Las ratas

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Tomás Gomez abraza a Antonio Miguel Carmona durante la conferencia de prensa que ofreció tras ser destituido como candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid. / Efe

Aún no se había limpiado el recién apuñalado Tomás Gómez las babas de los besos que le había dado Antonio Miguel Carmona, su hermano del alma, cuando el candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid confesaba en la Cadena SER: “Yo estoy dispuesto a ser secretario general, por supuesto. Hasta ahí podíamos llegar. Es uno de los sueños de mi vida. No le voy a decir que no. ¿Cómo le voy a decir que no a ser secretario general del PSM? Siempre diría que sí a ser secretario general del PSM. Estuviera en la situación… Y si estuviera mal, con más motivo”.

Carmona, el político con aspecto de apoderado de novilleros, se ofrece para sustituir a un Tomás Gómez al que no sabemos si han largado por corrupto, por perdedor, por conspirador o por inepto. Y no es lo mismo. Carmona puso un día las dos manos en el fuego por Tomás Gómez. Y al día siguiente volvió a poner las dos manos en el fuego, pero ya por Pedro Sánchez. “Entiendo la decisión que ha tomado Sánchez”, dijo en la SER Carmona, mirando de reojo el cadáver aún caliente de su colega Gómez. Así es la política, así son los políticos. Carne de alcantarilla.

Resulta que Carmona es amigo íntimo, “desde hace más de treinta años”, de Tomás Gómez, y confía plenamente tanto en su honradez como en su valía. Carmona ve en Gómez un hermano, pero tras los achuchones y los piquitos cada uno debe seguir su camino: Gómez como fiambre político en descomposición y Carmona como entrevistado sin fronteras. Entre los debates de La Sexta y las tertulias de TVE, entre entrevistadores progres y opinadores ultras, entre cualquiera que tenga una cámara o un micrófono, Carmona es una leyenda: el hombre que siempre quiso estar allí. ¿Que el “tic tac empieza la cuenta atrás” de Pablo Iglesias resulta patético? Yo no puedo ser menos: “Pim pam propuesta”. El cascabel de todas las teles, la guindilla de todas las radios, el rey de la coletilla, la sonrisa de hiena y el moflete sonrosado. Así es el futuro del maltrecho socialismo madrileño.

Carmona es el reflejo de un PSOE sin rumbo que agoniza, que se desangra en un charco de intereses, ambiciones, traiciones y miserias. Nadie es capaz de calibrar la decrepitud socialista, porque nadie es capaz de descifrar los inverosímiles entramados internos de lo que en realidad es un juego de tronos. Los ciudadanos, que a nadie importan, son un ejército de observadores derrotados. Carmona es el sargento chusquero que se conforma con las migajas. La batalla principal, la que tiene lugar en las sombras, la que se libra en retaguardia, en el frente andaluz y en la trinchera madrileña, entre barones y terratenientes, es por el control de unas siglas, de una formación legendaria que, a estas alturas de la historia, carece de prestigio, de valor e incluso de dignidad. Y es que el partido que prometió la renovación, que dijo apostar por el cambio, solo ha sido capaz de sustituir las cerraduras de un despacho. Poca cosa: es bien sabido que las ratas se cuelan por debajo de las puertas.

11 Comments
  1. Mecacholo says

    ¡Olé, Carmona!, epítome de la elegancia.

  2. qq says

    Carmona es una versión agominada de Pedro Sánchez; les diferencia el aspecto, pero les une algo mucho más intrínseco: los dos están derrotados aun antes de haberse presentado a nada. Cadáveres políticos, igual de Tomás Gómez, igual que su partido. Aunque ellos aún no parecen saberlo.

  3. Albéniz says

    El Supremo imputa a Chaves y Griñán por el fraude de los ERE
    http://politica.elpais.com/politica/2015/02/17/actualidad/1424173673_346212.html

  4. CHATA says

    Buenísima descripción de Carmona, Jefe. Lo has clavado.

  5. Albéniz says

    Pedro Sánchez en Telecinco: «No hay partidos libres de corrupción: Monedero, Bárcenas… pero a nosotros no nos tiembla el pulso en echar a los corruptos»

  6. Carlo G says

    Lo de la pinta de apoderao de novillero como definición de Caramona, perdón, de Carmona, es brutal, y certero.

  7. Patronio says

    Qué malo es el rencor, Albéniz, y peor aún la falta de ética periodística (y tal vez personal). Antes de decir que ponía las manos en el fuego por Pedro Sánchez, pero vamos, cuestión de cinco segundos antes, Antonio Miguel Carmona había dicho que seguía poniendo las manos en el fuego por la honorabilidade de Tomás Gómez. ¿Esa parte de la grabación en la SER se la perdió usted, señor Albéniz? Una lástima, podría haber quedado un poco mejor sin esta manipulación digna de Goebbels o de Herrero Tejedor.

  8. Patronio says

    La escuela de Pedro J. es lo que tiene, no se libra uno de ella en toda su vida.

  9. Piedra says

    Con qué gusto y placer se hostia al PSOE ¿verdad?, como si además de ratas y ratos, el PP, que tiene el poder, no estuviera plagado de rateros.

  10. vulco says

    El psoe no levantará cabeza sin succionar antes la corrupción en su primer feudo, Andalucía. Es como decir que el náufrago no flotará si no se ahoga. Porque el entramado de bajezas, de intereses mafiosos, de deudas por favores, de puñaladas por encargo, de prebendas por peloteo,…ha tejido una maraña imposible de descifrar siquiera. Sólo la pérdida del poder político puede permitir avivar el tsunami que barra tanta basura. Y eso no es garantía de nada. El pp, que nunca ha mostrado prisas en denunciar la corrupción en Andaluces, espera sin embargo el batacazo de los herederos de González/Guerra como agua de mayo.

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