no sé si Pedro Sánchez tendrá tiempo de volverse a sentar en su despacho. Hace falta un gobierno que piense en la gente, que haya una Sanidad que no esté absolutamente desbaratada, y lo digo como persona que depende cotidianamente de este servicio. Están siendo unos años horrorosos, y luego, además, la gran corrupción. El PP es un partido que está podrido porque en este país se hizo la Transición con las mismas estructuras del poder franquista. No ha habido democratización de los aparatos del Estado. El capitalismo de amiguetes, que se gestó alrededor de Franco, sigue. Corrupción hay en todas partes, pero aquí es un problema estructural que nace del franquismo. Por eso es importante una alternativa de progreso, de izquierdas, para romper con las inercias que provienen del franquismo.

"No va a ocurrir que el PSOE gobierne con Podemos, salvo que haya una rebelión interna
en el PSOE"

— Usted fue una de las personas implicadas en la fundación de CCOO en Asturias. ¿Cómo ve actualmente al principal sindicato de este país?

— La primera reunión de CCOO que se hizo en Asturias la convoqué yo, concretamente. Me refiero a la primera reunión para generar una estructura permanente y organizada, pues CCOO había surgido antes como algo muy espontáneo. Durante años fui secretario general de CCOO en Asturias y miembro de la Dirección Nacional. Siento una gran preocupación por CCOO. Practican un sindicalismo que no funciona. En este periodo los movimientos sociales emergentes han tenido que asumir una parte del papel que debería haber asumido el sindicato. Están tan faltos de acoplarse a la nueva situación... Siguen con modelos de la Primera Revolución Industrial. Me extraña más de CCOO que de UGT, pues este último es un sindicato con una trayectoria muy larga. CCOO fue un movimiento fresco, espontáneo, que nació de las empresas a iniciativa de los propios trabajadores y se ha convertido en un sindicato que ha perdido mucho crédito y capacidad de movilización. En todo caso, le deseo lo mejor. El sindicalismo es más necesario que nunca.

— Este año se cumplen 80 años desde que tuvo lugar el golpe de estado franquista. ¿Qué reflexión hace al respecto una persona tan involucrada con la recuperación de la memoria histórica?

"Este país no puede abrirse
al futuro sobre cientos de miles
de personas abandonadas
en las cunetas"

— En estos últimos años mi principal y modesta actividad ha estado dedicada a la lucha por la recuperación de la memoria democrática, he escrito dos libros y he participado en algunas charlas. Me gusta más el término memoria democrática que memoria histórica. La memoria histórica nos puede llevar, por ejemplo, a la invasión de Cristóbal Colón de América. Por su parte, la memoria democrática es un término que nos retrae a la II República, la primera etapa realmente democrática que hay en España. Este país no puede abrirse al futuro sobre cientos de miles de personas abandonadas en las cunetas, ni con monumentos que se alzan para gloria del fascismo, como el Valle de los Caídos. Se vanagloria al fascismo hoy en día y no se detiene a nadie. Tenemos una Fundación Francisco Franco que recibe fondos públicos y está ahí para hacer apología del dictador. Hay que acabar con eso. He tenido ocasión, cuando escribí mis dos libros, de hablar con muchos familiares y víctimas del franquismo. Es tremendo el dolor que arrastra esta gente, uno dolor que induce miedo. El miedo sigue siendo un factor muy importante de gobierno, y ese miedo viene de la propia dictadura. Al no haber habido una ruptura democrática y al montar el nuevo edificio sobre los cimientos del franquismo, sigue flotando el temor. Eso se utiliza desde la derecha y lamentablemente desde el propio PSOE. Están enfocando la campaña desde el miedo. Afortunadamente la gente no es tonta y se están pasando tanto de rosca que provocan risa. En este nuevo proceso político que se abra, hay que abordar la gran asignatura de la impunidad del franquismo. Este régimen tiene que ser juzgado en los tribunales, no digo las personas que ya no viven, sino lo que significó el franquismo. El tribunal de Núremberg no solamente se limitó a condenar a los responsables directos, también sentó doctrina sobre lo que significaba esa ideología y se utilizó para crear sentimiento antifascista.

6 Comments
  1. garabatu says

    Gerardo:
    Con todo el respeto que me mereces por tu lucha por ña democracia y la libertad, tengo que disentir de tus palabras en una sola cuestion.
    Cuando se creo IU, oi a muchos dirigentes decir que en IU cabisn todos los colectivos, asiciaciobes, etc, etc, que fueran de izquierdas. Entonces: ¿Por wue tenemos que ir nosotros con Podemos, y no Podemos con nosotros?
    Salud y Republuca

  2. Arias y ñata says

    Follardin cabalga de nuevo, que se guarden las yeguas… xD

  3. gatupardu says

    garabatu vaya nivel que tienes (menudo carpijo)

  4. Pozuelo says

    Con tanta honradez no se puede ser político, Gerardo. Nos pasa a muchos. Sólo con humanidad y sentimiento, te comen a cucharadas los miles de bujarrones que andan sueltos por ahí.

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