Por qué a Íñigo

Pepe Viyuela *

Me están preguntado mucho estos días acerca de mi decisión de entrar a formar parte de la lista al Consejo Ciudadano de Podemos que presenta Íñigo Errejón al congreso de Vistalegre II. En respuesta a esas preguntas y por si alguien más pudiera tener interés en los motivos que me han llevado a decidirme, escribo esto

Podemos recogió la energía, la ilusión y la esperanza que produjo en muchos ciudadanos el 15M. Donde antes veíamos una sociedad aletargada o de brazos caídos, pudimos ver entonces el despertar de una sociedad que se decidía a mostrar abiertamente su descontento y lo que es más importante: su deseo de participar en un cambio a mejor.

Se entendió que la política es algo demasiado valioso como para dejarlo únicamente en manos de quienes se dedican a ella “profesionalmente”. Y pareció también que los ciudadanos habíamos decidido no reducir nuestra tasa de participación al día de las elecciones, sino que también el resto del tiempo debíamos mostrarnos implicados y vigilantes.

Aquel movimiento ciudadano derivó en un partido que canalizó los anhelos de cambio. Y vinieron las elecciones: primero las europeas, en las que Podemos dio la sorpresa; después las municipales y autonómicas, en las que se volvieron a conseguir unos magníficos resultados; y por último las generales, tanto las de diciembre de 2015 como las de junio de 2016. Y aquel sentir, que empezó en la calle, entró en el Congreso y contribuyó a enriquecerlo, haciéndolo más parecido a la diversidad de la que goza la sociedad a la que representa.

Se ha conseguido, gracias a la fuerza de los votos, cambiar la configuración del Parlamento, acabar con un sistema exclusivamente bipartidista, que ya se percibía como agotado y lo que es más sustancial: crear ilusión e interés por la política en una generación de jóvenes que estaban desencantados.

Podemos es un partido que ha venido a regenerar y no a destruir, a sumar y no a restar posibilidades a nuestra democracia; a completar y enriquecer nuestra posibilidad de solucionar los problemas que han generado las políticas de austeridad, los recortes en derechos y libertades, las privatizaciones en sanidad y educación, las medidas aplicadas al empleo, o las políticas que han conducido a la emigración a una parte considerable de nuestros jóvenes.

Podemos es el lugar elegido por muchos de ellos, que han decidido quedarse y que necesitan esa herramienta para construir su futuro y el de su país. Es hora de confiar en ellos, ha llegado el momento de dejar paso a quienes van a ser --son ya-- los protagonistas de este nuevo tiempo; es el momento de confiar, de apoyarles y dejarles hacer. Nos interesa a todos como sociedad que Podemos no deje de ser el espacio generador de ilusión que venido siendo hasta ahora.

Por eso me preocupaba la imagen de división que ofrecía en las últimas semanas y cuando me propusieron incorporarme a las listas del proyecto de Inigo Errejón, me decidí porque entendí que su propuesta es inclusiva, que apuesta por la unidad, por el fortalecimiento democrático y la apertura a la sociedad.

He apoyado a Inigo Errejón porque creo que hacerlo es apoyar a Podemos en su totalidad, porque si bien se puede buscar la unidad desde el llamamiento al “prietas las filas”, también se puede hacer desde el debate de ideas; porque debatir es profundamente democrático y porque confío en que de Vistalegre II va a salir un Podemos más unido y, por tanto, una herramienta más útil para todos.

Somos muchos los que deseamos que esa ilusión que ha venido a traer Podemos no solo no se desvanezca, sino que siga creciendo.

Pablo Iglesias e Inigo Errejón son un tándem que no debe romperse. Por eso les pido que sigan remando juntos en ese partido tan necesario para el presente político y seguramente tan fundamental para la futura gobernanza de España.

Por todo esto he decidido no quedarme al margen y mostrar abiertamente el lugar que ocupo. No es bueno esconderse cuando todos nos necesitamos tanto.

(*) Pepe Viyuela es actor.