Más de 800 agentes de la Guardia Civil, 171 coches-patrulla, 232 motocicletas y 16 furgonetas de atestados forman parte del operativo especial de Tráfico que Interior ha puesto en marcha en Madrid. Cada año se inicia la ‘Operación Salida’ de Semana Santa con datos similares en la capital y en otros puntos de la geografía española. Despliegue policial para que en las carreteras todo transcurra con la máxima tranquilidad. Operativos especiales para circunstancias especiales al margen de las circunstancias en la que trabajan los agentes dedicados, precisamente, a mejorar la seguridad vial. En medio de este ‘operativo especial’, Interior estudia revertir el actual sistema de puntuación de los agentes de Tráfico que fue aprobado por el anterior Gobierno, al frente del que se encontraba Alfredo Pérez Rubalcaba, y que premia a los agentes que impongan más multas y no a los que dediquen su actividad en prevenir o auxiliar al ciudadano. Un sistema en el que el 25% de esos pluses se maneja a discrecionalidad del mando para incentivar o presionar a unos agentes en detrimento de otros. Un sistema que los agentes consultados critican porque se “carga el espíritu de la Guardia Civil de Tráfico de servicio y auxilio al ciudadano”, que ha generado “competiciones” entre unidades para evitar pérdida de dinero en las nóminas y que ‘prostituye’ una unidad que desde 1959 suma 322 muertos, más que ninguna otra especialidad de la Guardia Civil por la peligrosidad de la carretera. Y es que, como dice uno de los anuncios de la Dirección General de Tráfico, la carretera puede ser el medio más hostil.
Existe un documento que los expertos en la Agrupación General de Tráfico denominan Resumen de Actividades Individuales (RAI) y Resumen de Actividad de Unidades (RAU) y se ha convertido en su sancta sanctorum para cumplimentar sus nóminas. Sirve para medir su producción, puntuar sus acciones y retribuirles por ello. Técnicamente, el RAI, es un Resumen mensual de Actividades Individuales; una herramienta para recoger cuantitativamente la actividad desarrollada por la unidad y obtener una valoración en conjunto de la actividad desarrollada por cada agente. En definitiva, mide su rendimiento.
Además de este resumen, el RAU, Resumen de Actividad de Unidad mensual, controla el posicionamiento de cada Subsector en función de la evaluación de diferentes datos de la actividad de los mismos y del resultado obtenido en relación a la seguridad vial y la accidentalidad, que quedan ordenados en tres segmentos, inferior (25%), medio (50%) y superior (25%). Así con la tabla de incentivos del RAI los auxilios en carreteras valen un punto, las intervenciones en accidentes gratifica a los agentes con 2 puntos mientras que una denuncia por velocidad les otorgan 4, una denuncia por el uso del teléfono móvil 3 o una denuncia por seguro obligatorio 2,5.
Dicho baremo se reforzó en la Ley 26/2009, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010 que recoge la normativa fundamental y reguladora de este Complemento de Productividad. Desde entonces, aseguran algunos agentes consultados, la política que la administración ha ejecutado ha sido de ánimo recaudatorio dejando a un lado los principios con los que se creó la Agrupación de Tráfico: “Auxiliar, impedir con la presencia que se cometan infracciones y denunciar estas cuando no se puedan impedir”.
El nuevo baremo suscitó rechazo y quejas de las asociaciones de la Guardia Civil como la Asociación Unificada de Guardias Civiles que denunciaron que se primara la labor recaudatoria a la de garantizar la seguridad vial. Según este modelo, advierten, el agente ya no previene, sólo multa. Desde la UGC, se dijo que los agentes eran convertidos en mercenarios precisamente como castigo a la huelga de bolis caídos de los agentes que supuso una reducción del 70 por ciento de las denuncias impuestas en el verano de 2010. “Si no multas, te quitan dinero”. Las asociaciones consideran que la RAI supone, en toda su expresión, la implantación de un sistema recaudatorio disfrazado bajo un mero sistema estadístico que no sólo impide medir dignamente la actividad sino que ejerce presión sobre los trabajadores y las unidades de tráfico. Además con la RAU, se pretende elaborar un listado de unidades ordenadas de las peor a las mejor valoradas destacando a aquellas que rinden por debajo de la media y se ‘amenaza’ a los jefes de unidad con no cobrar el plus de colectividad si no cumple con los objetivos con lo que la presión se traslada a cada trabajador.
