Rajoy, el de los milagros

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Jesús Cuadrado *

Jesús_CuadradoDicen que Mariano Rajoy se juega su futuro electoral a la carta de la economía. ¿De qué economía? Las cuentas públicas demuestran, a quienes quieran leerlas, que la España del PP está atrapada en el peor de los laberintos, el de la 'trampa de la austeridad'. El economista Jesús Fernández-Villaverde, lo más distante de un 'rojo peligroso', demostraba en un análisis reciente el agujero fiscal en el que están atrapadas las cuentas públicas, tanto en tiempos de recesión económica como ahora con crecimiento.

Si con crecimientos positivos del PIB el déficit público sigue igual de descontrolado que con crecimientos negativos, 'blanco y en botella', o cuentas públicas fuera de control. “Eso me hace sospechar que, incluso creciendo con mucha fuerza, el déficit aún estaría más cerca del cuatro que del tres por ciento”, escribe Fernández-Villaverde. Y, efectivamente, el propio Programa de Estabilidad remitido por el Gobierno a Bruselas asume que el déficit para 2015 seguirá siendo superior al cuatro por ciento, aún con un crecimiento del PIB del tres por ciento, del que alardean. Ergo, ¿qué va bien en la economía a la que confía su salvación en las urnas el presidente del Gobierno y su corte?

Va bien la caída espectacular del precio del petróleo que, como muestra el propio Programa de Estabilidad 2015-2018, está influyendo decisivamente en el crecimiento de la economía española. Va bien un euro más barato, depreciado en un diez por ciento durante el pasado año, es decir, una divisa más competitiva que estimula las exportaciones y el crecimiento. Y van bien las medidas del Banco Central Europeo que favorecen la reducción de los costes del endeudamiento del Estado y las condiciones de financiación de las empresas que pueden recurrir al mercado de capitales. Todo lo demás, lo que depende del Gobierno del PP, va mal, muy mal. Por mucho que se empeñe Angela Merkel en presentar a España como prueba del éxito de su receta de austericidio suicida, lo cierto es que la realidad le desmiente.

Los estrategas electorales del PP, que ignoran la realidad social y económica del país, creen haber encontrado un filón en la victoria electoral de David Cameron. Su problema es que una comparación seria de resultados económicos entre España y Reino Unido pone más en evidencia el fracaso de Rajoy. Así, mientras aquí la tasa de paro es superior hoy a la que existía al comenzar la legislatura, en Reino Unido, en el mismo período, ha bajado en más de dos puntos porcentuales, hasta situarse por debajo del seis por ciento. En esos tres años y medio, la economía británica ha sido capaz de aumentar sustancialmente la tasa de ocupados hasta superar el setenta y seis por ciento, a la vez que la economía española la reducía en más de dos puntos para situarla por debajo del sesenta por ciento. Es decir, digan lo que digan en su publicidad electoral, el INE y EUROSTAT dicen que hay casi setecientos mil ocupados menos en España, más 'trabajadores desanimados' y miles de jóvenes que emigran cada año.

¿Crecimiento económico? Durante el tiempo de la presidencia de Rajoy, la economía británica creció más de un cinco por ciento, la española se ha reducido en un dos por ciento. Pero los de los "milagros de Rajoy” repiten que ahora nuestra economía crece con fuerza. Pero, qué mejoría es esa que no sirve para sujetar el aumento imparable de la deuda. Como se confiesan en el Programa de Estabilidad y se vaticina, aún con más contundencia, en las previsiones de_primavera de la Comisión Europea, la deuda pública española seguirá creciendo en los próximos años, superando con claridad el cien por cien del PIB. Eso con crecimiento económico, que con algún accidente, griego, por ejemplo, ni te cuento. ¿Y en Reino Unido? Allí, la deuda en estos tres años y medio ha crecido siete puntos porcentuales de PIB, a la vez que en España, gracias a los milagros de Rajoy, ha crecido en casi treinta puntos. Los artistas de la campaña electoral del PP harían bien en buscar material de propaganda electoral más sólido.

Yo no hubiera votado a Cameron (tenemos ideas muy diferentes sobre el papel del Estado en la economía), pero entiendo qué argumentos llevaron a dar el voto a los conservadores británicos. No alcanzo a entender, si de resultados económicos se trata, qué puede inclinar el voto hacia el partido de Fraga y Aznar. Hoy, con un Rodrigo Rato con un pie en la cárcel y tres años y medio de fracasos, la imagen publicitaria, tan cocinada durante años, de un partido eficiente en la gestión económica se va por el desagüe. Era un camelo. En fin, con un Gobierno en funciones de “milagrero” y un PSOE atascado en el taller de reparaciones, los electores concentran su atención en nuevos partidos, especialmente en Podemos y Ciudadanos. Pasa a tener gran interés para el futuro del país qué políticas proponen para sacar a España del atolladero en el que se encuentra y especialmente qué estructura impositiva y qué composición del gasto, es decir, cuánto y cómo recaudar y cuánto y cómo gastar. Tienen hasta diciembre para decidirse a hablar claro.

