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Guía rápida para contratar un seguro de moto

Contenido ofrecido por Rastreator

El seguro de moto es tan obligatorio como el de coche, pero debes buscar seguros de moto baratos en Rastreator antes de elegir uno cualquiera. Esta pequeña guía te va a ser útil si nunca antes has contratado uno y no sabes por dónde empezar.

Tipos de seguros de moto: ¿cuál me conviene?

Investiga bien sobre cada uno de ellos antes de decantarte por uno porque la elección dependerá mucho de tu poder adquisitivo y tu situación particular.

A terceros básico

Es la opción más económica y viene con la cobertura de los gastos por daños ocasionados por otro conductor (el “tercero”). En este caso, la compañía aseguradora se hará cargo de todos los gastos de daños personales y al vehículo. Incluye la Responsabilidad Civil Obligatoria, que es la cobertura de los daños que tú puedas ocasionar a otros y es obligatoria por la ley.

En los mejores casos, también se incluye la Responsabilidad Civil Voluntaria. Es un complemento que cubre más tipos de daños, aparte de ayudar a los gastos de defensa jurídica y en la reclamación de los daños.

A terceros ampliado

Es el tipo de seguro más popular porque es una ampliación del anterior y puedes añadir coberturas adicionales, tanto como causante de un accidente como víctima. Es una buena opción para tener un seguro más personalizado, de acuerdo con las necesidades que tengas, pero requiere un poco más de investigación para elegir las coberturas.

Un ejemplo de estas coberturas es la asistencia en carretera, pero hay varias más.

A todo riesgo con franquicia

Cubre todo tipo de daños propios (a ti como conductor), tanto si eres el causante como la víctima de un accidente, además de otros tipos de daños al vehículo aunque seas el culpable. El único inconveniente con este seguro es que apenas hay compañías que lo ofrecen sin franquicia.

La franquicia es una cantidad mínima que debes cubrir en caso de daño, y la aseguradora se encarga del resto. Por ejemplo, si los gastos de un accidente son 2.000 euros y la franquicia es de 500 euros, deberás pagar ese monto y la compañía los 1.500 restantes. Eso sí, en el caso de que el daño no supere la franquicia, deberás hacerte cargo por completo del gasto.

Evalúa tus necesidades antes de adquirir un seguro

No siempre el seguro con más coberturas es el que te conviene más. En la mayoría de casos, te expones a pagar un servicio que lo más probable es que nunca vayas a usar. Por lo tanto, piensa bien cuál es tu situación antes de tomar una decisión. Los factores que debes tener claros son los siguientes.

Antigüedad y valor de la moto

La primera decisión a la que te enfrentas es si debes elegir un seguro a terceros o a todo riesgo. El factor más influyente es la antigüedad de tu moto porque el valor de la misma se deprecia mientras más años tiene. Si es nueva (no de segunda mano) y tiene menos de 6 años, un seguro a todo riesgo es viable, ya que sigue valiendo bastante dinero. En caso de ser más vieja, opta por un seguro a terceros.

El seguro a todo riesgo incluye una indemnización en caso de siniestro, que puede cubrir una cantidad mayor o menor, según sea la aseguradora. Sin embargo, no es rentable pagar el seguro completo si ya tu vehículo tiene más de 6 años porque la cantidad de dinero que te va a abonar la aseguradora depende del valor del vehículo.

El uso que le das a la moto

A medida que más utilizas tu vehículo, pasas más tiempo expuesto a sufrir cualquier tipo de percance. Por lo tanto, deberías optar por más coberturas en este caso que si solo la usas un par de días a la semana o le das muy poco uso en general. Es cuestión de probabilidades.

También deberás pensar en el trayecto que recorres habitualmente. En las ciudades aumentan las posibilidades de accidente, mientras que en las rutas fuera de ellas deberías darle prioridad a la asistencia en carrera y la cobertura por viaje.

Fíjate en las coberturas del seguro

Después de haber entendido tus necesidades, deberás darle prioridad a los tipos de cobertura que ofrece la aseguradora. Las más comunes son:

  • Seguro del conductor. Incluye los gastos médicos que puedas tener, independientemente de si eres el responsable del accidente o no. Tiene varias ampliaciones que deberás mirar con la compañía. También hay cobertura para pasajeros de moto, una opción interesante si sueles llevar acompañante.
  • Por robo. El seguro pagará el valor de la moto si es robada por un tercero. Las condiciones las tienes que leer porque algunas compañías diferencian el robo del hurto, y no necesariamente cubren ambas circunstancias.
  • Por incendio. La mayoría de las veces funciona como una indemnización como pérdida total del vehículo.
  • De trámite de multas. La aseguradora gestiona las sanciones que te impongan, e incluso pagar un recurso legal si crees que una fue colocada de forma injusta.
  • De asistencia en carretera y de viaje. La primera sirve para cubrir los gastos de una grúa o de asistencia mecánica en mitad de una ruta, mientras que la de viaje cubre los gastos del pasajero por asistencia médica o si no puedes continuar el viaje en moto.

Si tienes una duda sobre lo que incluye una cobertura, deberás aclararla directamente con la aseguradora para evitar llevarte una sorpresa desagradable.

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