Ese otro 2011

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Ricardi, acompañado por su abogada y un familiar, al abandonar la cárcel salmantina de Topas, en 2008. / Efe

Ni presidentes de Gobierno. Ni campeones de Liga o científicos artífices de descubrimientos que pasarán a la Historia. Su escenario es la calle. Su vida tiene tintes grises. Nunca soñaron con protagonizar, siquiera, una página de un periódico, pero sus destinos han puesto en entredicho el sistema judicial o han abierto periódicos por ser el rostro de una denuncia o de un delito escabroso. Han pasado del anonimato al foco de atención de la Historia con mayúsculas, la mayoría de las ocasiones, a su pesar. Estas son las pequeñas viñetas de personajes, sin nombre propio, que han escrito el año que cerramos y que seguirán rubricando el que despierta. Un año aún en blanco que despega de este fascículo viejo que es ya 2011 y que se ha escrito también con estas historias en minúscula a golpe de sonrisas y lágrimas callejeros. Historias que dibujan el mundo, lo mueven, lo decoran...  En este post recordarán o conocerán, por primera vez, a un toxicómano, un asesino, un enfermo terminal o una madre que busca desesperada a su hija. Ellos escribieron otro 2011.

Ocurrió con Rafael Ricardi, un gaditano condenado por una violación que  nunca  cometió. Pasó 13 años entre rejas; el tiempo que la Justicia tardó en reconocer su error. Ricardi abandonó la prisión el 25 de julio de 2008. Sin embargo,  hasta que el  31 de diciembre de 2010 no percibió su compensación por una vida perdida; 555.600 euros; 120 euros por cada uno de los 4.630 días encarcelado por error. 555.600 euros que no compensan 13 años de prisión, pero al menos, que le permiten una casa, un viaje, esos regalos a sus nietos…en definitiva, una vida, a cambio de una pesadilla. Con la indemnización, Ricardi daba el portazo al 2010. 2011 ha sido el año de su 'segunda' vida. Este año lo ha pasado en el anonimato; recuperando y aprendiendo a vivir su libertad, pero aún le queda un capítulo para olvidarse de aquella historia que le condenó.  En 2012  será testigo en  el juicio contra Juan B. G. y Fernando P. G, los dos jerezanos acusados de cometer una decena de violaciones entre 1995 y 2000 en El Puerto y en Puerto Real, una de las cuales supuso su condena por error y que la revisión del llamado ‘caso Ricardi’ permitió su detención. El cautivo era y es un hombre sencillo,  pero su caso puso a la Justicia en primera línea. Un toxicómano, que vivía debajo de un árbol, demostró que la balanza y, quienes la sustentan, no son infalibles. Ricardi sólo le puso rostro a aquellas debilidades. David contra Goliat.

José también es un hombre sencillo. El gallego pasó tres años en prisión provisional por el asesinato de una prostituta a la que solía reclamar sus servicios.  Un jurado popular consideró que no había pruebas para condenarlo y la Audiencia Provincial de Lugo lo absolvió. Corría febrero de 2011. Ya libre, y en casa, en el mismo lugar en el que se encontró el cuerpo de la víctima con la cabeza destrozada, confesó a un periodista de La Voz de Galicia con soltura:"La traje y la maté"El mismo hombre que no supo más que escupir monosílabos y contradicciones en la sala y que negó haber acabado con la vida de la única persona que figuraba en la agenda de su teléfono móvil, decía ahora que él era el responsable y único culpable. La Justicia, y sus vericuetos, de nuevo, de trasfondo. El fiscal jefe de Lugo aclaró que la confesión periodística “no influía” en los procesos a seguir. José sigue libre, porque la Ley dice que no se puede juzgar dos veces a un individuo por el mismo delito. Eso sí, aseguró que estaba arrepentido.

Miembros de la asociación SOS Bebés Robados, durante una manifestación celebrada en Madrid el pasado mes de septiembre. / Efe

