Por la reconstrucción de IU en Madrid

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Lali Vaquero y José Andrés Llamas *

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Los próximos días 2 y 3 de abril tendrá lugar en Madrid la asamblea de constitución de la nueva organización de IU en nuestra región. Tras la desvinculación a la que fue sometida IUCM por la dirección federal en junio del pasado año, los miles de hombres y mujeres que formaban parte de ella sufrieron la misma suerte, viéndose obligados a un tortuoso proceso de reafiliación debido a un intento de ‘matar moscas a cañonazos’. Es así como puede ser catalogada la decisión de buena parte de la dirección federal de IU, que pretendía así castigar a la dirección de la federación madrileña por incumplir reiteradamente sus mandatos.

Después de esa desproporcionada y a todas luces desmesurada decisión, que casi un año después ha conllevado la pérdida de gran parte de la afiliación que tenía la federación madrileña, es el momento de volver a poner en marcha el proyecto de IU en la región de Madrid. Un proyecto político netamente de izquierdas, defensor de los intereses de la clase trabajadora, leal a su bagaje histórico, a sus luchas y conquistas y que no renuncia a confluir con otros movimientos y fuerzas transformadoras, pero eso sí, siempre desde el respeto a su identidad y a su cultura y a la del resto de organizaciones con las que decidamos caminar.

Fuimos críticos con aquella decisión y seguimos siendo críticos con la oficialidad de la nueva IU que pretenden crear en la Comunidad de Madrid. Por ello decidimos formar parte de un numeroso grupo de militantes en la región que quieren impulsar la reconstrucción de la nueva IU en base a la negociación y el acuerdo, pero sin renunciar a lo que representa y puede seguir representando nuestra organización, tanto hoy como mañana.

Las pasadas elecciones autonómicas y, sobre todo, las municipales, vinieron a clarificar la equívoca e ineficaz posición de los que defendían, y siguen defendiendo actualmente, que IU debía virar su rumbo hacia modelos asociados a los nuevos partidos emergentes, más concretamente hacia Podemos, tanto en lo político como en lo organizativo. Esta propuesta errática –mantenida en Madrid, entre otros, por la dirección actual del PCM con su secretario general al frente-, solo ha servido para desilusionar y despistar a nuestros afiliados, afiliadas y simpatizantes y para desfigurar y difuminar la existencia de un proyecto claramente de izquierdas en nuestra comunidad.

Los acuerdos alcanzados en las municipales de Madrid Ciudad, en la que IU accedió a diluirse en ‘Ganemos’ mientras Podemos mantenía su autonomía como interlocutor en su relación bilateral con esa marca, demostraron la voluntad de plegarse a las directrices de la nueva formación por parte de los que ahora también pretenden encontrar ‘sujetos superadores’ no se sabe muy bien de qué, dónde y con quién.

La famosa ‘ventana de oportunidad’ que debía abrirse y aprovecharse ‘ahora o nunca’ en las pasadas elecciones generales ha evidenciado su carácter oportunista y ser un mantra construido sobre un endeble andamiaje argumentario. El nuevo bipartidismo de dos caras y el insuficiente retroceso de las dos principales fuerzas políticas tanto en nuestro país como en la Comunidad de Madrid prueban que los análisis en torno al fin de ese modelo o ‘régimen’ eran algo más que apresurados.

Tal vez llegó tarde la reivindicación del legado de IU, de sus luchas y de sus logros a lo largo de los últimos 30 años por parte de los que llevan más de año y medio desarbolando y desprestigiando, no sólo el discurso en defensa de la clase trabajadora, sino también a los que sí hemos defendido la necesidad de mantener unos principios y unas señas con las que se identifica y nos reconoce la gente de izquierdas.

Quienes impulsamos y suscribimos el texto alternativo al oficialista de cara a esta asamblea constituyente de IU en Madrid creemos firmemente en la vigencia del proyecto de IU y en la necesidad de potenciarlo en unos momentos como los actuales, en los que la política y los relatos que se construyen en torno a ella se hacen sobre nebulosas, con conceptos y términos de fácil digestión para el gran público, donde se diluyen las ideas y los principios, donde se apuesta por una presunta radicalidad democrática basada casi exclusivamente en las ya no tan nuevas tecnologías y en el contacto artificial y virtual con los militantes.

No creemos en personalismos ni en una democracia tutelada desde los medios de comunicación y, precisamente por ello, no queremos una organización deformada y orientada hacia esas prácticas. Sabemos el terreno que pisamos y con quién nos la jugamos, que hay que adaptarse a las reglas del juego. Pero también somos conscientes de que nuestra organización no puede ni debe plegarse a la figura de un líder, porque somos y siempre hemos sido un proyecto colectivo que no tuerce su rumbo en función del timonel y es precisamente ahí donde reside nuestra fuerza.

Las personas que apostamos por la alternativa al oficialismo que dirige eventualmente esta federación confiamos en que la nueva IU en Madrid sepa coger impulso para superar las contradicciones del sistema y que ponga en primer término los problemas que acucian a la mayoría social trabajadora en nuestra región.

Las cosas no serán fáciles. Los malos resultados obtenidos en las últimas elecciones generales nos indican que el esfuerzo que tendremos que hacer en Madrid será mayúsculo. Por ello, necesitamos una IU que sea capaz de dialogar y confluir desde el respeto a la identidad de cada organización, basada en un programa común en el marco del Bloque Social y Político que defendemos.

Por ello apelamos a la movilización real de los afiliados y afiliadas de IU, a que se revitalicen las sedes y que la política vuelva a las calles, ‘que ya es hora de pasearnos a cuerpo’ como decía Gabriel Celaya. Una IU más viva, donde los debates se realicen entre personas de carne y hueso y no sólo entre perfiles anónimos y en escuetos espacios de 140 caracteres. Debemos emplear todas las herramientas a nuestro alcance para difundir y lanzar nuestras ideas y propuestas, pero esas tecnologías no pueden ni deben sustituir los debates en profundidad que debemos mantener entre nosotros y con la sociedad.

Las personas que suscribimos el documento alternativo al oficial trabajaremos por una organización amplia y abierta, integradora de cuantos compartan con nosotros los mismos objetivos más allá de las luchas puntuales en las que estemos. Por eso abogamos porque esta asamblea constituyente sirva para superar las fracturas internas y nos ponga a todos y a todas a construir una IU capaz de transformar Madrid desde ya.

(*) Lali Vaquero y José Andres Llamas son los candidatos de Espacio Plural a las portavocías de la nueva IU de Madrid
2 Comments
  1. @carlosmagaro says

    desfedéralos a todos y que Marx reconozca a los suyos

  2. sverdlov says

    Una desfederación necesaria, espero que este grupo tenga poca representación

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