El espejismo del Ingreso Mínimo Vital

  • "Actualmente todo el mundo es consciente, incluso los más fervientes defensores del IMV, de que la herramienta no está funcionando como debería"
  • "Creo que hay formas más sencillas para que el IMV llegue a las personas que realmente lo necesitan de una forma más rápida y eficiente"
  • "Es el momento de explorar sistemas que garanticen y profundicen en el derecho universal a la protección frente a las políticas inspiradas en el asistencialismo"

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Julen Bollain, economista, investigador en renta básica y miembro de la Red Renta Básica

“Cuando se aprobó el Ingreso Mínimo Vital (IMV) parecía que, por primera vez en muchos meses, la vida me sonreía. Soy una madre soltera de 43 años, con un hijo dependiente pero, según dicen, "no lo suficiente" como para cobrar prestaciones de dependencia. Contratada por 20 horas en hostelería, trabajaba 40. Sin embargo, con la crisis y la caída del turismo me echaron a la calle enseguida. Te aseguro que más de medio año sin ingresos y sin ahorros se hacen muy duros. Mi padre trata buenamente de echarnos una mano pero, por mucho que la estiremos, su pensión no nos llega para los 3. Lamentablemente, hoy, 13 de septiembre, soy consciente de que el IMV de momento solo es un espejismo que está muy lejos de ese oasis que nos vendieron”.

Sonia sigue esperando a que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones resuelva su solicitud. Y espera que la resolución sea favorable, aunque ya no deposita gran esperanza en que así sea. Ha leído mucho en los últimos meses y ha visto situaciones muy difíciles de digerir. Ella, como tantas otras, nunca se había imaginado tener que suplicar una prestación para dar de comer a su hijo o para poder pagar las facturas de la luz o el agua (aún ni piensa en el invierno y la calefacción). Siempre había conseguido arreglárselas de una u otra forma. Ya fuera repartiendo propaganda, limpiando portales o de cajera.

Y la circunstancia actual se le hace difícil. Muy difícil. Sabe que el IMV es una ayuda dirigida a las familias en situación de pobreza extrema y, estar en esta situación, le parte el alma. No tanto por ella, sino sobre todo por su hijo y por su padre que tantas horas metió en la fábrica para que a ella no le faltara de nada.

Sonia ve en el IMV un paralelismo claro con una fábula que su padre le solía contar cuando era pequeña. Ésta trataba de un vendedor ambulante que iba de feria en feria acompañado de un burrito, quien transportaba todos los enseres y los artículos de venta. Sin embargo, y por muy necesario que fuera el burro, los gastos que suponía en forraje eran elevados. Así que poco a poco el vendedor fue reduciéndole la cantidad de comida que le daba diariamente hasta que un día, cuando el burro ya parecía que se había acostumbrado a no comer, tuvo la descortesía de morir de hambre.

Con el IMV ha ocurrido algo parecido. Al principio la música sonaba relativamente bien. Incluso quienes somos partidarios de la renta básica incondicional entendíamos que el IMV podía ser una herramienta para proteger a gran parte de la ciudadanía que peor lo estaba pasando. No a toda, porque como ya he comentado en más de una ocasión, a nivel europeo entre el 20% y el 60% de las personas elegibles para acceder a un programa de asistencia social condicionada, por distintos motivos (falta de información, laberinto burocrático, estigmatización, rechazo de lo que puedan considerar caridad…), no lo hacen. Aun así, no hubiera sido un mal primer paso que el IMV protegiera a 8 millones de personas en situación de pobreza.

No dudo, además, de que en el Gobierno hubo gente que empujó para que el IMV fuera más generoso y alcanzara a un mayor número de personas vulnerables. Sin embargo, los recortes en el IMV llegaron antes de que éste viera la luz. “Alguien” dijo: “tenéis 3.000 millones de euros para gastar. Arreglároslas”. Y se las arreglaron, sí. Pero a costa de millones de personas a quienes se les negó el acceso al IMV y de otras cientos de miles que, como Sonia, han vivido en primera persona el laberinto burocrático y la interminable espera (con todo lo que ello supone). El vendedor, a diferencia de la Ministra Calviño, comprendió finalmente que el forraje, lejos de ser un gasto, era una inversión necesaria para que pudiera seguir adelante.

Entiendo que hacer amén a todo o la crítica destructiva son posiciones mucho más sencillas que aquellas en las que se introducen matices diversos. Y defender una postura crítica con un avance siempre es complicado. Por lo tanto, esta postura no es sencilla, fácil, ni cómoda. Pero, lo que sí es, es honesta.

Parafraseando a Gabriel Celaya, en política también hay que tomar partido hasta mancharse ante los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Porque, las decisiones que se toman hoy, serán los resultados del mañana.