2011 puso también rostro a una trama de bebés sustraídos y adoptados irregularmente que había durado décadas y sobre la que aún no se ha escrito el final a pesar de que la Fiscalía ha archivado la inmensa mayoría de los casos. Estos días,  la asociación 'SOS Bebés Robados" protagoniza una campaña en todo el territorio  para recoger  firmas hasta llegar a las 500.000 necesarias para acudir al tribunal de Estrasburgo. La asociación ha escogido un Belén de Navidad en el que, junto a San José y María, hay una cuna sin niño para representar a los familiares que les han robado. Cuartopoder se hizo eco de uno de estos casos, el de  Dolores Chumillas. Era una más. Una madre de 65 años que buscaba a su hija desde 1978 a la que ni siquiera conocía y que, aseguraba, le habían arrebatado de sus brazos. El suyo era un guión con pocas pistas y muchos vacíos. Su caso sigue sin resolverse, pero al menos ha visto la luz. Hasta que su reclamación no se unió a los más de 260 casos de madres nadie la creía. 2011 les sacó del olkvido a mujeres como Dolores.  Unidas en el dolor forjaron una causa común. Algunas investigaciones tuvieron resultados y algunos de los hijos perdidos fueron encontrados. Otras esperan esa oportunidad. Quieren verlas antes de morir. Contarles su historia y decirles que no los abandonaron ni la vendieron.
La siguiente historia no tiene un solo nombre y apellido, sino muchos. En mayo de 2011, Lorca y sus habitantes sufrieron la mayor catástrofe sísmica del último medio siglo en España. Aquel temblor no fue un pequeño seísmo de los que frecuentemente sacudían la zona. Alcanzó en la escala Richter 4,5 puntos. El epicentro se situó a cuatro kilómetros al norte de la ciudad. El temblor hizo que los habitantes del núcleo principal, en el que viven unas 60.000 personas, entre ellas 14.000 inmigrantes, se echaran a la calle por miedo a una réplica. A las 18.56, Lorca se asomó al apocalipsis. Un segundo terremoto, de 5,1 grados, sacudió el corazón de la ciudad a lo largo del eje de la falla. Los muros comenzaron a agrietarse. Empezaban 48 horas intensas y terribles.  Una de las imágenes más impactantes fue el desplome de uno de los bloques de la urbanización Puerta de Lorca. En pocos segundos Lorca se colapsa. El terremoto afecta en mayor o menor grado a 4.100 de los cerca de 6.500 edificios de la ciudad. Cientos de inmuebles han quedado inservibles, y además la gente no tiene ánimo de volver a ocuparlos. El despliegue de medios es propio de una gran catástrofe. El Gobierno moviliza a la Unidad Militar de Emergencia. Más de medio año después, un millar de familias de Lorca siguen desplazadas de sus viviendas.

En mayo se celebraba el juicio contra el yerno de la familia de joyeros Tous, Lluís Corominas, por matar el 9 de diciembre de 2006 a uno de los hombres que pretendían asaltar la casa familiar en una urbanización de Sant Fruitós de Bages (Barcelona). Ocho meses después, el caso sigue visto para sentencia. Después de que un jurado popular lo absolviera al concluir que había actuado en defensa propia, ahora será el Tribunal Superior de Justicia quien deberá emitir sentencia después de que el pasado 21 de diciembre volviera a sentarse en el banquillo de los acusados.

En el primer juicio, celebrado en la Audiencia de Barcelona, se reabrió el debate sobre los límites de la legítima defensa. La fiscal no pudo ser más explícita: “si Corominas era absuelto se abriría una puerta peligrosa para la paz social del Estado”. La duda estaba en si concedía o no veracidad a la versión de Corominas a la luz de las pruebas. El yerno, que en la declaración policial, alegó que había visto una pistola en manos de uno de los ladrones, admitió en el juicio que la imaginación le jugó una mala pasada y que, al observar un “movimiento brusco” se vio “muerto” y disparó. La fiscal, sin embargo, negó la legítima defensa porque no hubo agresión. Según el representante público, los asaltantes, no pusieron en riesgo a Corominas. Para la fiscal, esa tarde, un grupo de ladrones de origen albanokosovar intentó robar en el chalé de los joyeros. Un auxiliar observó la escena por las cámaras de vigilancia y alertó a Corominas, que cogió su pistola y se acercó en su todoterreno hasta un Renault Megane aparcado en la calle, donde aguardaban dos de los asaltantes. En pocos segundos y a menos de un metro de distancia, disparó dos veces. Uno de los tiros impactó en la cabeza de Sinani Gazmend, que murió dos días después. La fiscal consideró que este actuó de forma consciente y que no fue víctima del pánico: "En una situación así, lo lógico es salir corriendo. Él pudo hacerlo. En vez de eso, disparó".

