Susana Díaz no descarta adelantar las andaluzas y presentarse a las primarias

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Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía y del Congreso extraordinario del PSOE, felicita a Pedro Sánchez tras ser elegido por aclamación nuevo secretario general socialista. / Luca Piergiovanni (Efe)

Más allá de las batallas de imagen, que tanto se han prodigado durante el Congreso Extraordinario del PSOE, el mar de fondo sobre el futuro liderazgo del PSOE sigue estando agitado. Según señalaron distintas fuentes tanto andaluzas como de otras federaciones a cuartopoder.es, Susana Díaz sigue sin descartar ser la próxima candidata socialista a presidenta del Gobierno porque no excluye la posibilidad de adelantar las elecciones andaluzas al próximo otoño, ganárselas al PP y, dependiendo cómo esté el patio tras las municipales de mayo, presentarse a las primarias del PSOE para arrebatarle la candidatura a Pedro Sánchez.

De momento, añaden los informantes con precaución, es cierto que Díaz ha apostado por Sánchez y que piensa hacer tándem con él. Es más, considera que tienen que cambiar mucho las cosas para que el nuevo secretario general del PSOE no sea el próximo candidato presidencial. Y de ahí que apueste por ser paciente y dejar que Sánchez recoja todo el desgaste electoral del partido hasta que la situación les permita remontar en votos y, sobre todo, que sea el próximo dirigente socialista que derrote Mariano Rajoy. Ella seguirá esperando a dar el salto, dicen algunos andaluces cercanos a la líder andaluza, aunque Sánchez demuestre, con unos resultados aceptables, que los socialistas están empezando a salir del fondo del pozo.

Por eso insiste una y otra vez, tras el Congreso, en que no hay ningún tutelaje por su parte y que el gran peso de los andaluces en la nueva Ejecutiva sólo se corresponde con la importancia del partido en la Comunidad Autónoma que gobierna con el apoyo de Izquierda Unida. Pero datos son amores al margen de las mejores o peores pintas. Y lo cierto es que Díaz ha colocado 8 andaluces en la dirección, todos controlando áreas decisivas salvo Micaela Navarro a la que, no obstante, ha colocado como guinda del pastel ejecutivo. Una Micaela Navarro, hay que recordarlo, que se situó frente a la hoy presidenta en el 38 Congreso de Sevilla y estuvo a tope con Alfredo Pérez Rubalcaba hasta el final. Pero luego, Rubalcaba la dejó colgada y fue Díaz, su rival, quien a pesar de sus pasadas diferencias, le devolvió la vida política situándola como presidenta del PSOE andaluz.

Por las áreas que ocupan los ejecutivos andaluces, Sánchez no tiene más remedio que contar con Díaz y consensuar la estrategia a seguir. Eso sí, dicen los suyos, haciendo lo posible y lo imposible para fortalecer su autonomía política y organizativa aprovechando que ya se ha colocado oficialmente el traje de secretario general, lo que siempre impone lo suyo.

No deja de ser significativo que Díaz rechazase las insistentes ofertas de que ocupara la presidencia del partido ya que había rechazado la secretaría general. Pero ella, erre que erre, insiste en que los suyo es Andalucía porque sabe que la fuerza futura depende de que gane unas elecciones decisivas para los socialistas como número uno de la lista, lo que todavía no ha hecho porque fue José Antonio Griñán quien la dejó colocada en el cargo presidencial y en el liderazgo del PSOE-A. La presidenta andaluza teme que las municipales de mayo del año que vienen haga que IU, para distinguir su alternativa de la del PSOE, se desmarque de su Gobierno este otoño. Y, depende de hasta qué punto lo hagan y qué le dicen entonces sus encuestas para adelantar o no los comicios, pillando además a contrapié al joven candidato del PP, Juan Manuel Moreno. Porque lo que también tiene muy claro es que no le conviene ni pizca hacer coincidir las autonómicas con las municipales y que, para hacer ese viaje, le resulta más rentable aguantar hasta el 2016, que es cuando tocan las andaluzas.

Por eso, sabedora de que la tensión territorial es decisiva en toda España, pero singularmente sensible en su tierra andaluza por la actuación separatista del Gobierno catalán representado por Artur Mas, al que apoyan ERC y la CUP, Díaz ha decidido tomar las riendas del debate federalista en el PSOE. Y no sólo colocando al diputado sevillano Antonio Pradas en la Ejecutiva para ocuparse del área decisiva de Política Federal en detrimento de Patxi López.

Lo hizo tan sin recato que le creó un serio problema a Sánchez al desplazar al presidente asturiano, Javier Fernández, de la presidencia del Consejo Político del partido en el que se reúnen trimestralmente los barones para abordar los grandes temas, especialmente los territoriales, nada menos que a las puertas del Congreso, el mismo viernes por la tarde. El secretario general tuvo que inventar un Consejo para la Transición Industrial y Energética, cuyo presidente conlleva la pertenencia a la Ejecutiva, para recolocar a Fernández.

Los andaluces se excusan diciendo que sólo se trataba de que su presidenta tuviera una presencia visible en la dirección por vía indirecta. Pero la presencia visible ya la tenía garantizada como presidenta del Congreso Extraordinario, por su poder en el aparato y por su proyección mediática. Y lo que pretende es que un tema tan sensible –especialmente en Andalucía- como el futuro federalismo y la relación de Cataluña con España no se le vaya de las manos porque podría resultar muy dañino para sus propios intereses electorales.

Si a eso se le añade que el porcentaje de andaluces en la Ejecutiva pasa del 13% que tuvo en Sevilla el 2012, tras el 38 Congreso, al 21% actual –y ahora sin presencia de sus adversarios como entonces- y que ha colocado a los suyos, además de el área de política federal, en otras estratégicas como Sanidad, Formación, Agricultura y Pesca y Cooperación para el Desarrollo, además de dos vocales (Francisco Pizarro y Juan Pablo Durán), no es difícil imaginar lo que manda indirectamente en la nueva Ejecutiva. Desde luego, lo suficiente para que su sombra alargada siga quitándole el sol a Pedro Sánchez como Alejandro Magno, desde su caballo, se lo quitaba a Diógenes en Linyera.

5 Comments
  1. negras tormentas says

    Susana Diaz no descarta nada.
    Su objetivo es un gobierno estable junto con el pp.
    ¡¡El futuro es PPSOE!!
    Está escrito.

  2. negras tormentas says

    ¡Y lo celebrarán en El Algarrobico!!!

  3. juanjo says

    ¿Y quiénes no aciertan a cultivar medianamente su propio huerto, van a ser capaces de cultivar correctamente el de los demás?
    ..
    No me refiero sólo al enorme paro y pobreza que corroe Andalucía, sino también a los ERES y demás.

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