Actualmente todo el mundo es consciente, incluso los más fervientes defensores del IMV, de que la herramienta no está funcionando como debería. Aun así, en el Gobierno casi nadie da la cara públicamente y solamente han sacado “tres medidas para agilizar los trámites”. Tres medidas que, básicamente, dicen lo siguiente: como no damos abasto con los trámites, percibirás la prestación con carácter retroactivo desde el 1 de junio pero estarás tres meses más sin ingreso alguno.

No obstante, creo que hay formas más sencillas para que el IMV llegue a las personas que realmente lo necesitan de una forma más rápida y eficiente. En primer lugar, individualizarlo. Que el IMV no lo cobren las familias, sino las personas. Este paso, además de agilizar las resoluciones, permitiría que grupos de personas que actualmente se ven perjudicados por el diseño del IMV (mujeres, jóvenes no independizados, dependientes o personas sin hogar) se vean correctamente protegidos. En segundo lugar, eliminar trámites. Que el único requisito para cobrar el IMV sea el nivel de renta. Actualmente la lista de documentos que el Ministerio puede requerir a la ciudadanía es insultantemente extensa. Hasta 26 documentos oficiales, la mayoría de los cuales, además, están en poder de la administración.

Asimismo, el IMV podría mejorar sustancialmente si el Gobierno tratara de dar respuesta a la insuficiencia de su cuantía (inferior al umbral de pobreza extrema), al hecho de no proteger a las familias golpeadas por la crisis del coronavirus, a la enorme inseguridad jurídica al contemplar en tan solo 37 artículos 46 menciones a desarrollo reglamentario o a la criminalización de la pobreza que se contempla en una norma supuestamente protectora.

Muchas veces, cuando las tasas de pobreza incrementan desorbitadamente, el número de personas desempleadas sube por las nubes o el diferencial de presión fiscal con la media europea aumenta, nos echamos las manos a la cabeza. Y la clase política también pone el grito en el cielo como si no hubiera causa-efecto alguna entre las medidas llevadas a cabo y las consecuencias generadas. Ahora estamos a tiempo de tomar decisiones que no nos hagan arrepentirnos en el futuro y de las cuales podamos sentirnos orgullosos y orgullosas.

Los datos que hemos conocido los últimos días sobre el IMV son realmente escandalosos, habiendo resuelto favorablemente solo alrededor de 10.000 solicitudes (sin contar las otorgadas de oficio a familias que recibían la ya eliminada prestación por hijo a cargo). Pero, pese a que la gestión del IMV haya sido horrorosa y el colapso fuera totalmente previsible, el IMV no es único en su especie. A nivel europeo se han estudiado en profundidad distintas rentas mínimas y éstas ya han demostrado durante más de 30 años los efectos y las consecuencias que generan. Unos efectos positivos para parte de las personas en situación de pobreza pero que, lamentablemente, dejan a muchas personas atrás. Por no hablar de la estigmatización que causa en gran parte de las personas beneficiarias o los problemas de salud mental derivados de los distintos procesos.

Por eso decía anteriormente que toca ser valientes. No vale hacer lo de siempre y esperar resultados diferentes. Toca repensar y adaptar nuestro sistema de protección social para que pueda hacer frente a los retos del siglo XXI. Porque si no avanzamos en el derecho a la garantía de la existencia material para todas las personas seguiremos cometiendo los mismos errores y dejando a muchísima gente en situación de vulnerabilidad fuera del sistema. Y eso, cuando la emergencia sanitaria es ya una emergencia social, no nos lo podemos permitir.

Es el momento de explorar sistemas que garanticen y profundicen en el derecho universal a la protección frente a las políticas inspiradas en el asistencialismo. Porque, si algo diferencia a las rentas mínimas y a la renta básica incondicional es, precisamente, la diferente concepción expresada en términos de libertad. Las rentas mínimas ayudan a las personas una vez han “fracasado”, ofreciendo una ayuda ex post a quienes se encuentran en una situación de necesidad. Esta ayuda, que normalmente se ofrece a cambio de una contraprestación por las prestaciones percibidas (habitualmente a través de un proceso de intervención laboral), conduce irremediablemente a la pérdida de libertad efectiva. Sin embargo, una renta básica incondicional, al ser una asignación monetaria que recibiría toda la población como derecho de ciudadanía o de residencia acreditada, supone garantizar la existencia material de la ciudadanía ex ante (y no una vez se ha "fracasado"). Así, consigue la lógica incondicional de las medidas que actúan ex ante, no obligando a muchas personas a comportarse como “sumisas suplicantes” de un subsidio y teniéndose que "desnudar" ante la Administración competente. De esta forma, se garantiza a toda la población la existencia material de entrada, otorgando un aumento de la libertad efectiva para la inmensa mayoría de la población no estrictamente rica.

Apostemos por poner a las personas en el centro de las políticas públicas. Estamos al borde del próximo “momento Sputnik” y la renta básica ha pasado de estar en el cajón de sastre a colocarse en la agenda de las políticas realizables. Son muchos los países a lo largo y ancho del mundo que están experimentando con proyectos piloto de renta básica (Estados Unidos, Canadá, Brasil, Finlandia, Alemania, Francia, Escocia, España, Países Bajos, Kenia, Namibia o India). Y solo uno será el primero en implementar de manera integral la renta básica incondicional, obteniendo una ventaja competitiva frente a los demás países de la economía globalizada. ¿Por qué no ser nosotros?.