Juana Ortega, madre de Antonio Meño, responde entre lagrimas a los periodistas, el pasado julio, a la entrada de los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid. / Ángel Díaz (Efe)

2011 también ha saldado viejas cuentas. Antonio sólo tenía 21 años cuando su vida quedó unida una cama por una negligencia médica durante una rinoplastia. En aquel momento, en el que él dejaba de sentir la vida, su familia iniciaba una lucha para que la Justicia responsabilizara al anestesista causante del error. En 1993, un juzgado lo condenó por negligencia a pesar de que éste negó hechos, errores y culpabilidades. Cinco años después, la Audiencia Provincial le dio la razón y le absolvieron. Se iniciaba la batalla por la verdad y la dignidad. Diez años después, el Tribunal Supremo confirmó la absolución (según la resolución, Antonio se había ahogado en su propio vómito) y obligó a los Meño a pagar 400.000 euros a los demandados por gastos judiciales. La injusticia alcanzaba tintes de burla. Una familia obrera hipotecada por tener que indemnizar al causante de aquella muerte en vida. Salieron a la calle para hacer público su dolor. Juana y Antonio padre se trasladaron con su hijo incapacitado a la plaza Jacinto Benavente de Madrid a denunciar la mísera actuación de la Justicia. La familia pasó 522 días en la calle. Allí estaba Juana con sus 64 años y su tierna mirada sometida a la crudeza del asfalto sin pedir más que justicia y paz. Y, siempre junto a ella, Antonio, su marido y eterno reivindicador. Dos padres que no tenían nada más que perder y que se apropiaron de la calle para reivindicar una causa que no podía sustentarse en ningún argumento moral ni legal.

El 14 de julio de 2011, en el juzgado de instrucción 15 de Madrid,  la familia y las seis aseguradoras de la clínica rubricaron un acuerdo que se saldaba con la entrega de un millón de euros y cero dignidad, según Juana, la madre. Pero si no aceptaban el regalo envenenado tendrían que seguir litigando diez o doce años más. Y hay que tener muchos recursos para dar una “vida digna” a una persona que no puede valerse por sí sola. El otro lado de la historia apenas se ha trastocado. El anestesista sigue ejerciendo en un hospital público y nunca ha reconocido la culpa de su error. Y ella,  la madre,  dice que el verdadero justiprecio llegaría si él fuera condenado y tuviera que cuidar a enfermos como a su hijo. Sólo así podría saber la magnitud de su error.

Otra lección de dignidad. Touhami Handaoui murió el pasado mes de julio proclamando su inocencia. Lo habían condenado a 16 años de cárcel por robar y violar a una adolescente. Hace cinco meses se declaró en huelga de hambre para exigir la revisión de su caso. Y llevó su demanda hasta las últimas consecuencias. Su protesta apenas se escuchó. A este albañil marroquí lo detuvieron en fue detenido en diciembre de 2003. Un golpe de mala suerte. Fue al cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja (Alicante) para realizar un trámite relacionado con su coche... y allí le apresaron. Una menor que estaba en el cuartel reconoció su voz y desde el primer momento le acusó de ser el hombre que le había violado. Examinó 500 fotografías y lo señaló. Cada vez que fue llamada al juzgado, se ratificó. El acusado fue excarcelado en agosto de 2004 en espera del juicio, que tardó más de cuatro años en llegar. No intentó huir. La niña volvió a señalarle en el juicio sin dudarlo. Otros testigos acompañaron aquella firmeza. El Instituto Nacional de Toxicología descubrió en una prenda de la víctima una manchita de esperma que no correspondía al procesado. El tribunal lo consideró "irrelevante". El 23 de febrero de 2009, lo sentenciaron a 13 años por agresión sexual y a tres años más por robo con violencia. Touhami fue a dar con sus huesos a la prisión de Teruel en mayo del año pasado y pidió la revisión de su condena. Se creía víctima de un error judicial. "Prefiero morir antes que admitir mi culpa", repetía. El 21 de enero pasado se declaró en huelga de hambre hasta el final. Y cumplió.

2011 también se llevó la vida de Ramona, de 90 años y víctima de un infarto cerebral masivo.  La familia pidió ‘permiso’ a la Justicia para retirarle la sonda nasogástrica. Dos jueces de Huelva lo archivaron. La orden de quitar la vía, una iniciativa pionera en España, partió de la Junta de Andalucía y se emitió a petición de la familia. "La habían convertido en una máquina de bombear sangre. Y eso puede ser viable técnicamente, pero no es admisible ni humano", afirmaba su hijo, José Ramón Páez. El hospital Blanca Paloma, privado pero concertado con la Junta de Andalucía, acató la orden. La sonda nasogástrica fue retirada. Ramona  "no quería vivir amarrada a unos tubos".

José Bretón participa en una reconstrucción de los hechos en octubre pasado. / Efe

José Bretón es otro de los nombres de la crónica negra de 2011, que aún pervivirá este año. Bretón es padre de los pequeños desaparecidos en Córdoba el 8 de octubre y a quien un juez mantiene en prisión incondicional sin fianza  acusado de delitos de detención ilegal cualificada por desaparición de menores y simulación de delito. Esta decisión la tomó tras realizarse una recreación de lo que el padre afirma que ocurrió en el parque Cruz Conde, donde dice que los perdió. La tarde del 8 de octubre, una cámara de seguridad enclavada en la puerta de ese parque captó su imagen. Pero no la de sus hijos.El caso está bajo secreto sumarial y en 2012 podría ser el año de su resolución.

