La sopa de letras es el principal enemigo de las alternativas rojiverdes

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De izquierda a derecha, Jordi Guillot (Iniciativa per Catlunya Verds), Nieves Ibeas (Chunta Aragonesista), David Abril (IniciativaVerds), Paco Garcia (Iniciativa del Poble Valencià) y David Cabello (Paralelo 36), en el encuentro de Espacio Plural celebrado en Palma de Mallorca el pasado día 3. / iniciativaverds.org

Sigue animado, por no decir revuelto, el panorama de la izquierda a la izquierda del PSOE, de la que algunos piensan que es la única real: la del ecologismo político o la del izquierdismo ecologista. Obviando esa discusión previa, en lo que hay que fijarse ahora, a dos meses vista de las elecciones municipales, es en la efervescencia que empieza a notarse en los sectores sociopolíticos “abandonados” en mayor menor medida por los socialdemócratas españoles en su inexorable camino hacia el centro, que ha sido la característica de la política gubernamental en la segunda legislatura del presidente Rodríguez Zapatero.

El pasado sábado, una de las plataformas de mayor enjundia en el campo político que llamamos rojiverde, Espacio Plural, que agrupa fuerzas de Andalucía, Aragón, Canarias, Cataluña y Valencia, se reunió de nuevo en Mallorca para reafirmar su voluntad de ir a las municipales cada una por su cuenta, pero con la idea de que pueden llegar a algo más de cara a las generales de 2012.

La idea expresada el sábado por esas formaciones de que la política municipal ha de servir de base para relanzar la actividad aglutinante de tendencias de izquierda real coincide en la distancia y en ciertos planteamientos con un acto similar realizado en Madrid hace dos semanas con asistencia de personas significadas de toda España para sacar a la luz pública las Mesas de Convergencia de la izquierda, también llamadas Red de Convergencia Ciudadana.

Son iniciativas paralelas hasta el momento aunque, sin lugar a dudas, coincidentes en el objetivo ––frenar el avance del neoliberalismo–– y en muchos de sus planteamientos frente al PSOE, precisamente por haber facilitado desde el Gobierno ese avance. De carácter más clásicamente izquierdista, La Red, o las Mesas, no reniegan del perfil verde (aunque no lo enfatizan), que hoy día asume toda formación opuesta a la derecha representada por el PP y los nacionalistas de derecha, pero coloca el énfasis en el relanzamiento de alternativas desde la base, desde la ciudadanía, y en la oposición frontal a las reformas económicas emprendidas en esta legislatura de claro carácter neoliberal.

Desde bastante antes de la Red y con más proximidad política y temporal con la primera reunión de Espacio Plural, en septiebre pasado, el exdirector de Greenpeace, Juantxo López de Uralde, anda recorriendo España para cimentar la Fundación Equo recién fundada con grandes aportaciones de personalidades procedentes de Izquierda Unida, de sindicatos y de otras fuerzas “verdes”, como Ecologistas en Acción, SEO, etcétera.

A Equo, que mira directamente a la posibilidad de ir a las generales de 2012 según el propio Uralde, quien más apoyo en tanto que organización le presta, de momento, es la coalición de partidos verdes que anteriormente y durante varias legislaturas ha mantenido una relación simbiótico-electoral con Izquierda Unida. Los desencuentros repetidos entre la izquierda clásica que ahora encabeza Cayo Lara y Los Verdes han provocado la separación. Los segundos van solos a las elecciones municipales bajo la etiqueta Ecolo en varias regiones (Andalucía, Extremadura, Murcia, etc), como preparando el terreno para que los de Uralde salten a escena en 2012.

En IU también hay movimientos. Al perder a Los Verdes, los independientes de dentro de la coalición han creado la etiqueta Ecosocialistas para agruparse dentro de ella en las regiones donde ha "nacido" Ecolo. Y la coalición matriz ha cambiado su sello por el de IU-Verdes para ir a las municipales de mayo.

No se agota en esta relación todo lo que se está moviendo a la izquierda del PSOE. Lo interesante, el reto que tiene esa izquierda ––que, insisto, para muchos es la única real a día de hoy–– es demostrar que es capaz de crear una alternativa sólida y aglutinante de las tendencias sociales etiquetadas genéricamente rojiverdes, ecologismo social, izquierdismo verde, o como se quiera, para canalizar el descontento de muchos votantes de izquierda y no solamente socialistas: la decepción con las dos formaciones izquierdistas estatales es patente, aunque sea el PSOE con sus medidas de gobierno el partido que, con diferencia, más la provoque.

Una deslavazada sopa de letras como representante múltiple de la izquierda a la izquierda del PSOE será un fracaso histórico en la política española y una nueva decepción para aquellos a quienes les gustaría votar pero no lo hacen en las elecciones generales. Los “ensayos” que habrá en las municipales deben ir a una convergencia bajo cuantas menos siglas mejor en las generales. Si no, la marginalidad política rojiverde será un hecho a pesar de que la calle tenga cada vez más sensibilidad “verde”.

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