Querido balón, perdón por el secuestro

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EMPUNA PUNA

Puyol y otros jugadores celebran el gol. / Cárdenas (Efe)

A un pasito de la gloria eterna. Justo ahí es donde nos hemos colocado hoy, todos los españoles que amamos a La Roja. Porque aún queda un último escalón para llegar, de una vez por todas, al Olimpo. Empiezo así el relato de este día histérico e histórico porque la euforia que se ha desatado hoy en España, absolutamente justificada, dicho sea de paso, debería durar exactamente una noche. Esta constelación de duendecillos mágicos está llamada para protagonizar, el próximo domingo, la mayor gesta en la historia del deporte de nuestro país. Y, si lo consiguen, ya nadie jamás podrá llegar más lejos.

Escribo estas líneas mientras reviso el partido, en la habitación de mi hotel, con Javier Ares al lado. Ahora si estamos disfrutando, como dos críos, con el brillante partido que ha firmado hoy la que es, sin duda, la mejor selección del planeta. Conocedores del resultado final y con la firme seguridad de que éste ya no va a cambiar, asistimos ambos, con deleite infinito, a una de las mayores exhibiciones de fútbol control que jamás hemos visto. A fuerza de ser sinceros, yo, en unas semifinales del Mundial, no recuerdo nada parecido.

La impotencia que hoy debe haber sentido la siempre imperial Alemania ha sido, muy probablemente, incluso superior a la que debieron sentir hace un par de años en Viena, sólo que aquel día, recibieron el gol antes. El monólogo de España ha sido de tal índole, que el propio técnico teutón ha catalogado a la Roja, una vez concluido el partido, como la mejor selección del mundo, sin ni tan si quiera pestañear. No es nada habitual escucharle a un alemán decir eso.

Ahora bien, que nadie piense que esto ha sido un paseo porque, era tal la importancia de la cita que, incluso teniendo ese control casi absoluto del juego, hoy hemos sufrido como auténticos condenados, temiendo por esa fatídica contra germana que, reconozcámoslo ahora, todos nos hemos temido en algún momento del encuentro. Mejor así. Sin sufrimiento no hay gloria y sin épica jamás podríamos haber cantado ese gol de Puyi como lo hemos cantado en el RadioEstadio de Onda Cero. Aquí tenéis el sonido. Disfrutadlo. Es, de momento, el gol más importante en la historia del fútbol patrio.

LA BIZCOCHETA

Hace 9 meses, en la víspera de un Bosnia/Herzegovina-España, aparentemente intrascendente, me propuse darle un sentido a ese partido. No hay nada más aburrido que retransmitir un encuentro en el que ninguno de los dos equipos se juega nada y en ese choque de Zenica, como digo, se daba, a priori, esa circunstancia, puesto que España ya estaba clasificada para Sudáfrica y su rival tenía asegurada, matemáticamente, la repesca.

Pero había un detalle peculiar y llamativo en las cifras de España, a lo largo de toda la fase de clasificación. La Roja había ganado todos y cada uno de sus partidos, al igual que también había hecho Holanda. ¿Significaría eso algo? ¿Quizá existían precedentes? ¿Merecía la pena ese pleno, por una cuestión algo más que meramente estética?

Y la búsqueda fue fructífera. Tanto, que de ella salió una predicción casi apocalíptica que, por aquel entonces, a mis compañeros casi les sonó a chiste, pero que hoy se ha convertido en realidad. Es la magia de los números. La cábala en su versión más espeluznante. No os cuento más. Podéis escuchar aquí lo que sucedió el 14 de Octubre de 2009, en un RadioEstadio que, desde hoy, no se me podrá olvidar jamás.

3 Comments
  1. celine says

    Enhorabuena a todo el mundo. Y los que no se den por aludidos, pues pobriños.

  2. gonzaceleste says

    felicitaciones a toda españa, han demostrado como jugar bien al futbol con la pelota en los pies, es un placer verlos jugar como ayer. Desde uruguay nuestro reconocimiento y mister chip lo mejor de twitter

  3. cayolargo says

    Otra estadística que vamos a romper: los últimos que han cambiado de camiseta en la final por coincidencia de colores pierden (Francia 2006, Argentina 1990, Alemania 1986).

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