En este año se han escrito condenas célebres como la del 'pistolero de Olot' al que un magistrado de la Audiencia Provincial de Girona ha condenado a 60 años de prisión por asesinar a cuatro personas el 15 de diciembre de 2010 a tiros. La sentencia considera probado que el 15 de diciembre de 2010 Puig acudió sobre las 7.45 horas con un rifle de caza mayor al restaurante La Cuina de l'Anna, y que allí disparó contra Joan Tubert y su hijo Angel, constructores para los que trabajaba. Tras acabar con la vida de ambos, el asesino se dirigió a la oficina de la Caja de Ahorros del Mediterráneo de Olot, donde acabó con la vida de dos de sus empleados, Rafael Turró y Anna Pujol. No sirvió la atenuante de trastorno de personalidad, que alegó su defensa. El jurado popular aceptó las conclusiones de los psiquiatras del Instituto de Medicina Legal, que afirmaron que estaba en plenas facultades mentales cuando cometió los asesinatos. El veredicto argumentó que el pistolero actuó “con premeditación” y eligió cabalmente a sus víctimas. Tampoco la atenuante de colaboración, a pesar de que Puig confesó y colaboró en la reconstrucción de los hechos.

2011 cierra sus páginas sin que el preso más antiguo pase la Nochevieja en su casa. El Gobierno concedía apenas hace unos días el indulto a Miguel Montes Neira, quien ha pasado más de la mitad de su vida en prisión, recorriendo las cárceles de media España. Desde 1976, amontona más de 30 condenas por delitos menores aunque en su historial no se lee ningún delito de sangre. Sin embargo, ese permiso para salir a la calle no llegó en Navidad y tampoco lo hará en Nochevieja después de que la junta de tratamiento del penitenciario de Albolote denegara el permiso extraordinario solicitado por su familia porque, según alegan, no reúne los requisitos necesarios, es decir, no se halla ante la muerte, enfermedad grave de un familiar o por paternidad. Miguel debía haber quedado libre en 2010 por una acumulación de condenas, pero la Justicia rechazó refundirlas argumentando que eso sólo se puede hacer en delitos que pueden ser juzgados en el mismo proceso. Y los que él ha cometido están espaciados en el tiempo. Su libertad es ahora cuestión de tiempo.

8 Comments
  1. ACABANESA says

    Las siguientes líneas dan cuenta de la injusticia y de la desazón, que alberga a una de las tantas víctimas de la violencia de género ante el sistema judicial. Ana Cabanes, no solo nos expone su experiencia personal, para denunciar la interpretación judicial que se le ha dado al caso, sino también poner de manifiesto que hay que hacer algunos cambios en la sociedad.

    “Después de sufrir durante año y medio, todo tipo de abusos y lesiones, me decido a presentar denuncia ante la policía. Desde ese momento, mi vida se convirtió en una carrera vertiginosa hacia la supervivencia. Tras una primera denuncia, y tras ser golpeada en presencia de algunos testigos por su agresor José Luis López Pericás, – sobre el que recaía una orden de alejamiento – salí huyendo” contó Ana.

    Según relata Ana, una hora y media después, sobre la una de la madrugada, allanó su domicilio, donde la arrastró violentamente y la encerró con llave. El agresor portaba en todo momento, un arma cargada con munición de repuesto. “Controlando el terror que me asolaba, accedo a todos los deseos de él y me someto a una relación sexual, para conseguir prolongar mi vida, y poder huir, como así fue”. Tras la llamada a la Policía, acuden rápidamente, encontrándose al agresor con el arma preparada, en frente de la puerta. Siete horas tardaron en desarmarle.

    “Superviviente de este terrible asalto, empecé a ser víctima posteriormente, de una desconcertante interpretación por parte de algunos jueces. Por tales hechos se incoaron diligencias urgentes y sorprendentemente, señalado formalmente el juicio para un día y medio después, el juez, Francisco Javier Pérez Olleros, adelantó la comparecencia, sin avisar, y decretó su puesta en libertad” precisó Cabanes.

    El acusado reanudó el acoso y comenzó de nuevo el horror y la lucha por la supervivencia. Después de la instrucción y el posterior auto de apertura del juicio oral, que sí incluía un delito de agresión sexual, “la jueza instructora, María Gracia Parera, mediante un auto aclaratorio, sin petición de parte, y fuera de los plazos establecidos, modificó un aspecto sustancial de dicho auto de apertura, anulando la agresión sexual, consumada bajo intimidación de arma cargada, impidiendo así, que se juzgara al acusado por la Audiencia Provincial” precisó.