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4 Comments
  1. Miguel says

    Evidentemente esto del IMV también se lo llevaron » pá Suiza…………..» incluso antes de que se aprobara dicha ley (Suiza ; por mencionar uno de los muchísimos » paraísos…» que les encantan a la mafia institucional española para depositar en sus cuentas bancarias nuestra » ¿¿¿¿¿soberanía nacional?????………. ) .
    Ahora mucho » cuidadin» , porque están buscando » pastuqui » hasta debajo de las piedras , pues el único objetivo es » cubrir los gastos fijos del mes siguiente………» porque a España nos la han dejado en » TOTAL BANCARROTA » .
    Salud.

    1. Vicente says

      Soy un padre de familia con 3 hijos 1 es de mi antigua pareja vive con su madre pero aún así paso su manutención 2 en casa, aparte mi mujer y yo en total somos 4 en casa antes del confinamiento trabajaba y me quede parado por ello estoy con una ayuda familiar por cargo de 430 e llevo esperando 4m la respuesta sobre el imv y sin respuesta solo entre letra de coche y manutención se me va la paga me quedare con 40 a 50e si acaso y ahora tengo que tirar todo el mes con una vivienda 4 personas conviviendo 2 de ellos menores de 5 y 1 año necesidad de le heches, pañales la comida, pan diario desayuno de escuelas ropa etc, llevo toda mi vida trabajando y lo único que veo en esta ayuda entre comillas solo va a quien a ellos les da la gana por que no veo lógico y visto por mis propios ojos como personas que no han trabajado en su puta vida sin dar un palo al agua son los que lo han cogido de guardia sin necesidad de echar papeles y cobrando hasta 1900 euros el mismo 16 de junio que fue el primer ingreso a mi me ingresan 370 euros de los puntos de los niños o sea unos 180 euros más o menos por cada hijo cua do los puntos subieron hasta los 290 por cada hijo yo solo quiero saber tengo que dejar de trabajar de por vida para poder acojerme ayudas sociales o como va esto por que lo visto nada más lo cojen esas personas que solo estaban inscritos en el sepe sin aver trabajado nunca una persona que lleva toda su vida trabajando y que no a pedido nunca nada y que cuando llega una pandemia o circunstancias así nos Dan las espalda a trabajadores, que hago si me llaman a trabajar, boy y le sigo pagando esa prestación a esas personas que no trabajaron nunca, no se me da de pensar por qué si me dejan parado me quedare otra vez en la ruina o aún así peor por que tendré que volver a esperar un mes de por medio para volver a solicitar otra prestación por desempleo osea que mientras dejaré mi casa sin pagar, comunidad, luz le dejaré de dar de comer a mis hijos y que me metan preso por no pasar una manutención joder si España va bien escribí esto y tengo mucho más guardado pero gracias a esto por lo menos me e quitado un peso qie llevo arrastrando meses atrás pero creo que muchas familias se sentirán igual un saludo

      1. Miguel says

        D. Vicente : esta que usted me detalla es la auténtica realidad que tenemos en este puñetero país , y que gracias a un mortal virus ha hecho aflorar todas las inmundicias y miserias de este penoso régimen que padecemos y sufrimos.
        Mi situación personal prefiero no contarla porque es también bastante penosa y desmoralizante , pero de » momento…. » no tan acuciante y desesperada como es la suya y la de los suyos , como también la de much@s y much@s integrantes de esta domesticada y mansa sociedad española . Yo precisamente y por valorar siempre mis circunstancias laborales no me planteé nunca la gran responsabilidad que es crear un hogar y formar una familia , y eso es lo que ha salvado de arrastrar conmigo a inocentes a un fracaso que como se puede ver estaba más que cantado pero oculto .Pues podemos decir que nos han tenido al conjunto de la sociedad española bajo la agradable sensación de todos los procesos de » sedación.» a los que nos han estado sometiendo y someten.
        Lo que sucede a este ahora desahuciado país , no es más que » ya ni hay pezones suficientes para tantos gordos lechones y ni gota de leche en las secas mamas…» de esa mala madre llamada España.
        Mi total solidaridad y comprensión con usted , aunque eso son solamente palabras que resultan bonitas al oirlas en este caso leerlas .
        Solo espero ver como nos levantamos de una vez por todas en este puñetero y jodido país de mierda ; los que para esta gentuza no somos más que miserables totalmente prescindibles .
        Salud reciba un abrazo.

  2. Mamun says

    Durante 4 mes no recibo ninguna ayuda del govierno. Estoy muy mal desde enero sintrabajo no se que como, como viviendo todavia no recibo imv , no subcido por favor

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