TIRO AL MUÑECO // Salvemos a este mamón

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Me llamo José Luis, tengo cincuenta y cinco, perdón, cincuenta y seis años, y llevo cuatro en el paro. El subsidio se me ha terminado y estoy solo. Bueno, solo; vivo con mi gata Naomi, que está en los huesos. Hace tiempo que visito los comedores sociales y ya va para tres meses que no pago el alquiler, así que cualquier día me pondrán de patitas en la calle. Las opciones se agotan y los de Telepizza me dicen que no tienen motos para repartidores de 124 kilos. Lo cierto es que desde que no trabajo me he abandonado un poco y entregado al amargo consuelo de las bebidas destiladas; me da igual cuál, siempre que sea barata. Hace unas semanas, como si acabara de despertar en mitad de una pesadilla, me encontré rebuscando en los contenedores de basura que hay junto al DIA del barrio. Cuando me vi con aquel manojo de plátanos marrones y blandos entre las manos decidí que tenía que hacer algo. ¿Pero qué?

Por las tardes, hasta que me cortaron la luz, solía ver un programa que ponen en la tele antes de las noticias. Se trata de Salvemos a este mamón, un microconcurso que presenta un joven medio guapo y arrogante al que no me importaría ver junto a mí en la cola del paro. Así que les envié un correo contándoles mi desesperada situación —en este tipo de espacios es conveniente aparecer como un paria— y una foto muy apañada de hace ocho o nueve años —porque una cosa es ser un paria y otra bien distinta ofender la sensibilidad de la audiencia—… Y, sorprendentemente, me contestaron que sí y me citaron unos días después para participar en el programa. Lo cierto es que fueron muy amables y que me puse morado de croquetas mientras esperaba en una salita muy pequeña y muy incómoda que tienen instalada al lado del plató.

—Muy bien, señor don José Luis, imagino que ya conoce la dinámica del concurso. Es muy sencilla. Le haremos dos preguntas sobre un tema de actualidad y usted deberá contestarlas correctamente. Si lo consigue, le formularemos una última, La pregunta del mamón, y si la acierta ganará nuestro premio especial: 10.000 euros, una cena con Cristina Pedroche en Diverxo y una tele de 99 pulgadas para que no se pierda ni uno de nuestros maravillosos programas. ¿Está usted preparado?

—Lo estoy.

—José Luis; primera pregunta. ¿Por qué cree usted que los electores decidieron votar mayoritariamente al PSOE en las elecciones generales del pasado 28 de abril? A (para frenar a la derecha y a la ultraderecha), B (para joder a Marhuenda), C (para sacarnos de la FAO).

—¿Para frenar a la derecha y a la ultraderecha?

—(…) Coooorrecto. Muy bien, José Luis, acaba de pasar al nivel dos. ¿Qué le ocurre? Le noto tenso, como atrancado.

—Tengo mucha sed. Las croquetas que nos han dado antes de empezar el programa se me han quedado atascadas en el gaznate.

—¿Quiere una botellita de agua? ¿Un zumo de piña?

—Preferiría un gin tonic de Beefeater. 

—Claro que sí, don José Luis. Faltaría más… Adelaida, haz el favor de traer un gin tonic con… ¿mucha o poca ginebra?

—Mucha.

—Pues con mucha ginebra a nuestro querido y degradado concursante… ¿Y un porrito de maría? Así la gente podrá contrastar de primera mano el alcance de su alienación.

—No le diría que no…

La muchacha que me trajo el gin tonic y el canuto era muy hermosa. Nunca antes había visto una tan hermosa en la vida real.

—¿Qué tal don José Luis? ¿Está usted mejor?

—Mucho mejor.

—Estupendo; pues vamos con la segunda prueba. 