    Juicio

    Por ello, el juicio se celebró en el Juzgado de lo Penal, donde según explicó Cabanes “al inicio de la sesión, mis abogados pidieron la nulidad de actuaciones, pero el juez, Ricardo Rodríguez no accedió e impidió además que se me interrogara sobre la supuesta agresión sexual, pero eso sí, decidió absolver expresamente al encausado del mencionado delito”.

    Tras recurrir la sentencia a la Audiencia Provincial, se consiguió que se anulara gran parte del procedimiento, reconociéndose en Sentencia firme, que tres jueces habían vulnerado el derecho a una tutela judicial efectiva. Esto significado que la victima quedó en total indefensión.

    “Desgraciadamente, la jueza instructora sobre la que ha recaído el procedimiento, ha impedido que se juzgue al agresor ante la Audiencia Provincial. Una cosa que descubrí después, fue que mi agresor en el pasado dio muerte a un hombre”. Lo atropelló arrastrándolo 50 metros en los bajos de su choche, luego se dio a la fuga. Su delito no pasó desapercibido para los medios de comunicación, pero si para la justicia, puesto que posterior al hecho quedo en libertad sin fianza. (El País 26/06/1996 – El Mundo 25/6/1996)

    “Esta asombrosa disparidad entre mi experiencia real, aterradora, y probada, y la interpretación judicial de esa realidad, esa ambivalencia, frialdad y cinismo de algunos jueces y fiscales es también una práctica habitual en nuestra Administración de Justicia, en nuestra sociedad española” manifestó Cabanes.

  2. ACABANESA says

    Queda en libertad el hombre que mató con su coche a otro
    L. F. D., – Madrid – 26/06/1996

    José Luis López Pericas, el conductor de 32 años acusado de matar el domingo con su coche Renault a otro conductor tras una discusión de tráfico, quedó el lunes en libertad tras ser interrogado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Colmenar Viejo, instructor del caso. El juez decretó su puesta en libertad a instancias del fiscal, según fuentes judiciales. Éstas no especificaron si el juez le había impuesto una fianza y los cargos concretos que pesan sobre él.El presunto homicida se entregó a las cuatro horas de haber arrollado hasta la muerte a Jacinto Jerez Pérez, de 32 años. La víctima fue arrastrada durante 50 metros por el arcén de la carretera M-607, que enlaza Madrid con Navacerrada, en el término municipal de El Boalo (2.287 habitantes).
    La disputa que desencadenó la tragedia se produjo tras un altercado entre ambos conductores: varios kílómetros antes del lugar donde se produjo el atropello, la víctima había recriminado al otro conductor una peligrosa maniobra.

  3. ACABANESA says

    Una mujer maltratada denuncia el funcionamiento de la justicia que ampara más las falsas denuncias que a las auténticas víctimas

    Por contradicciones entre varios juzgados, continúa en la calle mientras sigue amenazando con matar a su víctima.

    Ana Burrieza. 23.01.12.

    Si no fuera porque Ana Cabanes va a todas partes con una maletita con más de 2000 folios de sentencias y autos judiciales que explican su calvario, nadie la creería. Cuando Ana Cabanes conoció a José Luis López Pericás no imaginaba ni por asomo que ese hombre del que se enamoró la iba a destrozar la vida, ni quién se ocultaba realmente tras una apariencia de pudiente hombre de negocios con casas en las exclusivas urbanizaciones de La Moraleja y Sotogrande en Cádiz, con barco propio y vacaciones en Marbella y el extranjero. Una apariencia tras la que se ocultaba una historia que Ana desconocía. Cuando Ana comenzó a ver comportamientos obsesivos y agresivos de su expareja quiso dejar la relación, algo a lo que este correspondió con violencia en numerosas ocasiones. Hasta que un día y pese a que tenía una orden de alejamiento por pegarla anteriormente tal y como reconoce la sentencia del Juzgado de lo Penal 16 de Madrid a la que este diario ha tenido acceso , se presentó en casa de Ana, armado de una escopeta del calibre 12, la agredió física y sexualmente, y ante la llegada de la Policía Nacional se atrincheró con el arma municionada en el piso, quien finalmente logró desarmarle tras más de seis horas de asedio, con negociador incluído como si de una película se tratase.

