El sacerdote español Miguel Pajares, afectado por el virus del Ébola, se encuentra en "situación clínica estable", según el primer informe médico facilitado tras su llegada al Hospital Carlos III de Madrid, mientras que la religiosa con nacionalidad española Juliana Bohi, que no está contagiada, se encuentra en "muy buen estado general". Pajares, que ha llegado al centro hospitalario "un poco desorientado", está estable y febril, respira espontáneamente y no tiene hemorragias, uno de los principales riesgos de contagio, según el informe facilitado hoy por la Consejería de Sanidad de Madrid. Ambos han llegado en torno a las 08:15 de hoy en un avión militar medicalizado en el que han viajado desde Liberia.
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