No puede ser de otra forma, la jefatura de la Agrupación de Tráfico remite el RAU mensualmente a las unidades de forma que todos pueden comprobar “el éxito” de su unidad respecto al resto. Se crea, dicen, competencia entre las unidades y, aunque son varios los parámetros que puntúan, los que realmente se valoran son las denuncias. Un alto número de denuncias, como se sabe a nivel interno, es lo que evita que el jefe de la unidad te proponga para no cobrar la productividad e incentivos de seguridad vial. De quedarse atrás, puede suponer la pérdida de dos complementos: uno de 142 euros y otro de productividad remunerado con unos 75 euros de media. “Hay determinadas ubicaciones que puedes poner 40 multas, pero sin afectar positivamente a la seguridad vial”, critican.
He aquí un ejemplo. En agosto del año pasado, la AUGC denunció presiones en esta línea por la utilización de datos por el capitán de la agrupación de Tráfico en Andalucía utilizaba datos de las actividades individuales de los agentes “para retirarles parte de sus complementos retributivos, concretamente los de productividad funcional y seguridad vial, lo cual supone la pérdida de más de 200 euros mensuales”. El rechazo a este sistema ha desatado también la burla entre los agentes. Así ha circulado un documento anónimo irónico, sarcástico que alguien colgó en los tablones de las dependencias de la Guardia Civil de Tráfico de Guadalajara, en la que cuatro agentes han sufrido en los último meses recortes en su sueldo por no lograr el nivel de sanciones, y en el que se podía leer, entre otras líneas: “No circules a lo que marca la vía, que el rollo ese del servicio preventivo ya pasó a la historia, así te vas a comer los mocos, circula superando los límites de velocidad para pillar a la peña en bragas, eso funciona”. También se dan consejos para mantener un buen nivel de sanciones: “Denuncia cualquier chorrada que venga codificada, no pasa nada, no poner un intermitente, no poner la pegatina ITV, pisar la línea continua lo más mínimo, quedarse en el carril izquierdo, todo eso cuenta tonto y es lo que hay a la vista, no desaproveches la oportunidad”, “Si prestas servicio en coche, no seas gilipollas, coge la PDA y mete matrículas como un loco seguro que pillas algún seguro o ITV caducada”; “Cumple con tu trabajo y nada más, que no nos utilicen para reducir el déficit del país, que se busquen otras vías”.
Estas directrices también han sido objeto de estudio en los juzgados. Una juez de Badajoz ha condenado a Tráfico por “convertir a los agentes en máquinas de denunciar”. La sentencia confirma la denuncia de un agente del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil que recurrió a los tribunales al serle retirado el plus de productividad y que se dio de baja por motivos psicológicos. La sentencia hace hincapié en el hecho de que la actividad del agente en cuestión no había variado en los últimos meses, durante los cuales sí cobró el plus, y en marzo de 2011 se le retiró por haber obtenido un rendimiento inferior a sus compañeros, algo que la juez considera “una fundamentación jurídica muy genérica” ya que “el agente desconocía cuáles de sus actividades habían sido consideradas insuficientes por sus mandos para no cobrar la productividad”.
El sistema puede llegar a su fin. El Ministro de Interior, Jorge Fernández, anunció la semana pasada, en su comparecencia ante la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible en el Congreso de los Diputados revisarlo. “El sistema de retribución de los agentes de la agrupación de tráfico de la Guardia Civil lo diseñó la propia agrupación la pasada legislatura por mor de la autonomía que le dio la Dirección General de Tráfico. Nosotros vamos a revertir esa situación con una instrucción interna que estamos elaborando”.