    Inexplicablemente para Ana el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 8 de Madrid, Francisco Javier Pérez-Olleros Sánchez-Bordona, lo puso en libertad a las 24 horas, no sin antes adelantar un día y medio las comparecencias y sin avisar a las partes, algo que fuentes jurídicas consultadas por Diario El Aguijón consideran cuando menos irregular, y pese a que tenía una orden de alejamiento anterior.

    FALLOS CONTINUOS DEL SISTEMA DE JUSTICIA Y FUERTES PRESIONES

    José Luis Pericas no era un desconocido para la Justicia ni para los medios de comunicación. Anteriormente a conocer a Ana Cabanes, el nombre de José Luis López Pericas aparece vinculado a mediados de los años 90 junto al de su padre, al famoso Caso Ibercorp-Mariano Rubio protagonista de uno de los mayores casos de corrupción de la historia.

    Para Ana, una de las explicaciones lógicas al desbarajuste de su caso y las contradicciones, reside en la decisiva actuación del padre del acusado y defensor de su agresor, el prestigioso abogado madrileño José Luis López Sánchez, fundador del despacho Melchor de las Heras quien, tras el escándalo Ibercorp, cambió su nombre en 2002 por el actual de CMS Albiñana&Suárez de Lezo. Fuentes sindicales de la administración de Justicia conocedoras del asunto han confirmado a Diario El Aguijón, que las presiones de López Sánchez y denunciadas por Ana Cabanes a nuestro diario, han influido notablemente en un caso “complejo”, “que ningún juzgado de Plaza de Castilla quiere, e incluso hubo una compañera que pidió el traslado por la presión de tener todos los días al abogado de la defensa plantándose en el juzgado y fiscalizando cada paso que se daba, cuando todos reconocemos que Ana lleva la razón”.

    Tras esas presiones denunciadas por Ana Cabanes y que fuentes sindicales de la administración de justicia también confirman, estaría el hecho de que la juez instructora María Gracia Parera mediante un auto aclaratorio, sin petición de parte, y fuera de los plazos establecidos, modificó un aspecto sustancial del proceso, anulando la agresión sexual, consumada bajo intimidación de arma cargada que avalan más de 40 policías, impidiendo así, que se juzgara al acusado en la Audiencia Provincial. Por ese auto, y pese a que se trataba de un claro caso competencial de la Audiencia Provincial, el asunto quedó en el Juzgado de lo Penal, 16, que le condenó en diciembre de 2009 a menos de 4 años de prisión, cuando los cargos no hubieran bajado de los once en la Audiencia Provincial. Tantas y tan claras fueron las irregularidades observadas durante el procedimiento, que la propia Audiencia Provincial anuló el 22 de febrero de 2010 la sentencia, una celeridad desconocida en la justicia española y que tiene su base según los juristas consultados en la claridad del asunto. En ese limbo jurídico existente entre anulaciones de sentencias, José Luis López Pericás sale a la calle, y de nuevo la vida de su víctima corre peligro.

    Uno de los abogados de Ana Cabanes, Juan Untoria nos explicó que “es un complejo y continúo caso de violencia de género”, y que claramente, es un caso injusticia. La propia Sentencia de la Audiencia Provincial dice que la mala praxis de tres magistrados distintos, ha colocado a esta señora en total indefensión ante la justicia. No hace falta ser muy listo, para darse cuenta de quién es el sujeto, tiene casas en diversos lugares, además dirige una de las empresas de la familia. Proviene de una familia con dinero y con poder, simplemente”.

    “Es increíble esta situación. Ni la propia juez lo puso en libertad. Es la orden de alejamiento más grande que hay en España. Le han mandado a vivir a Sotogrande, se tiene que presentar en San Roque de Cádiz todos los lunes a firmar, y no puede entrar en la Ciudad de Madrid. Pero la verdadera situación que todo el día está en la Moraleja, por que hay otro magistrado, que dice que el que tenga que vivir Sotogrande, no quiere decir, que no pueda circular por el resto del territorio nacional” añadió Untoria.

    CON UNA MUERTE A SUS ESPALDAS

    José Luis López Pericás no era un desconocido para la justicia ni para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, algo que su víctima desconocía hasta que comenzó a indagar en su pasado. En junio de 1996 mató atropellando con su coche a Jacinto Jerez Pérez en la carretera que une Navacerrada con El Boalo en Madrid, al que embistió y arrastró durante 50 metros, tras haberle recriminado la víctima una peligrosa maniobra varios kilómetros atrás. Se dio a la fuga y se entregó cuatro horas más tarde.

