Aunque lo contemos ahora, desde hace algunos días, desde que empezó la campaña electoral diría, ya tenemos un claro perdedor de las elecciones generales del 20-N, que no es ni más ni menos que la vertiente verde de la solución de los problemas actuales, o, si se quiere, la parte ecológica de los programas electorales.
Resulta difícil encontrar en las reseñas y referencias de los mitines de campaña menciones expresas y claras a los problemas y soluciones medioambientales. La caída y salida de la crisis económica se ha llevado por delante todo lo demás en lo que a mensajes electorales se refiere. Unos más enjundiosos que otros, unos más claros que otros, más beligerantes o más contemporizadores. Pero prácticamente todos son relativos a la tremenda agitación sistémica que nos sobrecoge y nos angustia.
Todo lo demás, incluidos los problemas ambientales, han quedado relegados a un plano muy secundario. El principal perjudicado por esos avatares es, indudablemente, la nueva formación que plantea la salida de la crisis y la reforma del sistema a través de las soluciones verdes y sociales: Equo.
Al nuevo partido que encabeza Juan López de Uralde le pilló a contrapie el adelanto electoral y le partió por el eje su estrategia de trabajo de cara a la primavera del año que viene, que es cuando debían celebrarse teóricamente los comicios de este domingo. Así, Equo solamente tendrá un diputado por Valencia, donde concurre junto a la formación local Compromis, quedando alejado de su objetivo primordial de colocar a Uralde como diputado por Madrid, dicen las consabidas encuestas previas.
Paralelo al modesto resultado de la formación apoyada por el Partido Verde Europeo corre la postergación del mensaje “verde” en el programa de Izquierda Unida, especialmente. La coalición tiene sus bazas electorales y la esperanza de mejorar notablemente sus resultados en la intensificación de sus alternativas económicas y sociales a las de los dos grandes partidos, diferenciándose de ambos y rememorando sin citarla la teoría de las dos orillas que en su día llevó a Julio Anguita a alcanzar tan buenos resultados electorales como Cayo Lara espera ahora.
En eso, en el recuerdo del planteamiento de las dos orillas coinciden sin citarlo ni decirlo tanto IU como Equo y cada vez más estamentos sociales que ven una conjunción de intereses de los dos partidos mayoritarios para seguir siendo ellos dos los que corten en comandita el bacalao político. Y, por supuesto, el apartidario movimiento Democracia Real Ya ha dado profundidad social a esas críticas al bipartidismo legalmente ventajista que ahoga e impide que aflore cualquier tipo de disidencia política de izquierda. ¿A qué, si no, suena lo de "PP, PSOE, misma cosa es"?
De cómo la fuerza social de DRY, o del 15-M o de los “indignados”, llámeseles como se quiera, se manifieste o no el domingo habrá que hacer lectura y extraer conclusiones. Pero, antes de la jornada electoral, queda claro que los críticos del sistema excluyente bipartidista quizá no hayan conseguido avanzar lo suficiente por un camino común que les podría haber convertido en una alternativa minoritaria, sí, pero fuerte.
Esto se puede haber debido a la necesidad de autoafirmación de la fuerza propia para negociar a posteriori, o a la convocatoria perentoria de elecciones que ha quitado tiempo a las voces que pedían mayor conjunción, o también a las reticencias y egoísmos propios de las fuerzas minoritarias celosas de su espacio exclusivo. Ya tocamos aquí este asunto antes de las elecciones municipales y autonómicas de la primavera pasada.
Sin embargo, mirando lo que está pasando ese entorno nuestro tan europeo, tan otrora querido y que ahora está hecho unos zorros, y a la espera de unos resultados electorales que serán esperanzadores pero a todas luces insuficientes, tal vez el lunes o el martes sea el día de plantearse el esfuerzo necesario de construir una alternativa que dentro de cuatro años, si no hay adelanto electoral, sea lo suficientemente seguida como para ser determinante. En lo social, pero también e indudablemente en lo verde.
Puedo coincidir en bastantes cosas de las que dices en tu artículo , pero hay una en la que discrepo absolutamente . Das por seguro que Uralde no sale diputado por Madrid cuando eso no se corresponde exactamente con las encuestas que están saliendo. Es cierto que en algunas de las publicadas no se le concede el escaño pero sí en otras. Por otra parte es sabido que es tremendamente difícil para las empresas especializadas analizar debidamente el impacto de un partido nuevo. Por ejemplo , en las pasadas autonómicas las encuestas daban a Compromis el 1º% y terminó sacando el 7%.
Lo de «la postergación del mensaje “verde” en el programa de Izquierda Unida, ( por mucho que en Murcia se destaque a dirigentes históricos y de gran valía) es un tema que efectivamente habría que tener en cuenta tras las elecciones. No es algo que venga de ahora y precisamente muchos pensamos que es la causa principal de que no haya una formación ecologista fuerte como en países de nuestro entorno ( Francia ,con casi el 20% del voto, o Alemania)
EQUO representa la opción del futuro, porque solamente con un cambio en el modelo productivo, no buscando el crecimiento por sí mismo como el remedio a todos los males, se puede salir de ésta. IU es el pasado. Es el modelo productivista, crecentista de siempre. En Murcia llamaría a ese partido IU-El Verde, porque además de la figura de Costa Morata, ecologista setentero de batallas antediluvianas, ninguna propuesta novedosa, ningún cambio radical. EQUO VA. REINICIA EL SISTEMA.
Creo que, aunque Equo se presente como futuro, no hay por qué presentar a IU como pasado, porque con la que está cayendo es necesaria alguna formación con carácter muy social y reivindicativo. Una combinación de ambas sería la auténtica fuerza verdiroja más aglutinante para hacer frente a los dos de siempre y sus excrecencias nacionalistas.
Extrem-era, EQUO tiene en su programa un apartado social y reivindicativo muy fuerte, como puedes ver aquí: http://programa.equova.org/?page_id=119.
Aqui podeis ver el programa completo de EQUO: http://programa.equova.org/
Federico: efectivamente, el programa de Equo tiene esas características como leo. Por eso me explico cada vez menos por qué razón IU y Equo, y viceversa, no han sido capaces de ponerse de acuerdo a nivel nacional.
extrem-era: una coalición con IU habría sido matar a EQUO antes de nacer. Tiempo habrá, para coaliciones, (en Murcia apoyan ambos a una cadidatura de ciudadadana al Senado).
Querido amigo Vidal Coy, escribes literalmente: «Paralelo al modesto resultado de la formación apoyada por el Partido Verde Europeo corre la postergación del mensaje “verde” en el programa de Izquierda Unida, especialmente». Cuando lo cierto es que, con Costa Morata, en la Región de Murcia cobran peso, precisamente, las tesis ecologistas. Pedro Costa es el adalid de eso que vino en llamarse, hace ya algunos años, la Ecología política. Y sus reiteradas afirmaciones de que está en sintonía con las tesis de Serge Latouche son de sobra conocidas.
http://www.youtube.com/watch?v=ATN4_cR9DAg
Si escuchais a Inés Sabanés, a lo mejor entendéis la diferencia; «La forma es el fondo» Equo nace el el S. XXI para dar respuesta a una sociedad global gobernada por una dictadura neoliberal, mercantilista y machista.
El reinicio del modelo será verde o no será, depende de lo que mande el sentido común, que es el modelo de justicia y de equidad que tendría que imponerse si fuéramos inteligentes y no estúpid@s.
El miedo paraliza y destruye,es una vía muerta. El valor mueve hacia el futuro y crea. Si queremos, lo posible será real.