Confluir para hacer historia

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Esther López Barceló *

Tot està per fer i tot és possible
Miquel Martí i Pol

Esther_Lopez_BarceloTodo está por hacer y todo es posible. Es así como percibo a lo que el fracaso de esta legislatura fallida nos aboca. Porque hoy me voy a desnudar y voy a ser todo lo sincera que una se puede permitir ser ante la incertidumbre del futuro y las certezas del pasado. Reconozco que el 20 de diciembre lo viví con el desencanto que genera la evidencia de saber que todos nos habíamos equivocado. Que unos más y otros menos, pero todos, colectivamente, habíamos dejado pasar la oportunidad histórica de unirnos en un frente común tejido por una sólida urdimbre de mínimos programáticos. Mínimos que con la potencialidad de una única papeleta se convertirían en máximos emanados de las exigencias que, en la calle y en las instituciones, nos unen desde una instintiva perspectiva de clase.

Porque he de sincerarme: soy tan poco amiga de los sectarismos que considero compañeras a personas que militan en organizaciones que no son la mía. Lo triste es que, aún hoy, esto haya que explicarlo. Y yo lo que siento es no poder expresarlo sin necesidad de hacer pedagogía. Porque en la calle, a pesar de existir luchas no compartidas -que las hay- normalmente me encuentro compartiendo trinchera con los compañeros y compañeras de los sindicatos de clase, de los movimientos sociales, de Podemos, de Compromís, de las confluencias en las grandes manifestaciones estatales... Comparto reivindicaciones unitarias con ayuntamientos de ciudades en las que antes no había estado, como Zaragoza o Cádiz.

Incluso las que en su momento -por falta de madurez- llegamos a concebir nuestro partido como un fin en sí mismo, tras el paso del tiempo, de las experiencias vividas y, lo que es más importante, ante el análisis concreto de las condiciones objetivas de nuestra realidad, ya no entendemos la batalla electoral desde la fragmentación de las papeletas. Porque ante la pluralidad de identidades, debemos defender la necesidad de la concentración del voto.

Afortunadamente, como decía al principio, tras esta investidura fallida fruto de un proceso electoral fallido se nos abre una ventana de oportunidad para enmendar los errores, los propios y los ajenos. Si bien la falta de tiempo es un handicap que no permitirá establecer mecanismos de participación más profundos, como repetir primarias o incluso ampliarlas a las coaliciones completas, permitiendo que la ciudadanía elija las posiciones de cada organización en su circunscripción, son elementos que deben quedar anclados en la memoria como mecanismos necesarios para seguir empoderando al pueblo y consultarle constantemente. Paradójicamente, esa situación hará que candidatos que mantuvieron posiciones contrarias a la confluencia ahora tengan que recomponer su discurso para adecuarlo al 26J; pero, a pesar de ese tipo de situaciones, esperemos que el ruido de los nombres, las posiciones y otras miserias no acaben con la esperanza depositada en esta segunda vuelta.

Es fundamental que los líderes de la izquierda de este país y referentes simbólicos de la lucha contra la oligarquía y la transformación social, como Alberto Garzón, Pablo Iglesias, Ada Colau, Xulio Ferreiro o Mónica Oltra hagan una campaña plural y conjunta que renueve la ilusión de la mayoría social por participar del proceso electoral. Una campaña en la que se reconozcan las diferentes identidades políticas y la realidad plurinacional.

En definitiva, creo que es urgente que los intereses partidarios dejen de estar por encima de los intereses de la mayoría social, que estemos a la altura  de nuestros referentes compartidos, aquellos que una vez se unieron en un “frente popular” para dejar de perderse en ese bosque imaginario repleto de rencillas cainitas y, por fin, ganar. Ganar las elecciones para cambiar el país. Tenemos una ventana de oportunidad, descorramos los visillos, abramos los tarros de las esencias y dejemos que impregnen el aire. No seamos nunca más objetos continentes de pureza en una estantería, dejemos de entender las organizaciones como un fin y hagámoslas instrumentos al servicio de la transformación social.

Estas pueden ser unas elecciones históricas para las clases populares, en nuestras manos está detenernos en el bosque a contemplar las hojas o caminar hacia las grandes alamedas para empezar a construir una sociedad mejor.

(*) Esther López Barceló es historiadora y exdiputada de Esquerra Unida en el parlamento valenciano.
7 Comments
  1. Guadiz says

    Está muy bien que consideres compañeros a militantes de otras organizaciones, incluso aquellos que insultaron a la tuya. Ok, sin rencores. Pero a veces parece que los consideras más compañeros que a los de tu propia organización. Y respecto a lo de hacer pedagogía, no te molestes demasiado: ya somos mayorcitos.

  2. benicadell says

    Una pena que se use la frase» Tot està per fer i tot és possible» de
    Miquel Martí i Pol pues en este caso no veo claras las intenciones viniendo de una valenciana como Esther Lopez.

  3. Javi says

    Yo también considero compañeros a militantes de otras organizaciones (y a no militantes), pero de las que están a la izquierda o a mi izquierda, no las que están más a la derecha (y ya por eso me cuesta ragar a según qué dirigentes de IU o del PCE). No son compañeros progres que están a pillar el sillón y darle un maquillaje al régimen y al capitalismo, no a los que siguen defendiendo a unos mamporreros del capital como Syriza, ni a los que insisten en que la UE o la OTAN son «reformables». Y mucho menos si encima con anterioridad nos han insultado.
    Por otro lado, cansan ya las palabras vacías como las que se pueden leer de nuevo aquí; «ilusión», «ganar un país», «cambio», «transformación social»… Qué es todo eso, podéis explicarlo? Es que acaso Podemos ya no renuncia a salir de la OTAN, a nacionalizar sectores estratégicos o a abrir un proceso constituyente hacia la tercera república? Cambio es que en una huelga un atyuntamiento «de izuquierdas» como el de Barcelona se posicione contra los trabajadores? O que se vote para condenar a la izquierda venezolana? Aprobar pelotazos urbanísticos? Celebrar que vienen inversores a la ciudad gracias a tus políticas? Denunciar a unos titiriteros al son que marca la prensa más fascistoide?
    Los que tenéis que aclararos sois vosotros. Y si se escribe un artículo que sea para aportar algo nuevo, no para repetir lo que los de la complutense llevan dos años repitiendo en los platós de TV.
    Dichosa posmodernidad, dichoso idealismo.

  4. Ramon says

    L’empenta de la gent és ara imparable. Qui no es pose a treballar fort per la victòria -en aquest moment, en aquestes circumstàncies- deixarà també clar que no fa res per seguir avançant cap a unes més importants victòries. Tot camí comença amb un primer pas. I de segur que molts faran tot el que puguen perquè aquest procés fracase. Exemples tenim en els comentaris anteriors.

  5. Ramon says

    El empuje de la gente es ahora imparable. Quien no se ponga a trabajar seriamente por la victoria -en este momento, en estas circunstancias- dejarà también claro que no hace nada para seguir avanzando hacia más importantes victorias. Todo camino comienza con un primer paso. Seguro que muchos harán todo aquello que puedan para que este procedo fracase. Ejemplos tenemos en los anteriores comentarios.

  6. clara says

    Manos a la obra. Que no sobra nadie. Los que faltan, se uniran en el camino. En esta opurtunidad, los mejores, deben dejarse hasta el alma.
    Gracias Dª Esther por lo escrito.

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