    En aquella ocasión, igual que en esta, y pese a la existencia de un muerto de por medio, José Luis López Pericás, salió libre al cabo de unas horas, y jamás entró en prisión por este caso. La familia del fallecido, también tuvo que acudir a los medios de comunicación para intentar desatascar la maraña jurídica en la que el asunto se vio envuelto por los grandes conocimientos jurídicos de la defensa del imputado. Tras levantar el asunto un notable revuelo, ambas partes alcanzaron un acuerdo para que, pese a las aplastantes pruebas, no fuera condenado por asesinato, sino por homicidio, con lo que se salvó de ir a la cárcel.

    PELIGRO DE MUERTE REAL

    Ana Cabanes no entiende la disparidad de la justicia, porque “mientras tengo que alabar la actuación de la Audiencia Provincial que se portó profesionalmente, el calvario que estoy pasando en los otros juzgados se hace increíble para quien no lo pase”, nos dice. El problema, es que no se trata de un caso con una posibilidad remota de que acabe mal, ya que el agresor pasa la mayor parte del día en La Moraleja pese a la orden de alejamiento que le tendría que situar en Cádiaz, mientras que Ana vive en la zona norte de Madrid, por lo que teme que “en una de estas en las que se quita la pulsera y tarda veinte minutos en ponérsela, se presenta en mi casa y me mata, como va por ahí diciendo y entonces todos hablarán pero ahora nadie hace nada para impedirlo”. Y es que en los últimos meses José Luis López Pericás se ha quitado la pulsera de localización GPS, o sobrepasado los límites de la ciudad de Madrid a la que no puede entrar hasta en 10 ocasiones, algo por lo que habitualmente la mayoría de los maltratadores vuelven a la prisión a la primera ocasión, pero que en este caso no es así, por la oposición inexplicable para la víctima de la Juez de Violencia de Género nº3 de Madrid Maria Luisa Alvarez-Castellanos Villanueva, que desde noviembre de 2011 no ha dictado el auto sobre el incumplimiento de las medidas cautelares, impidiendo de esa forma una posible apelación en reforma de la Audiencia Provincial.

    Ana Cabanes siente en sus propias carnes que la justicia española no funciona bien, y que con dinero y algunas relaciones, la justicia no es igual para todos. “Yo lo que veo es que si una mujer se inventa malos tratos como hay muchas, y hace mucho teatro y el marido no tiene medios, acaba al día siguiente en la cárcel y tarda mucho más en salir que en este caso, y eso demuestra que algo no funciona nada bien en este país”. La última noticia de José Luis López Pericás nos la da la prensa que le sitúa envuelto en operaciones de compra venta de jugadores del Betis de blanqueo de dinero investigadas por la Guardia Civil. “Algo, que para alguien que ha matado y que ha demostrado que con dinero se puede hacer casi cualquier cosa, es pecata minuta”, nos dice la víctima.

    Fuente: http://www.diarioelaguijon.com/noticia/ … timas.html

  4. Una lectora says

    Como ciudadana no me gusta que se hagan juicios paralelos al sistema judicial, y menos que pudieran constituir una calumnia, sin que el calumniado pueda defenderse. Si una resolución judicial no te gusta o te parece errónea, siempre en nuestro sistema puede ser recurrida, y si no la recurres, o no te dan la razón, también puede ser que no la tienes. Eso es algo que deben tener muy en cuenta los periodistas antes de publicar una información sobre un procedimiento judicial, en el que suele haber siempre una parte a la que no le dan la razón. Gracias

  5. acabanesa says

    SOBRE JOSÉ Luis López Pericas

    LUIS FERNANDO DURAN Madrid 25 JUN 1996
    Archivado en: Atropello peatones Peatones Atropellos Comunidades autónomas Ayuntamientos Transporte urbano Accidentes tráfico Administración autonómica Asesinatos Seguridad vial Administración local Madrid Accidentes Comunidad de Madrid Tráfico España Delitos Sucesos Transporte Administración pública Sociedad Justicia
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    Una discusión de tráfico desencadenó el pasado domingo un sangriento homicidio. El conductor José Luis López Pericas, de 32 años, zanjó una disputa automovilística embistiendo con su vehículo a otro conductor que había bajado de su coche para recriminarle. Se encontraban en el arcén de la carretera M-607, que enlaza Madrid y Navacerrada, en el término municipal de El Boalo (2.287 habitantes). La víctima, Jacinto Jerez Pérez, también de 32 años, fue arrastrada durante 50 metros por la carretera. Murió destrozado. Eran las 13.45.López Pericas se presentó en el cuartelillo de la Guardia Civil de Villalba (16.000 habitantes) a las seis de la tarde, cuatro horas después del suceso. Los agentes ya andaban en su busca, pues un testigo había denunciado la matrícula a dos motoristas de la Guardia Civil de Tráfico.

