Interior quiere recuperar el deber de saludo en la Policía que anuló una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en 1993. En una circular que es objeto de debate en el Consejo de la Policía, la Dirección General regula el uso del uniforme y "otras de normas de educación" para los agentes de Policía. Así, según este documento, los agentes deberán llevar su indumentaria en perfectas condiciones de limpieza y pulcritud, no podrán usar "pegatinas o adornos" en los ceñidores y cinturones reglamentarios, llevarán los botones y las cremalleras correctamente abrochados y la corbata ajustada cuando su uso sea preceptivo. Y, por supuesto, durante el servicio se les prohibirá adoptar posturas indolentes o contrarias al decoro propio de la dignidad del cargo que ostentan. Todo un manual de instrucciones para que los agentes se comporten y vistan.
La Dirección General de la Policía ha puesto sobre la mesa esta resolución para que sus hombres se vistan y comporten adecuadamente. La orden, que aún no está aprobada y que está siendo negociada con los sindicatos, es un borrador de seis folios que ha levantado muchas suspicacias en las filas azules y se estructura en 13 puntos que deben marcar el uso del uniforme y el deber de saludo que se reguló en la Circular 44 de la DGP –como una expresión verbal que únicamente dice que se hará "en términos corteses y respetuosos"–, y que posteriormente anuló la Sentencia del TSJ de Madrid 695/1993. Esto significa que Interior pretende resucitar el clásico "a sus órdenes", catorce años después de que desapareciera como obligación y, en un momento, en el que el ambiente en el cuerpo está caldeado por el recorte salarial y de medios.
Según recoge el documento, al que ha tenido acceso cuartopoder, de acuerdo a la Ley orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, existe un deber de saludo de los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, de obligado cumplimiento, que deberá efectuarse con arreglo a las siguientes previsiones: un “saludo simbólico” que se realizará “de pie, con la mano derecha extendida y con los dedos unidos de forma natural, hasta tocar con el dedo corazón el botón lateral derecho de la gorra o, lugar aproximado cuando se usen otras prendas reglamentarias de cabeza, bajando la mano seguidamente mientras el brazo izquierdo permanecerá en paralelo con el cuerpo". Y, en el caso de que no lleven prenda de cabeza y vistan de uniforme, por encontrarse en interiores o porque las circunstancias del servicio así lo aconsejen, el saludo se efectuará también de pie, con los brazos situados en paralelo con el cuerpo y pies juntos.
¿Y a quiénes deberán saludar los agentes? Pues a los ciudadanos usando la fórmula verbal de cortesía de “buenos días, tardes o noches” y, de “usted”, y a las autoridades o miembros del Cuerpo Nacional de Policía de mayor categoría o escala con la expresión de “a sus órdenes”, pudiendo añadir “buenos días, tardes o noches”, según corresponda, sin que se puedan sustituir estas expresiones por otras usadas en los saludos comunes o en el lenguaje coloquial. Los agentes también deberán saludar a la Bandera e Himno nacional en actos oficiales.
Según Interior, tanta reglamentación obedece a la necesidad de trasladar al ciudadano la imagen corporativa de servicio público, atención y trato esmerado, como uno de los valores arraigados en el Cuerpo Nacional de Policía, que no es otro que el servicio a los ciudadanos. En caso de incumplimiento, los agentes serán sancionados de acuerdo a lo previsto en el régimen disciplinario de la Policía. Y es que para la Dirección General se están perdiendo las formas y una manera de recuperarlas será “poniendo orden” en todo lo que respecta al uniforme porque según el documento, la uniformidad en el Cuerpo Nacional de Policía es algo más que “un conjunto de prendas para la prestación de un servicio”. El uniforme, explica, acredita la condición de Agente de la Autoridad y proyecta a los ciudadanos los valores y principios de la Institución. Por eso, agrega, es necesario fijar con precisión normas o instrucciones que actualicen, entre otras, la Orden INT/2160/2008, de 17 de julio, que adecuó la uniformidad incorporando elementos para la mejora de la operatividad y funcionalidad acorde con medidas de prevención para el funcionario.
Dado que el uniforme es la imagen de la Policía, se prohíbe el uso de prendas, accesorios o añadidos que no hayan sido autorizados y, además, todas las prendas deberán llevarse en perfectas condiciones de limpieza y pulcritud, asegurándose que su talla es la adecuada, los botones y cremalleras deberán ir correctamente abrochados y cerrados, ajustándose debidamente la corbata cuando su uso sea preceptivo, y se establece como obligatorio el uso de la prenda de cabeza en exteriores.
De aprobarse esta normativa, los agentes tampoco podrán usar pegatinas o adornos en cinturones, fundas o grilletes ni llevar las gafas de sol en la cabeza o colgadas del cuello mediante cordones o lazos, sino en los bolsillos y su uso queda reservado a los lugares abiertos y cuando las circunstancias climatológicas lo aconsejen.
Las prohibiciones siguen y se recoge la obligación de no adoptar posturas indolentes o contrarias al decoro propio de la dignidad del cargo que ostentan, no permitiéndose ingerir bebidas alcohólicas mientras se encuentren de servicio. Tampoco se permitirán peinados, maquillajes o complementos que puedan ser considerados estrambóticos o extravagantes, o contrarios al decoro e imagen. Aquí Interior hace una distinción: a los hombres se les pide que lleven el cabello y la barba aseada y arreglada y que no oculten el cuello de la camisa o guerrera mientras el peinado de las mujeres tiene varios límites: no impedir que la cara esté completamente despejada o visible, dejando ver los pabellones auditivos y el cuello de la camisa o guerrera y, si es largo, deberá ir recogido, procurándose por razón de seguridad que el largo no descienda por debajo de la línea de los hombros.
También se esgrime el motivo de la seguridad para excluir de la indumentaria las pulseras y los pendientes para los hombres, mientras que a las féminas les queda restringido a un tamaño que no sobrepase el lóbulo de la oreja. Totalmente fuera de lugar, dicen, están los “piercings” o similares.
Además de la corrección en el trato con los superiores de acuerdo con los principios clásicos de órden, jerarquía y disciplina deberían implantar la educación y no el abuso y la provocación en el trato con los ciudadanos. Quieren convertir a los maderos en tontacos de obediencia ciega y luego ellos se resarcen o vengan con la gente. Me parece a mí que así no se forma ni buena policía ni buenos controladores sociales al servicio del poder legítimo de origen y tramposo de ejercicio.
Lo de «a su órdenes», es una fórmula de cortesia, para todo el mundo, que acostumbro a escuchar en tierras mexicanas de contínuo . El policia es un servidor del Estado, como se sabe, aun cuanto te dice «A que te meto una hostia…?» Habrá que hablar con los sindicatos.
Me parece del todo obsoleto en un pais democratico y para un cuerpo de naturaleza civil.
Mas bien viene a ser una medicina para el ego de unos cuantos gerifantes que acostumbrados a la obediencia ciega y sometimiento de los funcionarios han visto como mermaba su altura y pecho lobo creyendose por tres miserables palabras casi dioses del olimpo.
Cuando deberian preocuparse por coger a los chorizos,por dar un servicio a los ciudadanos y a este pais en vez de por hacer la estadistica del politico de turno, que tras lamer profundamente su culo posiblemente le asigne el puesto deseado.
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