La apuesta del ferrocarril: ¿un brindis al sol?

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José Blanco, durante la presentación del Plan, el pasado martes. / fomento.es

Acabáramos. El ministerio que dirige José Blanco acaba de hacer saber que, por fin, va a apostar por el desarrollo del transporte de mercancías por tren para el futuro de España. El “Plan Estratégico de Impulso al Transporte Ferroviario de Mercancías” propone que de aquí a diez años cambie radicalmente el mapa ferroviario español de forma que el tráfico de mercancías por carretera, o sea por camión –actualmente, el 96% del total–, empiece a dejar sitio al tren.

Las proporciones de reparto del plan prevén duplicar la cuota actual del cuatro por ciento de transporte de mercancías por ferrocarril hasta el modesto objetivo del diez. Algunas reflexiones deben hacerse al respecto. La primera es que cómo se ha tardado tanto en enunciar esas intenciones de futuro, cuando de todos es sabido que el auge del transporte de mercancías por carretera era debido a la falta de infraestructuras ferroviarias en España y al desmantelamiento progresivo de líneas férreas en todo el territorio nacional... en beneficio de la iniciativa privada camionera.

Al Ministerio de Fomento actual, entendiendo por tal desde marzo de 2004, sólo le corresponde una mínima parte de culpa al respecto, pues el abandono del ferrocarril ha sido uno de los pecados capitales de todos los gobiernos de España desde antes incluso del establecimiento de la democracia.

Pero sí le corresponde al Gobierno salido de las urnas en marzo de 2004 la falta de visión y la continuación de la apuesta por un ferrocarril de lujo, es decir del AVE, frente a la dejación del mantenimiento y mejora de una red ferroviaria con claros objetivos sociales y de vertebración del territorio que, con el paso de las décadas, se ha quedado obsoleta.

Es decir, la recuperación del ferrocarril como forma prioritaria de transporte público, y no sólo de mercancías, que ahora se enuncia a bombo y platillo desde Fomento tendrá como primera dificultad salvar el deterioro causado a una red ferroviaria olvidada y desmantelada en las últimas décadas en beneficio del transporte por carretera de bienes y personas.

Es muy ambicioso el Gran Plan de Fomento de conectar por ferrocarril prácticamente todos los puertos españoles dignos de ser llamados tales y de establecer nada menos que 34 terminales o plataformas logísticas articulen la red que se pretende. Y exigirá miles de millones de inversión –más de 7.500 según el ministerio– para paliar algo que nos hemos labrado con nuestro propio esfuerzo en las últimas décadas.

Pues no está de más felicitar a Fomento por su cambio de orientación en lo que al ferrocarril se refiere, pero tampoco es ocioso recordar que fue este mismo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el que facilitó la caída en picado del ferrocarril con la liberalización de las infraestructuras ferroviarias puesta en marcha en 2005.

Leyendo las referencias del plan ferroviario de Fomento uno no puede menos que esbozar una cierta mueca sarcástica. Si tan maravilloso, que lo es, es el ferrocarril como medio de transporte de mercancías y de personas en lo social, lo ecológico y lo rentable, ¿cómo es que este Ejecutivo no se ha dado cuenta hasta seis años después de empezar a gobernar? ¿O quizá debamos el giro a la perspicacia del ministro José Blanco, quien, al fin y al cabo, lleva apenas  año y medio en el departamento concernido?

Ojalá las intenciones del ministerio de Blanco empiecen a llevarse a la práctica cuanto antes y de manera irreversible para desandar lo malamente andado ferroviariamente hablando en las últimas décadas. Pero, visto lo visto, no hay motivos para el optimismo. Me gustaría equivocarme, de verdad, y que alguien me eche en cara dentro de unos meses el haber insinuado que este anuncio no pasa de ser un brindis al sol. Emplazado quedo.

2 Comments
  1. celine says

    También deseo que se equivoque, José luis; aunque comparto sus dudas al respecto. Es muy lamentable la de oportunidades históricas que España ha perdido por culpa de los gobernantes y los intereses creados. La del ferrocarril -estoy de acuerdo- es una de las más importantes. También he oído que van a impulsar el transporte de mercancías por barco, en comandita con Francia, creo. Sería lo lógico. Una enseñanza que aprender de la crisis, ya que son métodos de transporte mucho más rentables, según tengo entendido.

  2. inteligibilidad says

    Lo del AVE es que no tiene sentido… han convertido el tren en un lujo, no hay quien lo entienda… Por ejemplo, Madrid-Barcelona ya no tiene otra posibilidad que el AVE: 184 euros ida y vuelta en clase «turista». Viajar en avión se ha puesto muchísimo más barato y en realidad contamina mucho más y es mucho más incómodo… ¡¡TREN PARA TODOS!!

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