    Ambos conductores habían protagonizado una discusión mientras conducían en solitario sus respectivos vehículos. A la altura de El Boalo, en un pasaje despoblado, Jacinto paró su Volskwagen y se bajó del vehículo para pedir explicaciones al conductor de un Renault Safrane José Luis López Pericas que acababa de detenerse.

    Cuando Jacinto caminaba por el arcén con dirección al otro coche, José Luis apretó bruscamente el acelerador de su vehículo y arrolló a la víctima por el pavimento. Arrastró al hombre a lo largo de 50 metros. El cuerpo de Jacinto quedó destrozado. Y al instante se dio a la fuga.

    Según la Guardia Civil, un conductor que circulaba por la carretera en sentido contrario -dirección Colmenar Viejo- fue testigo del espeluznante atropello. Este tuvo tiempo para memorizar la matrícula del Renault Safrane.

    Mientras tanto, varios médicos del centro de Salud de Manzanares y dos ambulancias de Cruz Roja acudieron hasta el kilómetro 50 de la carretera. La víctima agonizaba en el asfalto. Intentaron reanimarle mientras esperaban a los médicos del 061 que viajaban en el helicóptero de la Dirección General de Tráfico. Éstos sólo pudieron certificar la muerte de Jacinto.

    La víctima había recriminado al ‘homicida’ una maniobra peligrosa

    Con los datos facilitados por el testigo, la Guardia Civil localizó en la localidad de Alcobendas al propietario del Renault Safrane, que resultó ser el padre de José Luis López Pericas. El dueño del coche dijo a los agentes que no sabía nada del suceso. A continuación explicó que había dejado el coche a su hijo para trasladarse con unos amigos a la sierra.

    Mientras los agentes del instituto armado llevaban a cabo las gestiones para localizar al supuesto conductor homicida, José Luis López se presentaba voluntariamente en el cuartel de la Guardia Civil de Villalba.

    El hombre confesó ante los agentes. Fue detenido bajo la acusación de un delito de homicidio. Y ayer mismo pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Colmenar Viejo.

    Según la Guardia Civil, el supuesto homicida había realizado una infracción de tráfico con su coche. Y en esa maniobra, puesto en peligro al conductor del Volskwagen Golf, que siguió al otro coche hasta que se detuvo en el kilómetro 50 de la carretera, a la altura de El Boalo, donde se bajó del coche y le llamó la atención. La discusión subió de tono hasta que José Luis López arrolló de forma voluntaria al peatón.

    Los restos mortales de la víctima permanecían ayer en el tanatorio de Colmenar Viejo. Los familiares no quisieron ayer hacer declaraciones sobre lo ocurrido.

  6. DENUNCIADO Y ABSUELTO POR VIOGEN says

    Yo lo único que se es que el funcionario titular del JVSM nº8 de Madrid Francisco Javier Perez Olleros en mi caso me imputó delitos de coacciones y amenazas sin contrastar nada. Creo que ese señor no actuó de manera prudente al imputarme dichos delitos. Ya qu posteriormente fui absuelto de todo. Es mas en la vista de instrucción ni se puso la toga. Era domingo y tendría prisa por comerse la paella. POR LO TANTO NO ME SORPRENDE NADA DE LO QUE INSTRUYA ESE JUEZ Y LAS DECISIONES QUE TOME. ME ESTOY REFIRIENDO A MI CASO QUE NO TIENE NADA QUE VER CON EL CASO NARRADO ANTERIORMENTE- SOLO SE QUE DEBERIAN SOMETERSE SUS SEÑORIAS A UN INFORME PSICOSOCIAL PORQUE CREO Y ES UNA OPINIÓN PERSONAL QUE ESE JUEZ TIENE ALGUNA TARA MENTAL. POR LO TANTO REITERO MI OPINIÓN. YO ME GASTÉ UNA PASTA EN ABOGADOS PARA DEMOSTRAR MI INOCENCIA SOLO PORQUE NO HIZO BIEN SU TRABAJO. LASTIMA QUE LA MAYORÍA DE LOS JUECES SEAN NIÑOS PERA Y NO SEPAN LO QUE CUESTA GANAR DINERO

  7. Albert says

    Estos son comentarios ya trasnochados e inventados..hay gente que quiere publicidad contando historias truculentas que han soñado

  8. Un afectado más del señor Pérez Olleros says

    Yo también soy víctima de la peculiar forma de administrar justicia del señor Pérez Olleros. Imputado sin pruebas ni contrastar y coaccionado a conformar un delito no denunciado ni hablado en el juicio, ya que lo denunciado quedó desmontado. Toda una vergüenza para el sistema judicial

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