—¿Puedo quitarme la corbata? Aquí, con los focos y eso, hace mucho calor…

—Por supuesto, amigo. Está usted en su casa… Aquí va la pregunta. ¿Por qué razón estima usted que el candidato Sánchez no quiere negociar con el partido de Iglesias? A (porque pretende quedarse con todos los sillones), B (porque pretende quedarse con todos los sillones gratis) o C (porque pretende quedarse con todos los sillones gratis y a la vez acusar a Podemos, que solo quiere tres o cuatro, de pensar exclusivamente en los sillones).

 —No sé. El enunciado es un poco enrevesado (…), pero me voy a quedar con la C, con la de que quiere todos los sillones gratis y hacer ver que a los otros únicamente les importan los sillones.  

—¡Coooooorrrrrecto! Impresionante. Ha vuelto usted a acertar. Y créanme si les digo, mis queridos telespectadores, que no era una respuesta sencilla. Así que vamos con La pregunta del mamón, mi apreciado José Luis. ¿Está usted listo?

—Creo que sí.

—Recuerde que si contesta correctamente recibirá la muy estimable cifra de 10.000 euros para ir tirando una temporada, además de la cena con la Pedroche y la megatele… Si falla, se irá de aquí con las manos vacías…

—Adelante.

—Vamos allá… ¿En qué cree usted que está pensando en estos momentos el candidato a la presidencia del Gobierno?... ¡Atención!... Pedro Sánchez está pensando en A (establecer un subsidio para los parados de larga duración), B (lo bien que queda en las fotos del G-7 cuando le invita Macron) o C (en que el de la coleta es un maldito soplapollas). Piénselo bien… Quizás esta sea su última oportunidad para salir del arroyo… Tómese su tiempo…

—Creo que la respuesta correcta es la A, lo del subsidio de los parados de larga duración. Yo le voté, sabe; y estoy convencido de que es eso lo que le preocupa.

—¿Está usted seguro?

—Sí; estoy seguro.

—¡Ooohhhh! Vaya… Lo siento de veras, don José Luis, pero la respuesta correcta era la B, “lo bien que queda en las fotos del G-7 cuando le invita Macron” … En fin… Y hasta aquí, mis queridos amigos, una nueva edición de Salvemos a este mamón. Les esperamos mañana con nuevas oportunidades para grandes calamidades, para calamidades como usted…

“Lo sabía”, me dijo Naomi con la mirada al verme entrar en casa cabizbajo y con las orejas gachas.

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1 Comment
  1. florentino del Amo Antolin says

    … Hay demasiados José Luís por estos escenarios sociales. Son esos crédulos engullidos por el sistema de pantalla plana, que el insigne tancredo Rajoy, usaba y abusaba de tal corrector modular, de cara a la ciudadanía, con la complicidad de los desinformadores alertados, llamados periodistas.
    Son tan bien pensados, que dudan poco de los responsables a los que votó;todo está teledirigido, maniatado… ¡ Es como investir a Sánchez !. Da lo mismo, que las ofertas tengan 120 folios en doble cara; en menos que canta un gallo, son devueltas, por: A-B-C. Sin cotejar lo que puede ser innovador, transversal, igualitario y benefactor de esa mayoría de «Joseluises», que tanto abundan por los platos del Estado… Digas: A, o digas B, o C. El relato está escrito de antemano, por gentes ajenas a las urnas; son esos duendes neoliberales con alzheimer, que imponen otras promesas «guay» fuera de concurso.
    Las calamidades, no salen a concurso, ni vienen en la Constitución. Son esos «mamones» sociales, que se divierten jugando a la ruleta trucada… Siempre, gana la banca Pascual; y ya va siendo hora de que todos los «joseluises» despierten del letargo y aglutinemos el voto en los entornos de aquellos representantes defensores de los más necesitados, de esas mayorías de pensionistas, viud@s, desahuciados, estudiantes, parad@s, animalistas… ¡ Que Naomi tenga representación dentro del animalismo y sume en vez de decir a todo… ¡ Miau uu!.

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