Los nuevos partidos deberían entender que no están las cosas en España para excesos de retórica. Me suena bien que Ciudadanos diga que su modelo es Dinamarca, pero no puede presentar alternativas fiscales que se contradicen con un modelo de Estado como el del país nórdico, que tiene un gasto público que supone un cincuenta y ocho por ciento de su PIB. No se puede poner una vela a Dinamarca y otra a Friedrik Hayek, el gran adalid de 'sólo mercado', como hacía Luis Garicano en un artículo publicado hace unos días. O cuidado con presentar el IVA como un instrumento de redistribución de renta, como le he oído a Podemos y a otros. Frente a esta idea, sirva como argumento de autoridad este texto de J. E. Stiglitz, en el que explica con convicción que para distribuir riqueza existen otros instrumentos impositivos, que ese fin no se consigue utilizando el IVA superreducido.

Claridad también en las medidas de ahorro en gasto público como la de la supresión de las Diputaciones. En 2011, meses antes de las elecciones, el candidato Rubalcaba y su equipo, en el que estaba Pedro Sánchez, me pidieron una propuesta sobre supresión de estas inútiles administraciones. Se la envié y en rueda de prensa presentó la propuesta. Pero la idea duró una semana, el tiempo justo para que le hicieran ver cuántos damnificados de 'la casa', cuántas víctimas amigas produciría la medida. Y 'fin de la cita'. Así que parece que tendrán que ser otros los que deban acometer el saneamiento. No será la panacea para resolver el desajuste de las cuentas públicas, pero una reasignación de recursos, desde gasto inútil a necesidades urgentes, como a un sistema educativo en descomposición, por ejemplo, no sería poca cosa.

Tienen una gran responsabilidad estos nuevos partidos en un país necesitado de un giro radical en la gestión política; tal vez no de 360º, como proponía Pedro Sánchez, pero uno de 180º no vendría mal. Tengamos fe.

(*) Jesús Cuadrado es militante y exdiputado del PSOE.
8 Comments
  1. Nick says

    Está bien visto, eso de los del PP como los mejores gestores de la economía solo es un camelo. Al final los Aznar, Rato y compañía han sido buenos sólo para aumentar su patrimonio familiar. Han atropado de lo lindo para la famiglia.

  2. Juanjo says

    ¿qué el Rajoy se juega su futuro? ¡Malaya, semejante gente!…
    …Pero ¿es que todavía puede quedar una persona (una sola) medianamente inteligente y honrada, capaz de votar a semejante adefesio político y moral?

    ¡Horror!

  3. Piedra says

    No solo habría que suprimir las diputaciones y mancomunar servicios, sino eliminar la corrupción que, tirando por lo bajo, representa entre el 3 y el 5% del gasto del Estado y las Comunidades autónomas. Y al hablar de corrupción no me refiero sólo a los pillajes y reformados en la contratación pública sino también a la corrupción objetiva de los privilegios y los que se lo llevan crudo sin el menor esfuerzo.

  4. arkaitz says

    hay que suprimir todas las diputaciones provinciales por ser anacronicas y cacequiles ahorro economico mas de 35 millones de euros para financiar la educacion publica laica universal

  5. arkaitz says

    suprimir las delegaciones de gobierno por ser un gasto publico que se puede ahorrar para la sanidad publica universal y la ley de la dependencia

  6. arkaitz says

    suprimir todos los cargos puestos a dedo
    y contratar medi@s y maestr@s

  7. arkaitz says

    suprimir muchos coches oficiales y escoltas privados

    suprimir los aforamientos

  8. janu says

    Y ya puestos, ARKAITZ, podías haber añadido las AUtonomías.(esas entidades plagadas de diputados, presidentes, consejeros, viceconsejeros, asesores, casi todos tipo CARROMERO, y sobre todo, enchufados, muchísimos enchufados y muchas obras públicas y otro tipo de Bicocas para parientes, amigos y untadores?

    Pero, aunque fueran limpias, que pueden hacer 18 carísimas autonomías que no pueda hacer un Estado centralizado, limpiamente democrático? ¿6. 000.000 de parados?
    ..
    ¿A caso, por ejemplo, la sanidad pública funciona hoy mejor que en los tiempos del INSALUD (1978-2002), es decir, cuando la administraba el Estado democrático?

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