La tele de Chanquete

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Fotograma de 'Verano azul', la serie recuperada por La 2 de TVE. / Efe

Lo que quede del bueno de Chanquete, cuatro raspas agusanadas, debe estar revolviéndose en su tumba marinera. Y es que TVE, la televisión pública española, repone este verano la serie Verano azul. No respetan nada: décadas después del éxito de este programa legendario, estrenado en 1981, los cerebros del Ente desempolvan esas viejas cintas, las remasterizan y, sin pudor alguno, emiten la antigualla en la segunda cadena con ánimo de rellenar parrilla y ahorrarse unas  perras. Y pasa lo que pasa. Que la audiencia, sumida en un deja vu depresivo, se viene abajo: La 1 cae hasta un patético 9,5% de share mientras Telecinco lidera con un 15,9%.

Son ideas tristes, low cost ramplón, para una televisión que agoniza. ¿Qué será lo siguiente? ¿Recuperar a Curro Jiménez, un visionario en este país de bandoleros? ¿O quizá invocar el espíritu ludópata del Un, dos, tres responda otra vez? Poca cosa para competir con las depredadoras cadenas privadas, poca cosa para que el ciudadano piense que se están gastando su dinero en un auténtico servicio público audiovisual. Y es que mira que es mala suerte: Antena 3/La Sexta y Telecinco/Cuatro, las cadenas de Atresmedia y Mediaset, se reparten el pastel de la audiencia y la publicidad, se forran, mientras que la televisión de usted y mía es un fracaso, una ruina que solo sirve para hacer de altavoz de las mentiras del Gobierno.

Mientras la plantilla de la sanidad pública pierde 28.500 trabajadores en dos años,  el Gobierno inyecta 130 millones de euros en RTVE, una televisión pública que agoniza: la audiencia no deja de bajar, mientras sus números rojos ascienden a 716 millones de euros y el déficit a más de 100. ¿Qué hacemos con la tele pública? Rajoy está trabajando en ello…

Se mete la tijera, la política favorita del actual gobierno, y problema solucionado. Un ejemplo: fusionar La 2 y Teledeporte, una idea grandiosa, supondrá un retroceso audiovisual, pero ahorrará 16 millones de euros. Y fuera trabajadores. Porque sin audiencia, sin prestigio, sin credibilidad… ¿Para qué queremos una plantilla? Fuera todos. Estudian reducir la plantilla con bajas voluntarias. Hasta que llegue un día en que solo queden los directivos, y que sean ellos quien se encarguen de los informativos, que es lo único de la televisión pública que realmente importa a este Gobierno. Unos informativos que silencien sus perrerías y sean el altavoz de sus mentiras. Unos telediarios que incluso el Consejo de Informativos de TVE considera manipulados.

RTVE le queda grande al Partido Popular. Como tantas y tantas cosas que afectan a la democracia real. Como casi todo lo que necesita una gestión que beneficie al ciudadano. Como casi todo lo que no proporciona un beneficio real para el político o su círculo de familiares y amigos. Como casi todo lo que supone servicio público y no beneficio privado.

3 Comments
  1. Mecacholo says

    ¡Qué patético!

  2. Selito says

    Se empieza a echar de menos el UHF, no digo más… 😉

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