PP y PSOE creen que Podemos y Ciudadanos no sumarán más del 25% del voto en las generales

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Pablo Iglesias, secretario general del Podemos, y Albert Rivera, presidente de Ciudadanos. / Fotos: Efe

Los expertos electorales de PP y PSOE coinciden en considerar que Podemos y Ciudadanos se estancarán como tercer y cuarto partido en las elecciones generales. Tras analizar los resultados del 24-M y cruzar los datos electorales publicados por los medios de comunicación, a los que suman los resultados obtenidos por consultoras privadas especializadas en elaborar informes para las grandes empresas financieras y de servicios del país, los responsables de ambos partidos, consultados por cuartopoder.es, estiman que el partido gubernamental y los socialistas se moverán entre el 25 y el 30 por ciento de los votos que se emitan en noviembre o diciembre y Podemos y Ciudadanos lo harán entre el 9 y el 14 por ciento. Todos reconocen, no obstante, que lo que no está decidida es la primacía de unos o de otros dentro de esos espacios, aunque se inclinan por una victoria por los pelos del PP sobre el PSOE y la consecución del tercer puesto por Podemos frente a Ciudadanos.

Fuentes tanto de Génova como de Ferraz, las sedes de PP y PSOE, aseguran que ese mapa dibujado por los expertos –a expensas de catástrofes inesperadas por culpa del terrorismo y la crisis griega- será consecuencia del reflujo del voto conservador como consecuencia del temor al ascenso de Podemos y su posible alianza con un PSOE obligado a radicalizarse y, al tiempo, la vuelta al voto útil en favor del partido mayor frente al pequeño en los casos de PP y Ciudadanos y de PSOE y Podemos. En las filas socialistas, los expertos vinculados al ala derecha del PSOE, con Felipe González a la cabeza, añaden que hay elementos que pueden distorsionar ese mapa si Pedro Sánchez no da un gran giro hacia el centro que le haga competir con Ciudadanos, sobre todo en materia económica. “Sánchez debería tener prohibido hablar de la eliminación de la reforma laboral –dice un militante destacado de ese sector, ahora dedicado a negocios privados pero gran conocedor del tema en cuestión por su propia experiencia- porque el país vive una recuperación innegable”. Y añade: “Además, Sánchez no debe compararse con el Gobierno de Mariano Rajoy acudiendo a la figura de José Luís Rodríguez Zapatero porque ZP lo hizo rematadamente mal”. Otro consejo que dan es que no mime ahora a los sindicatos porque “es un disparate”.

Sánchez, sin embargo, ha decidido no hacerles caso. Aunque quiere optar por un programa claramente centrista, pretende que quede claro que su modelo no tiene nada que ver con el neoliberal. De hecho, el Comité de Sabios tendrá la tarea de fijar unas propuestas que demuestren que su alternativa es claramente socialdemócrata y se fundamenta en las líneas maestras que marca el Partido Socialista Europeo. Pero dejando la impronta de soluciones específicamente españolas al desmantelamiento del Estado de Bienestar que, a su juicio, ha llevado a cabo Rajoy respondiendo, no a la crisis, sino a intereses puramente ideológicos que han ido supuesto un retroceso de décadas para el país en su conjunto.

En las filas del PP, el consejo sigue siendo el mismo: además de “vender” la recuperación económica, cerrar filas manteniendo una política más centrada, “a lo Cifuentes”, la presidenta madrileña, pero haciendo cada vez más guiños al ala más conservadora para mantener los casi siete millones de suelo electoral que creen tener en la actualidad sumando los recibidos el 24-M a los de sus seguidores que se quedaron en la abstención. Eso, señala un dirigente parlamentario del PP, gracias a la división del voto de la izquierda y la bisoñez de Ciudadanos, les permitiría intentar constituir un Gobierno de coalición “a lo Adolfo Suárez” con el partido de Albert Rivera, encabezando el Ejecutivo gracias a una mayoría minoritaria de, según calculan, un centenar y medio de escaños. Aunque, en todo caso, señalan es evidente que resulta necesaria una renovación de mensajeros y una autocrítica seria. Una alta responsable del PP vinculada al Gobierno dijo hace unos días, en ese sentido, que deben ser conscientes de que en el PP “sobra soberbia, falta calle y la corrupción ha sido letal”.

Lógicamente, desde las filas de Podemos y Ciudadanos se replica a ese análisis considerándolo, no solo interesado, sino irreal. Un dirigente de Podemos comentó que PP y PSOE siguen como siempre, “sacando conclusiones de análisis de mesa camilla que no tienen nada que ver con lo que pasa en la calle”. Por su lado, una candidata importante de Ciudadanos en las pasadas elecciones consideró que en el PP no se dan cuenta de que “nosotros somos la fuerza que la gente de derechas puede votar sin taparse la nariz”, algo que les va a permitir arrebatarle muchos votos.

1 Comment
  1. juanjo says

    No sé. la verdad es que los cabezas del PSOE tampoco parece con demasiado pábilo. Pero los del Rajoy. ¿Cómo fiarse del Rajoy, sus gentes y sus gentuzas? Es que no han pegado ni pegan una, y además, mienten y trampean sistemáticamente.
    ..Por tanto, ¿de qué pueden valer sus prevenciones, sus opiniones? Lo más probable es que una de dos, o sean paridas sin fundamento in re o fáusticos embustes para seducir despistados.
    ..Pero es que, además, de fantasía y engaño, la conducta del Rajoy destila poltronería, despiste y estulticia. Su rostro, por un lado, siempre compungido y apático, lánguido y hastiado, como si ni siquiera supiera por donde le da el aire y, por otro, ¿qué cabe pensar de un individuo que envía e-mails de solidad al Bárcenas, cuando éste se halla a las puertas de la prisión, que exalta al corrupto CAMPS (“siempre me tendrás a tu lado”) o al supercorrupto J. Matas (“eres un ejemplo para nosotros”), que es capaz de hacer la putada que le hizo al Gallardón, que apenas es capaz de arrullar tres o cuatro palabrejas (porque a más no llega) cuando despotrica o calumnia, y, en fin, que es capaz de convivir con su larga cohortes de corruptos y su sede llena de mierda sin decir sí o no o todo lo contrario?
    Y es que, como muestra la historia, cuando la cabeza da para lo que da, el corazón se goza en agrias ensoñaciones e indecencias, y puestos en semejante trance nada tiene de extraño que se intente convertir la estupidez, la ignorancia y la corrupción en virtud .
    Porque, en resumidas cuentas, ¿sabe alguien de que va el Rajoy?

    Y si los deseos fueran caballos…

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