Un convenio histórico para acabar con la jungla laboral de los veterinarios

  • Los sindicatos y la patronal veterinaria firmaron hace unos días el primer Convenio Colectivo de Centros y Servicios Veterinarios  
  • Hasta ahora estos profesionales trabajaban en "condiciones desreguladas"; con "horarios interminables" y "contratos leoninos que a veces ni se respetaban"
 

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Una profesión con su vocación partida en microempresas, universitarios a precio de mileuristas y un arsenal de nuevos licenciados que salen cada año a un mercado saturado. La selva laboral en la que se desarrollaba el trabajo de los veterinarios españoles, especialmente los de clínica, tendrá unas nuevas reglas. CCOO y UGT han firmado con la patronal veterinaria (CEVE) el primer Convenio Colectivo de Centros y Servicios Veterinarios . Todos celebran tener, por fin, una referencia, siempre que sea solo el primer paso hacia la dignificación.

"Era un sector no regulado, ahora hay un marco estatal que regula las condiciones laborales. Antes distintas comunidades autónomas se estaban rigiendo con distintas normas. En algunas zonas hemos visto veterinarios sometidos al convenio de Oficinas y Despachos. Era una necesidad", explica Hugo Sánchez, miembro negociador y portavoz de UGT del Convenio Nacional de Centros y Servicios Veterinarios. Hasta el momento, muchos veterinarios se guiaban por el Estatuto de los Trabajadores. Ahora, el convenio define y ordena las categorías profesionales, las horas de jornada, el precio de las horas extras y la tabla salarial. Sánchez además le da especial importancia a la regulación de la formación dentro de la carrera profesional y a la prevención de riesgos laborales.

Además, desde el sindicato indican un objetivo a medio plazo que colmaría una de las expectativas de los veterinarios, como es el reconocimiento social y sanitaria de su trabajo: "Que se asimile la figura del veterinario dentro del parámetro de la sanidad". Es decir, trabajar dentro del concepto One health, que demuestra que la salud de los seres humanos está directamente relacionada con la de los animales y su entorno.

Lo mejor: quién es quién en las clínicas

El convenio afecta a 25.000 profesionales y se extiende hasta 2022. Pese a que cada vez las mascotas están más integradas en los hogares españoles, los veterinarios trabajan en "condiciones laborales desreguladas, horarios interminables, sin formación reglada, sin consideraciones normativas en seguridad y salud, exiguamente pagados, con contratos leoninos que a veces ni se respetaban y con la “Espada de Damocles” del despido inmotivado", tal y como describe Manuel Martínez Domínguez, secretario de Comunicación y Relaciones Institucionales de FESVET, la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios. Desde esta organización califican de "hito" esta firma y consideran "asumibles" las carencias, que las hay. Sin embargo, recuerdan que, en términos laborales, los veterinarios estaban en pañales en comparación con otras profesiones como los farmacéuticos, que van ya por el XXV Convenio Colectivo en las Oficinas de Farmacia.

Además de sentar las bases en condiciones económicas básicas, desde FESVET celebran "la regulación de la carrera profesional": "Se trata de un derecho del personal sanitario a progresar, de forma individualizada y sin necesidad de cambiar de puesto de trabajo".

El nuevo convenio también evitará situaciones que se han vuelto demasiado habituales como que una persona con categoría de "veterinario supervisado" no pueda quedarse solo haciendo una guardia.

Para evitar las jornadas maratonianas de algunos profesionales, se ha fijado un máximo de horas de trabajo al año de 1.780. Además, los sindicatos también celebran que se incluya una subida de los salarios del 2% al año.

Lo peor: los bajos salarios

Entre los puntos mejorables de este convenio están los salarios que, pese a todo, siguen siendo bajos. Dentro de las escalas, el salario base anual va desde los 14.000 euros para los servicios de limpieza hasta los 24.024 euros del "personal veterinario director". El "veterinario generalista" se conforma con 19.656 euros, a los que hay que sumar los complementos. Hay también otras cifras mejorables, como el "complemento de disponibilidad" de siete euros.

"Se esperaba más", opina Benito Pérez, el presidente de AEVET, que en cualquier caso cree que la firma es "positiva". Aún así, también ve que el convenio tendrá poco efecto en otro de los problemas del sector: la cantidad de licenciados que salen cada año al mercado desde las 13 facultades de veterinaria en España.

Un tejido sindical por construir

"Da la sensación de que faltaba gente que conociera el funcionamiento por dentro", sentencia el presidente de AEVET. El convenio lo han negociado UGT, CCOO y la Confederación Intersindical Galega (CIG), que decidió no firmarlo por considerarlo una "oportunidad perdida". Los grandes sindicatos son los ganadores de las elecciones en las empresas frente a un tejido asociativo poco especializado en la profesión, una dificultad a la hora de organizarse. Pese a todo, el pasado noviembre los veterinarios se manifestaron para pedir reconocimiento o medidas como la bajada de IVA.

"Sin duda, una de las principales carencias de la profesión veterinaria lo constituye el hecho de que no han existido, hasta hace muy poco tiempo, organizaciones sindicales veterinarias a nivel nacional", reconoce Martínez. Además de la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (FESVET), centrada en la Función Pública, empiezan a aparecer también organizaciones regionales, como USVEMA (Unión sindical veterinaria de Madrid), USVEGA (Unión sindical veterinaria galega), CONSIVE (Convergencia sindical veterinaria de Las Palmas), Sindicat de Veterinària-COS de Cataluña, Sindicato de Veterinaria-COS Valencia o el Sindicato-de-Veterinaria-COS-Valencia-Plataforma sindical Veterinaria Digna Madrid.

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