“Más de mil millones de personas de todo el mundo participaron ayer en la mayor campaña de sensibilización contra el cambio climático. El apagón comenzaba en las Islas Chatman (Nueva Zelanda) y acabó en las Islas Cook. En España, 6 millones de ciudadanos apagaron las luces durante La Hora del Planeta de WWF”, se puede leer en la página oficial de la organización convocante de la protesta.
Los datos que da WWF sobre el éxito de La Hora del Planeta del pasado sábado son apabullantes. También los de España. Miguel Ángel Valladares, director de Comunicación de WWF asegura, en la página de la organización, que “la mágica noche del 27 de marzo, aunque en penumbra, ha quedado para siempre iluminada con la participación de millones de ciudadanos en la mayor campaña de movilización jamás organizada. Un éxito sin precedentes imposible de alcanzar sin la participación comprometida de los medios de comunicación y la difusión online a través de las redes sociales”.
Bien. Las estadísticas, efectivamente, muestran que la convocatoria de este año 2010 ha tenido un éxito incontestable, en un clamor “al unísono para que se tomen medidas urgentes y eficaces contra el cambio climático. Un mensaje que los políticos no pueden desoír”, asegura Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. Y de eso es de lo que se trataba de que “los políticos” tomen nota. Aunque según Red Eléctrica Española el consumo se redujo solamente el uno por ciento, lo que indicaría el casi nulo seguimiento que en los domicilios particulares tuvo la convocatoria.
Pero volvamos a los aludidos ¿Qué “políticos”? Estamos en lo de siempre. La genérica expresión llama a engaño. La próxima cumbre “oficial” contra el cambio climático se iniciará en México a finales de noviembre. Se trata, en teoría, de que la Cumbre del Clima en Cancún de este otoño no sea un fracaso como fue la de Copenhague, en la que se debía renegociar la continuación del Protocolo de Kyoto, que vence en 2012, y no se consiguió un acuerdo por la negativa de algunos países (Estados Unidos, China, los de la UE en general, etc.) a un compromiso efectivo al respecto.
Se ha dicho ya que la de Cancún será la “última oportunidad” para que “los políticos” –¿cuáles?– asuman la necesidad de un compromiso global contra el cambio climático. Por eso tuvo importancia La Hora del Planeta. Para indicar el grado de conciencia mundial sobre el asunto y para presionar a “los políticos” – otra vez– a que consensúen fórmulas, y no se queden en un sumarse a un gesto bonito y llamativo, pero que puede quedar en meramente simbólico.
Mientras, dentro de menos de un mes, los países y sus políticos que fueron más críticos con lo que se vio en Copenhague se reunirán del 20 y 22 de abril en Cochabamba (Bolivia) en una cumbre no oficial contra el cambio climático a la que el Gobierno de Evo Morales ha invitado a todos los miembros de la Organización de Naciones Unidas. Sin lugar a dudas, los más críticos en Copenhague (los llamados países en vías de desarrollo de Suramérica y África, fundamentalmente) acudirán. ¿Lo harán los otros? Seguro que irán, se anuncia desde La Paz, primeras figuras como Eduardo Galeano, Desmond Tutu, Adolfo Pérez Esquivel, Ignacio Ramonet, Samir Amin, Rigoberta Menchú, Danny Glover, Bill McKiben, Miguel D’Escoto, o Jim Hansen, por ejemplo.
Se tratará en Cochabamba de elaborar una serie de documentos, que la cumbre sirvan para sensibilizar y llamar a los países desarrollados a que tomen conciencia del impacto negativo que la exagerada industrialización causa en el medio ambiente. Y, consecuentemente, no bloqueen la cumbre “oficial” de Cancún, como hicieron en Copenhague, y procuren la aplicación del Protocolo de Kyoto o su sustitución por otra estrategia más operativa. Uno de los grupos de trabajo en Cochabamba tratará de la posibilidad de crear un Tribunal de Justicia Climática. ¿Será considerada, al menos, esta iniciativa en la Cumbre del Clima de México?
Convocatoria de la cumbre de Cochabamba en:
http://www.ecoportal.net/content/view/full/91912
Hay que seguir con campañas inteligentes como esta para aumentar la conciencia social y que los políticos «tomen nota» de que la sociedad está en marcha.
Me gustó por sencilla y contundente la campaña PRO ACCESO AL AGUA POTABLE de hacer largas colas simbólicas en las fuentes públicas,
para denunciar la realidad africana…
! sigamos creciendio en conciencia !
SALUD, JUSTICIA Y ECOLOGÍA PER TUTTI